Mejora Regulatoria De Los Municipio
AlejandroMR26 de Junio de 2013
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Guías para la Mejora Regulatoria Municipal
Técnica Normativa para Elaborar
Regulaciones Municipales
Comisión Federal de Mejora Regulatoria
Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C.
Índice
Introducción 1
1. El municipio y la regulación 2
1.1 Las facultades regulatorias municipales 2
1.2 La jerarquía normativa y el tipo de regulaciones 3
1.3 El proceso regulatorio municipal 5
1.4 Los instrumentos regulatorios municipales 6
2. La técnica normativa 8
2.1 La estructura de la disposición normativa 8
A) Exposición de motivos 8
B) Nombre de la norma 9
C) Cuerpo normativo 10
D) Normas transitorias 15
E) Lugar, facultades y rúbricas 16
2.2 El contenido de la disposición normativa 16
A) Ámbito de validez 17
B) Fundamentación y motivación 17
C) Objeto de la norma 18
D) Normas supletorias 18
E) Definiciones 19
F) Creación de órganos auxiliares 19
G) Instrumentos regulatorios 20
H) Garantía de audiencia 28
K) Normas transitorias 28
Anexo A 32
Anexo B 35
Glosario 37
Bibliografía 40
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Introducción
Cuando un ayuntamiento tiene la necesidad de elaborar una regulación, empiezan a
surgir dudas sobre cómo se debe estructurar y redactar el contenido de ésta.
La presente guía busca dar respuesta a estas dudas, ofreciendo a los funcionarios
públicos responsables de la redacción de la norma los lineamientos generales que se
deben seguir.
La guía se divide en dos capítulos. El primero aborda las relaciones entre el
municipio y la regulación y describe sucintamente las facultades regulatorias
municipales establecidas en la Constitución; asimismo, explica el concepto de
jerarquía normativa, el cual define el status jurídico de las disposiciones jurídicas
municipales. En este capítulo también se describe de manera resumida el proceso
regulatorio municipal y se presentan los instrumentos regulatorios que posee la
autoridad municipal para regular la vida de sus habitantes.
El segundo capítulo trata de la técnica normativa, entendida como el conjunto de
reglas para construir ordenamientos jurídicos bien estructurados y formular
correctamente las normas que los integran. Este capítulo inicia con la presentación
de la estructura básica que cualquier disposición normativa deberá cumplir en el
momento de ser presentada a discusión ante el Cabildo. La segunda sección estudia
las características del contenido de la disposición normativa; aborda elementos
como ámbito de validez, fundamentación, motivación y definición. El apartado más
importante de esta sección es el dedicado a los instrumentos regulatorios, ya que
en él se analizan las características jurídicas que deberán tener los registros,
permisos, reportes, visitas, inspecciones y sanciones que la administración pública
municipal puede aplicar.
Al final de la guía se incorporan dos anexos, el primero aborda en forma muy
resumida las buenas prácticas para la redacción del cuerpo normativo, mientras que
el segundo es una tabla de conjugaciones a modo de ejemplo.
Es necesario subrayar que algunos de los elementos que se discuten únicamente se
aplican a las leyes emitidas por las legislaturas estatales. Sin embargo, se consideró
importante incluirlos, ya que la mayoría de las constituciones estatales otorgan a los
ayuntamientos la facultad de iniciativa en las materias que les competen, por lo que
algunos de ellos pueden llegar a utilizar tales elementos.
Finalmente, el objetivo principal de esta guía es brindar las directrices técnicas para
redactar regulaciones que otorguen seguridad jurídica a los particulares y
coadyuven a la transparencia del quehacer cotidiano de las autoridades municipales.
2
1. El municipio y la regulación
Por lo general, se concibe al municipio como la organización administrativa cuya
razón de ser es la prestación de servicios públicos. Si bien esto fue cierto durante
algunos momentos históricos, ya no lo es más, puesto que actualmente los
municipios mexicanos tienen amplias posibilidades para regular no sólo su
organización política y administrativa, sino las actividades que los particulares
desarrollan en su circunscripción. Este hecho hace de los municipios entidades
realmente autónomas de gobierno. Para comprender esta nueva situación, es
necesario revisar las facultades regulatorias municipales, lo que permitirá
posteriormente contextualizarlas dentro de la jerarquía normativa que rige en
México. Esto abrirá la posibilidad para definir cuáles son los tipos de regulaciones y
el conjunto de instrumentos regulatorios que el municipio puede emitir.
