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Memoria Profesional


Enviado por   •  11 de Diciembre de 2014  •  8.300 Palabras (34 Páginas)  •  357 Visitas

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En el presente trabajo iré desarrollando mi biografía personal, mi vida estudiantil, tanto del pasado como del presente, como me fui superando etapa por etapa hasta llegar hoy día al cuarto año de una carrera profesional. Las distintas dificultades y fortalezas que obtuve durante la larga trayectoria, las personas que me ayudaron y apoyaron en todo momento, tanto bueno como malo.

Esta memoria profesional contiene datos de todo tipo, mis inicios en la educación, preescolar, primaria y secundaria, lo que fui adquiriendo a lo largo de mi vida y como cada uno me marco en mayor o menor medida como así también los maestros y profesores, la elección de mi profesión, el ingreso al Instituto de Educación Superior, el análisis de lo vivido año por año en el cursado de mi carrera, y la etapa más compleja de ella, la residencia.

Desarrollo

Mi nombre es Tatiana Belén Velazquez, nací el 17 de Marzo de 1990, mi familia está compuesta por mama, papá, una hermana menor y la mas importante, mi sobrina y ahijada Isabella. Me considero una persona con un carácter muy particular, pero lo que más me gusta de mi es la seguridad que tengo en todos los aspectos. Comencé con mi vida estudiantil en el preescolar, en esta etapa de jardín no me costó tanto el despegarme de mis padres, porque desde muy chica fui al jardín privado (2 años) y por este motivo tampoco me costó adaptarme, era una niña hiperactiva, desenvuelta y amigable. Lo que más me gustaba era la atención y dedicación de las señoritas, que a pesar de lo inquieta siempre me trataban con cariño, me gustaba todas las actividades, el aprender a compartir, higienizarse y respetar, todo lo aprendí jugando, sabía que desde que entrabamos hasta la última hs. tenía distintas actividades pero todas ellas se basaban en el juego.

No terminaba todo ahí todo lo aprendido lo llevaba a mi casa, también llevaba a la práctica todos los consejos de higiene de la señorita para antes de comer, dormir etc...

Esta etapa me marco mucho porque todas las personas mayores de mi entorno festejaban cuando cantaba las canciones o recitaba las poesías del jardín, eso me motivaba más para ir a aprender nuevas cosas.

En este transcurso adquirí la confianza de quedarme en el establecimiento y sentirme segura a pesar de que mis padres no se encontraban conmigo, sabía que me iba a cuidar la señorita y estaba segura de que cuando salía ellos me esperaban.

Aquí me sentía el centro de atención y me gustaba aprender cosas nuevas y compartir con nuevos amiguitos que ya no eran los mismos de mi barrio disfrutaba de que mis padres me llevaban y traían al jardín, siempre los días lunes contábamos a la señorita como pasábamos nuestro fin de semana y a ella le gustaba escuchar todas nuestras historias. Un vez que finalice mi paso por el Nivel Inicial se venía el ingreso a la primaria, el cambio era importante y costo un poco más, las señoritas no eran las mismas y la responsabilidad era mayor, tenía que dejar el juego atrás, por suerte me tocó unas nuevas señoritas que me marcaron hasta el día de hoy, por su trato, perseverancia, cariño y se les notaba como les gustaba su profesión y amaban a los niños.

Me costaba mucho acostumbrarse a cumplir con las actividades eran muy distintas a las del jardín y ya no se aprendía jugando, pero por suerte tenía como señorita que aun las recuerdo y fueron parte muy importante en este transcurso a la maestra “Piri” Baldovino y Silvia Gatti entre otras, marcaron una conducta y confianza ya que fueron cómplice de muchas de mis travesuras, pero a su vez sabía que tenía que ser responsable en mi tarea, porque había una relación constante de los padres con los docentes, siempre que mamá me iba a retirar o en las reuniones preguntaba por mi comportamiento y mi rendimiento en el estudio.

Así como el cambio en las actividades también del jardín a la primaria se produjo un cambio con los compañeros, eran distintos y nos forzaba mucho mas todo, no se trataba solo del compartir también había que aprender, ser prolijos, respetuoso y responsable.

Aquí tenía que ser atenta, porque si no lo hacia se notaba en los exámenes y muchas veces me traía problemas en casa, en la primaria no importaba mucho como fue nuestro fin de semana, ni tampoco había el tiempo suficiente para escuchar nuestras historias, también en la casa se notaba el cambio, había que hacer la tarea para tener el permiso de ir a jugar.

En la escuela teníamos miedo de ir a dirección porque solo nos mandaban allí cuando nos portábamos mal o faltábamos el respeto a la señorita o algunos de nuestros compañeros, y sabía que todo esto repercutía en nuestra casa porque era seguro que se lo decían a los padres. Esta manera de castigarnos por decirlo de una manera, nos hacía más responsable y sabíamos hasta donde podíamos llegar y nos iban poniendo límites y haciendo saber que no éramos los niñitos de jardín donde teníamos mucho más libertad, acá afrontábamos muchas más responsabilidades.

Comenzaba otra etapa importante de mi transcurso estudiantil, el secundario , acá era todo totalmente distinto, todo era más denso, como con los profesores, en la escuela secundaria cambiaba por completo la tolerancia y dedicación, ya que algunos solo se dedicaban a dar sus clases cumplir con sus obligaciones, pero también estaban aquellos profesores que mas allá de dictar su materia les interesaba que nos formemos como personas, daban buenos consejos y buenos ejemplos, muchos de ellos escuchaban nuestras inquietudes y nos orientaban sobre nuestras futura profesión. A pesar de nuestro comportamiento como jóvenes inquietos, muchos de ellos no perdían el enfoque hacia nosotros y siempre trataban de que, aprendiéramos, que nos formáramos como buenos ciudadanos, y sobre todo entendiéramos sus clases. Todos y cada unos de los profesores nos dejaban una enseñanza y ejemplo, solo que en ese tiempo no lo sabíamos entender, no le ponías atención, quizás nos faltaba madurar para valorar todo aquello.

Esta etapa de mi vida fue la más placentera, divertida, donde encontramos a personas que hasta el día de hoy nos acompañamos y nos hicimos buenos amigos, también aquí nos fuimos formando e inclinando por una profesión, más allá de nuestro comportamiento que siempre fue bullicioso.

En la escuela secundaria así como en la primaria también teníamos profesores que cubrían nuestro comportamiento, pero sabíamos que la estábamos comprometiendo y de alguna

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