MUTILACIONES Y MANIFESTACIONES GRÁFICAS DEL CRIMINAL
remaliEnsayo8 de Marzo de 2021
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MUTILACIONES Y MANIFESTACIONES GRÁFICAS DEL CRIMINAL
Para realizar un perfil criminal es necesario considerar el material forense encontrado en el lugar de investigación, la información que nos proporcione la víctima (viva o muerta), la geografía del lugar y el contexto sociocultural para inferir sobre sus características biográficas y de estilo de vida que lo distinguen de los demás.
Un elemento fundamental para diferenciar a una persona de otra es a través del análisis de su personalidad, que es el conjunto de características físicas, psíquicas y socioculturales organizadas y dinámicas que hacen a cada ser único e irrepetible, dichos rasgos perdurarán a lo largo de la vida y nos distinguirán de los demás. Los elementos que integran la personalidad son el temperamento, el carácter, la constitución y la inteligencia, los cuales van a determinar una particular manera de actuar. La palabra personalidad deriva de persona, que hace referencia a la máscara que utilizaban los actores de teatro en la antigüedad, a quien o que representaban cuando actuaban, de esta manera, podemos expresar, que la personalidad es la forma en la cual representamos un papel ante los demás o nos proyectamos en nuestro entorno social.
Para conocer a una persona podemos elaborar un perfil, entendiéndolo como, la descripción de los rasgos peculiares y distintivos que caracterizan a un individuo y su comportamiento frente a situaciones particulares, distinguiéndolo de los demás, encontrándose asociado a la personalidad.
Podemos hablar de un perfil profesional, que describe el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, capacidades, competencias y actividades que identifican la formación de un individuo para asumir de manera óptima las responsabilidades propias de las funciones relacionadas con el ejercicio de una profesión.
Para poder participar en la elaboración de perfiles criminales, es necesario tener el perfil idóneo, que incluye las siguientes características: observador, detallista, metódico, no es especulativo, sino que realiza inferencias, utiliza la intuición, desconfía del sentido común, hábil para procesar información, genera empatía, debe ser psicólogo, criminólogo, victimólogo, amplio conocimiento cultural.
Cuando hablamos del perfil criminal nos referimos a una hipótesis sobre la personalidad, las características demográficas (edad, sexo, raza, nivel socioeconómico, cultural) escolares y de estilo de vida del probable autor de un hecho delictivo, ya que al cometer el ilícito siempre dejará indicadores de sí mismo. Dentro de los objetivos del perfil criminal tenemos el disminuir el número de sospechosos, apoyar a la investigación criminal, establecer las características psicologías y biográficas de la víctima, determinar a través de los indicios forenses la motivación del autor, determinar las características psicosociales del probable responsable, preparar entrevistas e interrogatorios, provocar al agresor a través de los medios de comunicación, aumentar los conocimientos sobre el hecho criminal, reducir número de sospechosos, justificar la solicitud de pruebas, vincular crímenes aun mismo autor y la localización del domicilio.
Para elaborar un perfil es necesario considerar la escena del crimen o lugar de intervención (indicios físicos y conductuales), el modus operandi (manera en la cual se lleva a cabo el ilícito con éxito, logra la huida y protege la identidad del autor), la firma (el sello personal del agresor, los actos innecesarios para cometer el delito, que satisfacen necesidades psicológicas y emocionales del agresor) y la victimología (conocer a la víctima, su biografía para entender por qué fue seleccionada). Una parte importante es la firma, describe aspectos distintivos y únicos del sujeto, sus necesidades psicológicas y emocionales, establece el vínculo agresor-víctima y del motivo que lo llevó a cometer el ilícito, ¿por qué mata? No es un acto al azar sino el reflejo de su personalidad, una expresión de su identidad se refleja en la víctima y en el escenario del delito, auxilia para vincular asesinatos seriales; se puede identificar a través de rituales, actos de comunicación o descargas emocionales, como cuando se ensaña con la víctima. La evidencia se puede presentar en localizaciones (posición de personas y cosas), dirección (pisadas, trayectoria de proyectiles), contacto (conexión entre personas, animales, objetos), temporales y de secuencia (cronología del delito), de identificación (credenciales, firmas, vehículos), psicológicas (motivación del crimen, necesidades) y las inferidas (lo que hace falta).
Los perfiles criminales se pueden clasificar en inductivos o de agresores conocidos, los cuales se realizan con población carcelaria utilizando una entrevista; deductivos o de agresores desconocidos, se orientan hacia el análisis de la escena del crimen, de la víctima, del modus operandi, firma y geográficos los cuales determinan, inductivos y geográficos se relaciona con las características físicas del lugar, relaciona la localización de la escena del crimen con el probable domicilio del agresor, utiliza el concepto de mapa mental que delimita las áreas donde el sujeto se siente seguro.
Las escenas del crimen nos proyectan una historia que relaciona a la víctima y al agresor, tienen un principio y un final, pueden ser: puras (cuando no se alteran, se encuentra tal y como ocurrieron los hechos), simuladas (cuando el autor modifica los elementos de la escena para que un homicidio se observe como suicidio o accidente) y alterada (cuando la escena es modificada por el autor para despistar a los investigadores).
