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Metodo Formativo


Enviado por   •  14 de Marzo de 2014  •  2.243 Palabras (9 Páginas)  •  231 Visitas

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LA TÉCNICA DEL INTERROGATORIO

El interrogatorio sirvió, por mucho tiempo, para informar al docente acerca de si el educando había estudiado su lección, o no, o si se había preparado para los exámenes. Hoy en día llena finalidades más amplias, que pueden resumirse en la intención de conocer mejor al educando para orientarlo en forma más consciente hasta se diría que se interroga, no sólo para verificar al aprendizaje, sino principalmente para incentivarlo.

Durante una discusión, por ejemplo, el interrogatorio debe usarse para:

a) Estimular el interés por el asunto en cuestión;

b) Hacer que los educandos participen lo más libremente posible;

c) Estimular y dirigir el análisis crítico de las relaciones que se estén discutiendo;

d) Favorecer la puesta en relieve de los aspectos esenciales de un tema;

e) Hacer que los educandos evalúen esos aspectos;

f) Hacer que los educando evalúen, también sus propios pensamientos.

g) Estimular la creatividad de los educandos.

La técnica del interrogatorio debe merecer la atención del docente por ser uno de los mejores instrumentos del campo didáctico como auxiliar en la acción de educar. Cuando asume al carácter de diálogo, de conversación, conduce al docente a conocer mejor a su alumno.

Sin embargo, ninguna otra técnica se utiliza tan mal como ésta en nuestras escuelas, debido al carácter represivo que ha asumido. El interrogatorio ha sido hasta ahora sinónimo de castigo, de forma de “sorprender al alumno desprevenido”, de notas bajas.

El interrogatorio se presta, asimismo, a la función diagnosticadora de las dificultades y deficiencias del alumno y, también para comprender su estilo de vida, su esquema de conducta, los intereses y valores dominantes que orientan sus pasos.

Un diálogo puede mostrar al maestro las dificultades de su alumno, así como facilitar el acercamiento de ambos. En base a ese conocimiento, el docente puede iniciar una labor de recuperación y orientación de su educados, principalmente de las más necesitados de ella.

Lo que es dado observar, en cuanto al uso del interrogatorio en clases, es muy diverso. En lugar de servir de vehículo de acercamiento entre maestros y alumnos, sirve, más bien, para separarlos. Es un simulacro de diálogo en el que el alumno tiene que responder como un autómata, inmediatamente, sin tiempo para reflexionar, a las preguntas del docente. Reflexionar, no viene exactamente al caso, pues, las más de la veces, lo que se pide es pura memorización. Un fracaso equivale a un cero o a una burla, cuando no a los dos casos al mismo tiempo.

Se pierde, así, el mejor instrumento de educación, que debería estar presente en todas las circunstancias, en mejor instrumento de educación de cualquier disciplina.

El interrogatorio puede emplearse para diversos fines, dentro de la actividad docente:

1. Motivación de la clase;

2. Sondeo de la preparación de la clase en determinado tema, antes de dictar nuevas clases o impartir nuevos conocimientos, de modo que se puede conectar lo conocido con lo desconocido;

3. Sondeo relativo a las posibilidades del alumno;

4. Verificación del aprendizaje, con el fin de saber si lo que se enseño ha sido debidamente asimilado y si no lo ha sido, o si lo ha sido de manera inconveniente, saber lo que permitirá una rectificación del aprendizaje;

5. Estímulo a la reflexión

6. Recapitulación y síntesis de la que se ha estudiado;

7. Fijación de las nociones tratadas en situación de estudio;

8. Anulación de la indisciplina;

9. Estimulación del trabajo individual durante la clase;

10. Preparación del ambiente para cambio de actividad o presentación de algo nuevo.

El docente debe dar importancia a las preguntas que exijan reflexión, de modo que la respuesta no sea una mera forma de expresión estereotipada. El docente debe exigir, como respuesta a una pregunta, una frase completa, no debiendo aceptar los monosílabos que poco expresan, como: “si” o “no”.

La pregunta, en general, debe dirigirse a la clase, para que todos reflexionen; luego, el docente indicará el alumno que deberá responder, La pregunta dirigida directamente a un alumno presenta dos inconvenientes: primero, al alumno interpelado se emociona y difícil mente podrá reflexionar en forma normal; segundo, los alumnos que no han sido interpelados piensan: “Esta vez todavía no soy yo la víctima” y no se interesan en elaborar, mentalmente, la respuesta.

La pregunta directa se recomienda para fines disciplinarios. En este caso, se debe insistir en la interrogación directa hasta que el alumno desista del comportamiento poco deseable.

La pregunta deben dirigirse a todos las educandos de la clase y no concentrarse en unos pocos, a fin de que toda la clase pueda participar.

El docente debe prestar especial atención, en el interrogatorio, a los alumnos retraídos o tímidos, de manera de hacerlos participar en el trabajo de la clase. Debe tener cuidado de no inhibir al educando cuando éste dé una respuesta inadecuada a una pregunta. Es preciso aprovechar la misma hasta el máximo posible, a fin de animarlo a continuar participando en la labor de la clase.

Cuando un alumno no sabe responder a una pregunta, el docente debe dirigirse a otro. En caso de que la situación persista, preguntará a la clase quién lo sabe. El docente sólo deberá responder cuando este

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