Liderazgo

Cuando se menciona la palabra líder, usualmente se piensa en los “grandes” líderes: Mao, Martin Luther King, J.F. Kennedy, Churchill, Atila, Alejandro Magno, Henry Ford, etc., como si el termino se aplicara solo a quienes han influido en forma poderosa y contundente en diferentes campos de la humanidad; como si se dejara el termino solo para los grandes. En el libro “Lideres, el arte de mandar” de Warren Bennis y Burt Nanus se comenta que “…el liderazgo parece consistir en el dominio de unas habilidades que la mayoría posee, pero solo una minoría usa…”. Entonces, los niños líderes: ¿nacen o se hacen?

Desde los 3 años los niños comienzan a interactuar en grupo y aprenden poco a poco a jugar y compartir con otros menores de su edad. Este período está marcado por un fuerte sentimiento de egocentrismo y sentido de la propiedad, muy normal y esperado para esta etapa de desarrollo. Sin embargo, aproximadamente a los 5 años se vuelven más sociales y se vuelcan intensamente hacia su grupo de pares. A partir de esta edad, algunos niños consolidan rasgos de su personalidad que los hacen hacer amigos más fácilmente. Son quienes logran la empatía, es decir, ponerse en el lugar del otro, entenderlo y ayudarlo; aquellos que tienen un alto nivel de autoestima y están seguros de sus capacidades y talentos, lo que los lleva a ser valorados por el resto como modelo a seguir e imitar. Ellos son los denominados “niños líderes”.

¿Cómo transmitir e inspirar los valores que conducen a la grandeza? El criar a un niño sin resaltar las diferencias sociales y culturales de quienes lo rodean hacen que se forme tolerante y respetuoso, cualidades consideradas fundamentales para dirigir un grupo. Para lograr que el niño desarrolle estas virtudes se recomienda que los padres hablen constantemente con sus hijos sobre temas de actualidad mundial, dándoles a entender que los problemas de las personas en otros países son tan importantes como los que ellos sufren y que de este modo crezcan sus ganas de ayudar y guiar a sus semejantes.

Se tiene que enviar un mensaje muy claro a cada niño de que su valía está por encima de cualquier cosa que se pueda reflejar en un informe escolar o en cualquier calificación de examen. Convertir a los niños en líderes de manera individual es la meta, en el liderazgo se engloban los distintos rasgos personales y competencias en los principios básicos de la vida que los padres, educadores e incluso alumnos piden. Los jóvenes de hoy representan la generación más brillante y con más talento que ha vivido en nuestro planeta. Tienen más capacidad de adaptación, más conocimientos y más recursos que cualquier otra generación. ¿Tendrán estos jóvenes las competencias y cualidades necesarias en su personalidad para salir adelante?

En su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, Stephen Covey nos da una pista de lo que se puede lograr con los niños si los aplicamos desde una edad temprana. Lea la siguiente sinopsis expresada

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