En las escenas del crimen podemos encontrar escenificaciones o puestas en escena, las más comunes son: escena simulada o staging, en donde los indicios han sido alterados de manera intencional por el agresor para que la policía siga líneas de investigación equivocadas, crear situaciones falsas para hacer creer que un homicidio fue suicidio o accidente; la escena ritual o fantasy act, permite al agresor satisfacer sus fantasías y se relacionan con su firma, utiliza el cuerpo de la víctima para enviar un mensaje, como un ritual para la satisfacción de sus necesidades viviendo una fantasía íntima o como algo íntimo y especial para el victimario; escena amañada o undoing, cuando el agresor trata de deshacer el homicidio por un remordimiento devolviéndola a su estado original, por ejemplo, bañar a la víctima, colocarla en una posición digna; en la escena body posing, el victimario coloca de una manera específica el cuerpo de la víctima y en la escena sexual posing, se pone a la víctima en una posición sexual. Dentro del fenómeno de la criminalidad podemos encontrar al delincuente aislado, en pareja, en pandilla, en asociación delictuosa, en delincuencia organizada y en delincuencia transnacional.
Los asesinos múltiples son aquellos que matan a más de una persona y se clasifican en: asesino en masa mata a más de cuatro personas, en un solo evento y en el mismo lugar; asesino frenético, itinerante o spree killer asesina a dos o más víctimas en un periodo de tiempo consecutivo y en dos o más lugares, no existe periodo de enfriamiento, solo deja pasar el tiempo mientras localiza a otra víctima; asesino en serie lleva a cabo más de tres asesinatos en distintos espacios geográficos y en distintos tiempos, existiendo un periodo de enfriamiento entre un homicidio y otro y el síndrome de Amok, en el cual, existe la aparición de un brote de furia salvaje que lleva al individuo a asesinar a las personas que encuentre en su camino. Existe otro tipo de asesino, el sicario, es un profesional de la violencia, su motivación es económica, mata a una persona por encargo y recibe un pago. Los motores de la conducta criminal son: la justificación, ya que el sujeto se puede sentir víctima de violencia o mal trato por parte de la sociedad; control y poder, porque el delincuente domina a la víctima y crea otra realidad ya que siente que por fin es alguien en la vida y se siente vivo, lleno de emoción, del poder que ha adquirido sobre los demás. El sicario funciona como parte de la seguridad de la organización del narcotráfico, crean su empresa y prestan sus servicios a otros delincuentes o trabajan de manera independiente y alquilan sus servicios a cualquiera. Los sicarios pueden ser marginales (pobres, buscan aceptación social, ostentan bienes a partir de carencias económicas); el antisocial (proviene de una familia disfuncional y se desarrolla en ambientes delictivos); psicopáticos (frialdad emocional, capacidad de liderazgo, disfrute de poder) y el sádico (produce el mayor sufrimiento posible y lo económico es un reforzador, lo hace porque lo disfruta).
Además de los asesinos múltiples, tenemos los delincuentes de cuello blanco, término acuñado por Sutherland, para designar a aquellas personas respetables, preparadas académicamente, de alto estatus social que cometen conductas delictivas. En los delitos de cuello azul, se presentan acciones delictivas por individuos en el curso o en relación con su actividad profesional. Así mismo tenemos los delitos de cuello dorado, referidos en el código de Hammurabi, haciendo referencia a los delitos cometidos por personas que desempeñan un puesto gubernamental.
Uno de los problemas criminológicos más apremiante y de mayor impacto social, en nuestro país y en el resto del mundo, es la delincuencia organizada. Fenómeno multifactorial realizado por un grupo de personas que llevan a cabo múltiples actividades delictivas, con una actividad principal que genera los mayores ingresos y actividades instrumentales útiles para la continuidad de la organización, como el ejercicio de la violencia, corrupción, falsificación de documentos, blanqueo de capitales, etc. Este tipo de criminalidad es considerada no convencional, porque es compleja, está conformada por una gran cantidad de personas que trabajan en ella, realizan una diversidad delictiva, establecen relaciones sociales y contactos con proveedores y clientes, la necesidad de permanencia del negocio hace necesario que el beneficio económico sea mayor que el riesgo al que están expuestos, requiere de logística, experiencia y planificación, para trabajar en la clandestinidad se requiere la participación en actividades legales e ilegales y la corrupción, la existencia de diferentes perfiles o roles profesionales, la actividad delictiva a largo plazo y el impacto dañino que genera para la sociedad a nivel económico, social y humano. Los rasgos de personalidad de los delincuentes organizados son extroversión, capacidad de demora y control de impulsos, deseo de aventuras y actividades de riesgo, narcisismo, paciencia, capacidad de planificación, ánimo de lucro, ingreso el grupo delictivo en la juventud, lazos sociales en el entorno del sujeto, familia, amigos, conocidos, profesiones legales, actividades de ocio, crisis económica, problemas financieros o familiares. La mayoría de los integrantes de la delincuencia organizada son varones, aunque también hay presencia femenina en el tráfico de drogas, de inmigrantes, falsificación de documentos, trata con fines de explotación sexual, pueden tener una profesión, captación de víctimas, control de chicas en los clubes y apartamentos; ellas se hacen presente por ambición de poder y dinero, venganza, reemplazar a un miembro muerto, romper el estereotipo de mujer sumisa o trofeo de belleza.
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