Los materiales didácticos son herramientas de apoyo

Los materiales didácticos son herramientas de apoyo, como la menciona Skolverket (1980), “no son precisamente algo producido para la enseñanza, si no es la intención que tiene el profesor lo que decide si realmente es un material didáctico”. De ahí que los materiales didácticos utilizados en mi secuencia se encuentran basados en los estilos de aprendizajes de mis alumnos, ya que al saber que la mayoría de ellos presentaron un estilo visual, me fue de gran ayuda el implementar láminas (cartulinas) con imágenes las cuales eran de su interés y podían basarse para resolver los problemas, como en la sesión uno donde coloqué láminas con productos de tienda, utilizando envolturas recicladas, de una panadería empleando imágenes alusivas y de una farmacia por medio de cajas vacías de los medicamentos, de igual manera, al resolver los problemas con el apoyo de un folleto con ofertas de un centro comercial, pudieron observar directamente lo que tenían que realizar y responder. Asimismo, para seguir atendiendo a los alumnos visuales pero al mismo tiempo a los kinestésicos, use materiales manipulables como el “dado de fracciones” donde ellos mismos los elaboraron y jugaron con ellos, además de jugar a “tiendita” en el aula, manejando artículos y billetes didácticos. Como también, los materiales impresos, donde venían ya redactados los problemas y solamente tenían que darles solución, basándose en la observación y manipulación. De esta manera actué para que mis alumnos manejaran materiales adecuados, de acuerdo a sus necesidades e intereses.

Cabe mencionar que las actividades donde se utilizaron dichos materiales, se aplicaron en distintos espacios escolares, pues de esta manera logré sacar de la idea tradicionalista a los estudiantes que los trabajos sólo se realizan sentados en una butaca, pues un elemento fundamental para lograr el aprendizaje esperado fue la motivación de cada uno de mis alumnos, ya que al “jugar” en la ludoteca con la tiendita, el tirarse al piso con su pareja para jugar al “dado de fracciones”, o bien, el salir a jugar a la cancha a formar equipos por medio de una dinámica, facilitaron el gusto del niño por aprender y despertaron el interés por conocer y participar más en las actividades como en los círculos de plenarias, en las lluvias de ideas al expresar todo lo que ellos pensaban sobre el tema, así como, al realizar la visita a la panadería, se motivó por corregir sus errores al observar que individualmente en algún momento de su vida necesitaría aplicar este conocimiento.

Estas actividades se llevaron a cabo en cinco sesiones, cada una divididas en fase de inicio, de desarrollo y de cierre, con tiempos desde treinta minutos hasta los sesenta minutos por fase, pues de esta manera me permitió tener un acercamiento más personalizado con mis alumnos al detenerme confiadamente para explicar las dudas que surgieron en el desarrollo de las sesiones, de igual manera la forma de utilizar de este modo el tiempo me permitió realizar instrumentos de evaluación y medir sesión a sesión los avances alcanzados en el desglose del aprendizaje esperado e ir corrigiendo paulatinamente los “errores” que se venían cometiendo y así medir el aprendizaje que fue adquiriendo cada uno de mis estudiantes, rompiendo con los esquemas de que la organización del horario es inamovible, tomando la decisión de que fueran lapsos de tiempos flexibles pero coherentes.

Puesto que, algunas actividades no resultaron como lo tenía previsto, como por ejemplo, las inasistencias de algunos alumnos por razones personales, dejaron a compañeros solos y necesité organizar nuevamente al grupo para que todos tuvieran parejas. Al colocar las láminas en las sesiones, algunos precios no se alcanzaron a percibir y tuve que anotarlos en el pintarrón, por otro lado, al tratar de “proyectar” algunos de los videos no alcanzó a llegar la señal de internet a nuestra aula en mi laptop  y tuvimos que trasladarnos a la dirección para poder observarlo en la computadora que se encuentra ahí.

Es imposible que una planeación resulte como se elabora, es por eso, que siempre se debe de tener alternativas en mente para así lograr el objetivo, el cual es que los alumnos se apropien del aprendizaje esperado.

“La evaluación es un proceso integral y sistemático que recopila información, la cual permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre el logro de los aprendizajes de los alumnos” (Plan de estudios 2011, Enfoque formativo de la evaluación 2012), esto indica que lo que se evalúa son los aprendizajes, misma que se lleva a cabo en tres momentos, al inicio (diagnóstico), en el proceso (formativa) y al final (sumativa).

Para la fase de inicio de las sesiones de mi secuencia didáctica una de las técnicas que emplee fue el análisis del desempeño, para así saber si el alumno conocía o tenía nociones sobre el tema a trabajar, esto fue posible de medir con la lista de cotejo, donde por ejemplo; al inicio de las sesiones uno, dos y tres, lo que necesitaba saber es si el alumno dominaba la operación básica de la suma en sus tres aspectos, número natural, decimal y fraccionario, en la sesión cuatro de igual manera pero ya con los tres aspectos juntos, identificando así, si el alumno logró apropiarse de una parte del aprendizaje que son las sumas, y finalmente en la sesión cinco en la fase inicial apliqué una técnica de observación, por medio de una guía de observación donde a través de lluvia de ideas me permitió saber si las actividades realizadas en las sesiones anteriores  y la retroalimentación en cada una de ellas tuvieron resultados favorables, así como qué dificultades se manifestaron, cabe aclarar que este instrumento me permitió llevar un registro rápido sobre aquellos alumnos que manifestaron alguna dificultad o necesidad a lo largo de las sesiones.

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