1.1 Las facultades regulatorias municipales
La Constitución Federal, al conferirle al municipio la capacidad de asumir derechos y
obligaciones y otorgarle la facultad de aprobar reglamentos, circulares y otras
disposiciones administrativas, le ha asignado importantes poderes regulatorios
sobre la población que vive en su territorio.
Si bien estos poderes están supeditados a las normas establecidas en las leyes
federales y estatales, el municipio aún tiene un gran margen de maniobrabilidad en
cuestiones como la organización de su administración municipal, la regulación de
diversos aspectos empresariales, la prestación de servicios públicos y el
aseguramiento de la participación ciudadana, y la convivencia vecinal (véase la
figura 1).
Figura 1
3
En términos generales, el municipio puede participar en la prestación y regulación
de cuestiones tan diversas como:
· agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas
residuales;
· alumbrado público;
· limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos;
· mercados y centrales de abasto;
· panteones;
· rastro;
· calles, parques y jardines, y su equipamiento;
· seguridad pública (policía preventiva municipal y de tránsito);
· zonificación;
· planes de desarrollo urbano;
· reservas territoriales;
· planes de desarrollo regional;
· uso de suelo;
· tenencia de la tierra urbana;
· construcciones;
· comercio;
· reservas ecológicas y sus programas de ordenamiento;
· transporte público de pasajeros;
· zonas federales.
Esta serie de facultades y funciones obliga a los ediles a estructurar y escribir de
manera clara, sencilla y coherente las disposiciones normativas que regulan la vida
social y económica del municipio.
1.2 La jerarquía normativa y el tipo de regulaciones
Para hacer buen uso de los diversos instrumentos jurídicos que le permiten al
municipio regular sus actividades y las de su población, es necesario comprender el
principio de jerarquía normativa.
La jerarquía normativa es la ordenación escalonada de las normas jurídicas de tal
manera que las normas de rango inferior no puedan contradecir ni vulnerar lo
establecido por una norma de rango superior.
Este principio permite establecer el orden de aplicabilidad de las normas jurídicas y
el criterio para solucionar las posibles contradicciones entre normas de distinto
rango.
La Constitución establece el principio de jerarquía normativa en el artículo 133, el
cual, en nuestro sistema jurídico, implica lo siguiente:
· Superioridad de la Constitución sobre cualquier otra norma jurídica.
· Superioridad de los tratados internacionales y de las leyes y códigos federales
sobre las normas administrativas.
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· Superioridad de la Constitución, tratados internacionales y leyes federales
sobre las Constituciones y leyes de las entidades federativas.
Este principio no sólo aplica a los actos emanados del Congreso de la Unión y de las
legislaturas locales, sino también a las disposiciones administrativas emitidas por el
Ejecutivo Federal, los ejecutivos estatales, los ayuntamientos y demás órganos
administrativos bajo la tutela de éstos (véase la figura 2).
Figura 2
De lo anterior, se deriva que la jerarquía normativa municipal tiene en su cúspide el
reglamento municipal, que es la disposición jurídica de carácter general expedida
por la administración pública municipal en virtud de su competencia y con carácter
subordinado a la Constitución, los tratados internacionales y las leyes federales y
estatales, y cuya finalidad es proveer las normas operativas para la ejecución de la
ley o para el régimen de una corporación, dependencia u otro servicio público.
Cabe destacar que, dentro de los reglamentos municipales, el Bando de Policía y
Gobierno es el más importante (sin que esto implique una mayor jerarquía
normativa), ya que en él se establece el conjunto de disposiciones jurídicas de
carácter reglamentario emitidas por el ayuntamiento, las cuales regulan la
organiz
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