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Las Politicas Publicas

gabyflores27 de Noviembre de 2012

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Las políticas mexicanas de colonización,

del siglo XIX y el proyecto de Alamán.

Por colonización, entendemos la acción de dominar un país o territorio con pobladores de otra región, que pasa a ser llamada metrópoli.

La región así ocupada se denomina técnicamente “colonia”.

El proceso de colonización puede ser de carácter económico, político, violento o no violento, e incluso cultural.

En la antigüedad tres civilizaciones se distinguen por la fundación de colonias: Fenicia, Grecia y Roma. Los fenicios comenzaron a fundar colonias en las costas de Mediterráneo, en el norte de África con fines comerciales, una de estas fundaciones terminó siendo más importante que la metrópoli, Cartago.

La colonización griega se dio en varias etapas, ocupando gran cantidad de las costas de Asia menor y enclaves estratégicos en zonas civilizadas. Consistía en cuando llegaron los españoles despoblada y su posterior cultivo. En la época clásica, tierra cultivable era reclamada a menudo por "tribus bárbaras", quienes vivían de la caza y la recolección o incluso de la cosecha. A la gente civilizada la tierra parecía despoblada.

Otra gran colonización de la época antigua fue la colonización romana del imperio que se extendió por tres continentes (Europa, Asia y África). Muchas de las grandes ciudades actuales de Europa empezaron como colonias romanas. De hecho, la ciudad alemana Colonia (Köln) originalmente se fundó con el nombre “Colonia Claudia” por los romanos.

Después del descubrimiento del América por Cristóbal Colón en 1492, los poderes más grandes de Europa se entregaron a una campaña de colonización cuyas consecuencias tuvieron una gran influencia en el forma del mundo hoy en día (Colonización europea de América y la Repartición de África).

Una metáfora de la palabra es "coca-colonización" (una referecia a Coca-Cola), que se refiere a la erosión de la cultura indígena de un país y su sustitución por una cultura de masa corporativa, generalmente de los Estados Unidos de Norteamérica (imperialismo cultural).

1. Antecedentes históricos relacionados con el proyecto de colonización, del Ministro Lucas Alamán. Lucas Alamán, Ministro de Relaciones Exteriores de México en la primera mitad del siglo XIX, fue autor del proyecto de colonización de las Provincias Internas de Oriente, en especial del territorio de Texas, para evitar que el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica nos arrebatara esa parte del entonces Estado de Coahuila.

Es pertinente señalar, que dicha política pública de colonización, junto con la legislación mexicana de la materia, cayeron en el más estruendoso fracaso, debido a los intereses expansionistas del gobierno de los Estados Unidos, así como a la decidida participación de los malos mexicanos que habitaban el territorio texano, quienes presionaron continuamente por la separación, el reconocimiento oficial de nuestro país y, la consecuente formación de la pretenciosamente llamada “República de Texas” (2 de marzo de 1836 al 29 diciembre de 1845).

2. Depauperización de la población mexicana en la primera mitad del siglo XIX. Para el año de 1820, la población que habitaba el actual territorio mexicano, se integraba de la siguiente forma:

1. Criollos 1’000,000

2. Indígenas 3’470,000

3. Españoles peninsulares 0’030,000

4. Otras castas 2’000,000

El orden y las actividades productivas decayeron debido a la guerra de independencia, con excepción de algunas zonas del norte del país y la península de Yucatán, debido a su posición geográfica.

Como resultado de la inestabilidad económica, la posesión de bienes fue modificada, disminuyó la producción de las haciendas, sus propietarios vendieron parte de sus tierras y por falta de trabajadores, dejaron de funcionar como centros de producción agrícola.

A partir de 1840, se registraron muchos levantamientos agrarios, entre los que destacan la Guerra de Castas (Yucatán, 1847-1901), y los conflictos de Sierra Gorda (1847-1853), entre otros.

Sobre la rebelión de Sierra Gorda, la historiadora Leticia Reyna ha escrito que: “…la expansión de la propiedad privada provocó la pérdida del derecho de uso de los recursos naturales de los indígenas de la sierra [...] así que los campesinos que vivían fundamentalmente del corte de la madera constituyeron grandes masas de arrendatarios; éste fue el sector dinámico de la población que luchó siempre por el libre uso de los bosques [...] ellos fueron los protagonistas de la rebelión [...] aunque más tarde se les unieron peones, soldados, desertores y bandidos que huían de la justicia…” .

