MALA ALIMENTACION EN LOS JOVENES
izzzarco15 de Noviembre de 2014
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1Cada etapa de la vida precisa de una alimentación especial. Es fundamental contar con una nutrición adecuada, y de esta manera, asegurarnos una buena calidad de vida. Por Florencia Ochoa y Salomé Ojeda En los estudiantes, el rápido desarrollo físico e intelectual, hace que los requerimientos energéticos y nutricionales sean mayores. Se recomienda una dieta variada, completa, equilibrada e hidratada, basada en el consumo moderado de todo tipo de alimentos y una ingesta de cuatro comidas diarias. En la mayoría de los casos, los estudiantes universitarios no cumplen con estos requisitos para llevar acabo una buena alimentación, por lo que se generan trastornos alimenticios, que a largo plazo acarrearán problemas de salud.
¿Por qué se producen estos trastornos?
Es un fenómeno social que empieza en casa, debido a las malas informaciones y costumbres adquiridas, sumando a este fenómeno la desintegración familiar y la escasa comunicación diaria, cada vez mas presente en los hogares. Los jóvenes acusan este vacío y buscan satisfacer sus necesidades de diversas maneras. Factores que influyen en esto:
• Baja autoestima.
• Dificultades para resolver determinados problemas personales o laborales.
• La fuerte presión ejercida por los medios de comunicación.
• Mal empleo del tiempo destinado a las comidas diarias. (canjeado por cualquier otra actividad).
Según un informe realizado por Mireya Buitrago, directora docente de la carrera de Nutrición de la Universidad Mayor, en Chile, detecta malos hábitos en los alumnos, las cuales podrían provocar problemas importantes de salud. “El consumo excesivo de café, tabaco, y comida “chatarra”, inevitablemente le hace mal al cuerpo.A esto se pueden sumar desórdenes en los horarios de consumo de alimentos y no tomar un buen desayuno (comida trascendental durante el día)”.
DESAFORTUNADA COMBINACIÓN: a ella recurren los estudiantes.Universitaria.
2 Además añade que “una mala alimentación no sólo influye en el rendimiento académico, sino que también incide en otros factores como el cansancio, agotamiento producido por no estar consumiendo las vitaminas y sales minerales que necesitan para tener energía y ganas de estudiar y trabajar…”es un gran problema para los estudiantes, que les puede llegar a ocasionar enfermedades como: Obesidad, Enfermedades del aparato circulatorio, Cáncer, Anemia, y Bocio.” Una dieta balanceada es fundamental durante un período tan importante como el paso por la universidad, etapa donde existe un excesivo desgaste, no solamente físico sino también psíquico, por lo tanto, se requiere una alimentación variada, completa y sana.
Consejos para una alimentación saludable.
• Respetar las cuatro comidas (desayuno - almuerzo - merienda –cena y en lo posible hacer colaciones a media mañana y tarde).
• Comer gran variedad de alimentos. El consumo de alimentos variados asegura la correcta incorporación de vitaminas y minerales.
• Tratar de mantener el peso ideal.
• Evitar los excesos de grasa saturada. Se puede adquirir hipercolesterolemia (tasa alta de colesterol en sangre)
• Comer alimentos con suficiente fibra vegetal. (Pan, Verduras, Ensaladas, etc.)
• Evitar el exceso de azúcar y de sal
• Realizar actividad física acorde a su físico, edad y preferencias.
• Tener en cuenta los requerimientos diarios de vitaminas y minerales. Pudimos darnos cuenta de una verdad sumamente preocupante en la que los principales actores son los estudiantes universitarios. Estos son víctimas de la excesiva carga de trabajo, sumado a un mal manejo del tiempo. Por ello, se ven obligados a cambiar de una manera drástica sus hábitos alimenticios, sin duda por el cambio de la casa a la Universidad. Pasan de una mejor y más completa comida de casa, a la no muy nutritiva comida Express, mejor denominada, "comida chatarra". Pero podemos decir también que los jóvenes frente a esta situación no se encuentran desamparados, cuentan con una amplia información al respecto a la cual ellos pueden recurrir.
