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Las Truchas


Enviado por   •  28 de Octubre de 2014  •  2.175 Palabras (9 Páginas)  •  240 Visitas

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ENFERMEDADES PARASITARIAS DE LA TRUCHA

Producidas por Protozoos-Externos:

Chilodonella:

Está provocada por un pequeño protozoo ciliado, de aspecto similar al Ichthyophthirius, de entre 60 y 40µ de largo, con forma de “patata”, recubierto de cilios que son los responsables de su movilidad, y que afecta a peces dulciacuícolas. Nos enfrentamos a un parásito potencialmente peligroso por varios motivos, primero porque es activo en un amplísimo rango de temperaturas, segundo porque es de difícil visualización y después, porque a bajas temperaturas, que es cuando nuestros peces tropicales están más desprotegidos, se vuelve terriblemente activo y letal, llegando a producir, si no actuamos con premura, numerosas bajas.

A nivel doméstico si bien es cierto que se trata de una enfermedad rara, que solo suele aparecer como oportunista ante heridas abiertas o mucosas dañadas, o en acuarios muy abandonados y con una dudosa salubridad, a nivel comercial, en especial en importaciones directas de otros continentes, con muchas horas de viaje, baja tasa de O2 y metabolismos bajo mínimos, se trata de una afección común, pocas veces identificada, pues su pequeño tamaño, difícil visualización y desconocimiento la hace extremadamente complicada de diagnosticar en las primeras y decisivas fases, y suele generar numerosas bajas antes incluso de que los peces se aclimaten.

Síntomas:

Generalmente el primer punto de “ataque” son las agallas del animal, donde comienza a alimentarse del tejido de estas y a multiplicarse por mitosis, dando como resultado rápidas infecciones que pasan absolutamente desapercibidas a nuestro ojos, y solo cuando la enfermedad comienza a colonizar otras zonas, generalmente próximas a la cabeza, somos capaces de verla físicamente, por la acumulación de cutícula (mucus) y por un aspecto mate, blanquecino, casi rugoso, cuarteado, del que se ve como, en casos avanzados, comienzan a desprenderse pequeños fragmentos.

Costia:

Estamos ante otro protozoo de aguas dulces de nombre Icthyobodo necatrix, se trata de un flagelado con forma de alubia de pequeñas dimensiones (para hacerse una idea decir que no es visible con microscopio convencional). Se fija al cuerpo de su víctima, introduciéndose por debajo de las escamas hasta el nivel de la hipodermis y provocando pequeñas heridas abiertas, pese a la baja vascularización de la zona, por las que se alimenta y de dónde saca la energía para la reproducción, llegando a provocar la necrosis de amplias zonas epiteliales.

Síntomas:

En los primeros días los síntomas típicos son un aumento del ritmo respiratorio (boqueo), una natación lenta y cansada, normalmente cerca de la superficie del agua o tras las plantas en una zona sombría y algo oscura, pérdida de apetito, un plegamiento de aletas acentuado o una decoloración general nos indican cual serán los tratamientos a seguir, aunque también es cierto que se pueden dar bajas por este parásito sin que se llegue a hacer visible síntoma alguno. Pero más específicamente, los síntomas propios de esta afección son la aparición de un empañamiento mucoso y blanquecino de las zonas afectadas, a modo de masivas secreciones de cutícula (ojo, no lo son), que pueden acabar en casos más graves con la aparición de pequeñas manchas sanguinolentas, no tan acentuadas como en una septicemia, pero claramente visibles. Esa opacidad blanquecina y aleatoria de diversas partes corporales, que se extienden con rapidez, cubriendo todo el pez, son la marca diferencial de la enfermedad.

Trichodina (Cyclochaeta):

Enfermedad producida por varias especies de protozoos del género Trichodina como pueden ser el Trichodina acuta, el Trichodina nobilis, el Trichodina dormerguei, o el siempre recurrente Trichodina sp. Se trata en este caso de un “bichito” extremadamente irritante y de movilidad rápida, que se desplaza por la rotación que provoca sobre él mismo el movimiento de sus cilios. Realmente, no es raro encontrar en grandes instalaciones (piscifactorías o criaderos de peces ornamentales), cantidades pequeñas de este protozoo en la piel de un pequeño porcentaje de peces, lo cual no significa que sea un problema. En pequeño número podríamos decir que no causará problema alguno a su huésped, y de hecho, es probable que lo use como medio de transporte, para llegar a su huésped definitivo.

Síntomas:

Aumento del ritmo respiratorio (boqueo), una natación lenta y cansada, normalmente cerca de la superficie del agua o tras las plantas en una zona sombría y algo oscura, pérdida de apetito, un plegamiento de aletas acentuado o una decoloración general y la aparición de pequeñas superficies de mucus blanquecino sobre la piel del huésped, que en caso de afecciones graves aumentan rápidamente su superficie.

Producidas por Protozoos-Intestinales

Hexamita:

Se trata de una lacra que afecta a varias especies de grandes cíclidos como pueden ser los Uaru amphicanthoides o los Cichlasoma severum. Ataca el organismo ante una bajada fuerte de defensas de su huésped, ya sea provocada por una situación de stress, una mala alimentación, o un medio inadecuado, tanto en valores químicos como en salubridad.

Síntomas:

Se aprecian pequeñas manchas grasas en los laterales de la cabeza, que con el paso de los días se van convirtiendo en agujeros de dimensión variable que dejan al descubierto el tejido óseo y muscular que se encuentra por debajo de la hipodermis. Estas marcas, son en casos más avanzados aún, visibles en las zonas anexas a la línea lateral del pez, con daños irreparables en las cadenas de neuromastos.

Producidas por Protozoos-Intradérmicos

Enfermedad del neón (Plistophora hyphessobryconis):

Se trata de diminutos “bichitos” unicelulares que se reproducen por esporas y que carecen de flagelos o cilios para moverse. El ataque de este protozoo se produce tras la ingesta por parte del pez de algunas esporas, que una vez dentro del torrente sanguíneo del animal no tardarán en situarse en el tejido muscular del pez, sobre todo en la zona dorsal, a la altura de la línea lateral.

El organismo, una vez detectado ese “cuerpo extraño” (espora) y viendo que su propio sistema inmune no es capaz de eliminarlo, opta por aislarlo del entorno por medio de una “red” de tejido conjuntivo, que da forma a eso que luego vemos y denominamos quiste. Estos quistes, denominados antaño Pansporoblastos,

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