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Matrimonio: para que haya crecimiento, no crisis


Enviado por   •  21 de Abril de 2013  •  Trabajos  •  1.079 Palabras (5 Páginas)  •  401 Visitas

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MATRIMONIO: PARA QUE HAYA CRECIMIENTO, NO CRISIS

El matrimonio, como las empresas, ha de ser próspero, de lo contrario entristece y aburre. Sabemos la gran cantidad de energías necesarias para ---sin desaliento--- sacar adelante un proyecto empresarial.

Seguro que habrán oído alguna vez la muy acertada idea de hablar del matrimonio, el amor hombre-mujer-, como de un trabajo apasionante. Lo encuentro acertadísimo. Creo que, en verdad, el matrimonio requiere esfuerzo y sacrificio y, a la vez, puede ser motivo de gran disfrute, si se cuida a diario.

El matrimonio, como las empresas, ha de ser próspero, de lo contrario entristece y aburre. Todos sabemos la gran cantidad de energías necesarias para ---sin desaliento--- sacar adelante un proyecto empresarial.

Igual ocurre en el matrimonio que en la vida laboral. Es en esa tarea diaria donde se ejercitan las virtudes humanas. Así se llega a encontrar la felicidad propia, buscando la de los demás. De esta manera la felicidad es el resultado de una vida de entrega, por ello se puede ser feliz incluso con sufrimiento.

Pensemos que la ceremonia de la boda sólo fue el principio. Poco a poco se empieza a entender y valorar que la reverencia hacia la esposa o el esposo es más importante que el amor. La reverencia es muy superior al respeto. La primera necesidad de reverencia proviene de conocer lo que es el hombre, la segunda de saber bien qué es el matrimonio. De lo contrario, es muy difícil que éste alcance su elevadísima plenitud.

Viene a cuento un simpático hecho que transcribo, aunque quizás ya lo sepan. No pensemos que sea del siglo XVIII, pues es actual:

“Es la noche de bodas. El marido, con la mayor “naturalidad” del mundo, abre la puerta del dormitorio, sin avisar. Su mujer, con dulzura y sin vergüenza, le dice: ---Por favor, sal de la habitación y llama antes de entrar. ---¿Por qué tanta ceremonia? ---dice el marido. Y la esposa, pausada, sin inquietarse, con elegancia y buen humor, comenta: ---Mi amor, pues para que nunca olvides el valor del permiso que ahora mismo voy a concederte”.

ENTREGA Y PLACER

Importa mucho no invertir los términos. Evitemos presentar la sexualidad como una condición previa para el amor. Es en realidad el amor matrimonial la condición primera para el regalo que es la entrega corporal. De lo contrario, el trato sexual separa y aleja al hombre y a la mujer, en lugar de unirlos. Como dice un amigo, el cerebro es el órgano sexual más poderoso.

Comprender es una tarea de amor hecha con la inteligencia. A última hora, comprender será compartir lo poco y lo mucho, lo grande y lo pequeño, lo temporal y lo eterno.

Por experiencia sabemos que, si queremos, somos capaces de sacar tiempo para todo aquello que verdaderamente nos interesa. Entonces ¿vamos a dejar de hacer un pequeño servicio a la esposa o a los hijos, por falta de tiempo?

Hay momentos en que irá muy bien desahogarnos, oxigenarnos de un tema que no acabamos de “cuadrar” con nuestro cónyuge. Bien, pero es vital tener esa confianza de amistad con la persona adecuada, en el momento oportuno y con cierta moderación.

No convirtamos el disgusto o la contradicción en una queja espectacular. Algunos fracasos personales e incluso problemas de salud o de carácter, se pueden convertir, si no se atienden a tiempo, en la excusa-causa para que la estabilidad del matrimonio pague las consecuencias.

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