Fuentes:
• http://www.zonadiet.com/nutricion/consejos.htm
• http://noticias.universia.cl/vida-universitaria/noticia/2007/08/31/318743/mala-alimentacionpractica-comun-universitarios.html
• http://www.vivirsalud.com/2010/10/25/consecu
INTRODUCCIÓN
En México la salud es un derecho, por lo que los estados de mala nutrición — desnutrición, sobrepeso u obesidad — deben ser prevenidos o diagnosticados y tratados sin importar la edad de quienes los padecen, debido a que constituyen un factor de riesgo para otras patologías. Sin embargo, se debe reconocer la importancia de invertir especialmente en los grupos que constituirán en los próximos años a la población productiva y económicamente activa, debido a que serán un pilar fundamental para México1-2. Así mismo, se sabe que en la actualidad predominan las enfermedades no transmisibles como el sobrepeso y la obesidad (prevalencia del 70% en adultos), por encima de la desnutrición (prevalencia menor a 2% en adultos), que en la década de los cincuentas encabezaba las listas de la morbi-mortalidad nacional, con una prevalencia del 61.8%3-7. Aunado a ello, se ha evidenciado que los patrones socioculturales inmersos en la transición epidemiológica han modificado significativamente la imagen corporal, entendiendo la delgadez, incluso extrema, como un patrón normal, por lo que se ha incrementado la prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes, que ocasionan procesos de desnutrición de energía, proteína y diversos nutrimentos asociada a estos trastornos.Por otro lado, existen evidencias de que los hábitos de alimentación son factores modificables que intervienen en la expresión o el desarrollo de diversas patologías tanto por deficiencia como por exceso de energía y nutrimentos. Por ello diversas enfermedades crónico-degenerativas no transmisibles pueden prevenirse si se lleva a cabo un estilo de vida saludable5-7. Todo esto es indispensable, ya que al conocer las modificaciones de la prevalencia nacional de estas patologías, es posible pronosticar el daño, establecer estrategias o acciones que disminuyan su prevalencia y evaluar el efecto de dichas acciones. Debido a que se ha demostrado que la prevención es la mejor alternativa para disminuir la mortalidad de estas enfermedades a lo largo de su historia natural y a que constituyen uno de los mayores retos que enfrenta el sistema de salud9-10, la política nacional está actuando sobre los determinantes de la salud mediante el fortalecimiento de la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y control de riesgos sanitarios, con el objeto de reducir el impacto que tienen las enfermedades y las lesiones sobre los individuos, familias, comunidades y la sociedad en su conjunto. Dentro del marco de la promoción de la salud, la Escuela de Dietética y Nutrición de ISSSTE se ha incorporado al desarrollo del modelo de las Escuelas Promotoras de la Salud impulsado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Sectorial de Salud de nuestro país, en la que se originan estrategias preventivas para favorecer la cultura de la salud y el desarrollo de oportunidades para elegir estilos de vida saludables11, los cuales son considerados como patrones de comportamiento, valores y forma de vida que caracterizan a un individuo o grupo y representan las prácticas diarias, hábitos y actividades que pueden afectar la salud del individuo. Cuando estas acciones son responsables, adecuadas y positivas contribuyen a prevenir enfermedades y accidentes; también propician diferentes tipos de bienestar y buscan alcanzar estilos de vida de alta calidad. Algunos de los comportamientos que forman parte del estilo de vida saludable son: llevar una alimentación y nutrición adecuada, realizar actividad física y actividades recreativas de forma regular, controlar el estrés, no fumar o abusar de las bebidas alcohólicas, cafeína o fármacos y adoptar medidas de higiene y seguridad adecuadas12. Una forma de promover los estilos de vida saludables es mediante la instrumentación de políticas alimentarias y nutricionales, así como de la educación y orientación alimentaria, las cuales son fundamentales para afrontar los problemas de salud pública en materia de alimentación y nutrición, que involucra una amplia gama de estados clínicos que oscilan desde los estados marginales --leves, moderados o graves-- hasta los estados de exceso de energía, nutrimentos o ambos6, 10, 13-17. Sin embargo, para llevar a cabo estas actividades es indispensable obtener, en primera instancia, un diagnóstico nutricional de la población en la quese pretende actuar con el fin de identificar la mala nutrición. Así mismo, se deben conocer los hábitos de alimentación y los diversos componentes del estilo de vida para establecer las estrategias adecuadas encaminadas a promover un estilo de vida saludable y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas6, 9-10. Por ello, la Escuela de Dietética y Nutrición busca detectar en sus estudiantes estados de mala nutrición en etapas
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