Después de consumada la independencia nacional, México se perfiló como un espacio atractivo para la inversión europea, pues los países desarrollados de ese continente se encontraban en una etapa de franca expansión comercial e industrial.

Debido al abandono e inundación de las minas explotadas durante la colonia, el Ministro Lucas Alamán promovió el establecimiento en nuestro país de varias compañías extranjeras para participar en este lucrativo sector productivo.

Las continuas guerras decimonónicas provocaron enormes gastos al gobierno mexicano, que se tradujeron en problemas económicos, que para ser resueltos requirieron del pesado endeudamiento externo, que se formó con la participación de gobiernos y banqueros extranjeros poco escrupulosos, en cuanto al otorgamiento de empréstitos que por sus intereses (servicio de la deuda), rayaron en usura y lesión.

Por una parte la era industrial parecía tocar a la puerta de la economía mexicana y, por la otra, los distintos gobiernos republicanos enfrentaban la realidad de una economía nacional pauperizada por los tremendos cambios políticos del país.

A finales de la década de 1830 y a principios de 1840, el gobierno de la República puso en práctica una serie de medidas estratégicas para fomentar la industria y el comercio del país.

En este orden de ideas, debemos señalar que el Ministro Lucas Alamán propuso la creación del “Banco de Avío” (financiamiento para productores) e impulsó el crecimiento y la diversificación de la industria textil.

3. Fracaso de la política pública de colonización y pérdida militar de los territorios del norte del país. México tuvo que enfrentar muchas dificultades para ser reconocido como país independiente, por lo que recibió muchas presiones diplomáticas de parte de los gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica de Norteamérica y de Francia, con efectos desastrosos para nuestras finanzas públicas.

En 1827, Henry Clay, Secretario de Estado del vecino del norte, autorizó al embajador Joel R. Poinsett, a ofrecer un millón de pesos por el territorio comprendido hasta el río Bravo y en 1829 Van Buren –el nuevo Secretario- insistió en el asunto aprovechando los escándalos de la reconquista española. Así fue como el Ministro Lucas Alamán promovió en 1830 la Ley de Colonización, que prohibía la entrada y establecimiento de inmigrantes estadounidenses en Coahuila, lo que provocó el resentimiento de muchos pobladores de Texas.

En 1831, los colonos redactaron su proyecto de Constitución de Texas, como Estado Libre y Soberano de la República Mexicana, el cual fue rechazado por el H. Congreso de la Unión y, además, el Vicepresidente de la República, Dr. Valentín Gómez Farías, mando detener al representante de Texas quien en 1835 se aprestó a luchar por la libertad de Texas.

Texas declaró su independencia el 2 de marzo de 1836, a pesar de los intentos del Presidente Antonio López de Santa-Anna por recuperarla, el ejército mexicano fue derrotado, capturado el General Santa-Anna y obligado a firmar los Tratados de Paz, conocidos como Tratados de Velasco, por los cuales México aceptaba la independencia de Texas y se comprometía a retirar sus tropas en un plazo corto.

Entre 1830 y 1853, México enfrentó la ambición expansionista de los gobiernos de Estados Unidos, España, Francia e Inglaterra, perdiendo en cada uno de los enfrentamientos bélicos que cada conflicto le significó, lo que se tradujo en un aumento desmedido de la deuda externa.

A pesar de que el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica aceptó que México pagara una indemnización valiosa por la séptima parte de su deuda de guerra, Francia se mantuvo firme.

Una de las reclamaciones fue la de un pastelero francés que exigía 60,000 pesos-oro como indemnización por las perdidas sufridas en su establecimiento en ocasión de la Guerra de la Acordada, por lo que se denominó dicho conflicto con Francia como la Guerra de los Pasteles.

Con la intención de apoderarse de México, el gobierno de Francia bombardeó San Juan de Ulúa, por lo que el propio Presidente Santa-Anna salió a combatir. La batalla acabó con la intervención de Inglaterra y en 1839 se firmó un Tratado de Paz (después de que México pagó las reclamaciones). En 1842, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica comenzó su movilización militar para apoderarse de los territorios de la Alta California, Nuevo México y Santa Fe, razón por la cual el gobierno de México intentó solucionar el conflicto texano y otorgarle la independencia que originalmente reclamaba, pero fue rechazada y, en julio de 1845, Texas se integró oficialmente al territorio de los Estados Unidos.

En enero de 1846 el Presidente estadounidense ordenó al General Taylor a marchar al río Bravo para provocar una guerra y así apoderarse de la Alta California. Así se hizo. El 9 de mayo del mismo año, el Presidente de

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