Mi Formación profesional

Mi Formación profesional

La formación profesional se puede interpretar como un proceso de aprendizaje cuyo objetivo consiste en capacitar o crear un conjunto de habilidades que permitan al sujeto a desempeñar cualquier activdad profesional dada. Se trata de un proceso personal que consiste en autocapacitarse, educarse e ir aquiriendo nuevas habilidades que permitan el crecimiento cultural y profesional. Ser conscientes de las aptitudes y actitudes propias, así como de las debilidades, generan una autocrítica que permite seguir trabajando en dirección al fin buscado, creando en el sujeto una confianza que a su vez atrae la atención de reclutadores y empresas que estén en busca de nuevos talentos.

Para la formación profesional es imprecindible contar con competencias que nos permitan ser asertivos en el ambiente laboral. Una de las competencias más importantes que podemos tener es la capacidad del autoaprendizaje. Esto nos permite desarrollarnos en cualquier entorno, no importa la circunstancia, ni los conocimientos previos. Esta competencia nos garantiza poder adaptarnos en ambientes ajenos a los propios. Ligada a esta compentencia, encontramos la adaptabilidad. Un ser versátil puede desenvolverse con diferentes tipos de personas, objetivos y procesos, aumentando así las posibilidades de enlaces profesionales y, por tanto, de éxito.

La formación profesional va más allá de lo teórico-académico y no se puede considerar como tal si no desarrollamos competencias que nos permitan  disputar en un mundo con acceso a tanta información. La formación profesional incluye el dominio de lo teórico, así como de lo propio: de las habilidades y el miedo.

El desarrollo de competencias es importantísimo para la formación profesional ya que nos permite distinguirnos de nuestros pares. Supongamos por ejemplo que nos encontramos compitiendo por un puesto. Entre más aptitudes, más posibilidades tendremos de conseguirlo. Y no sólo eso, existen compentencias como  el espirítu emprendedor o aquellas competencias interpresonales y sociales que trascienden a todo aquel que las presencie, generando un ambiente más unido, proactivo. Esto es, permiten trabajar mejor con las personas y que las personas a nuestro alrededor trabajen mejor logrando un resutado mucho más eficiente. No podemos obviar la importancia de la comuniciación en la formación profesional. Es quizá la competencia más importante. Nos permite relacionarnos con jefes, pares, clientes, etcétera.

No hay mayor habilidad que la de expresar un mensaje y que nuestro receptor lo reciba de manera clara y objetiva. Concluyendo y manejando la importancia que tienen las competencias se puede resumir en la diferencia entre un lider que tenga presente las diversas habilidades profesionales y uno que no las haya aun desarrollado; esto se manifiesta en gran parte en el rumbo que esta persona, desde su posición en la organización logre cumplir y mas aun, difundir entre el equipo de trabajo los valores, objetivos e incluso la visión de la empresa, esto inmediatamente se observa en un crecimiento como unidad alcanzando destacar, entre la competencia que existe en el plano.

Al manejar de manera equilibrada la formación y competencias profesionales, esto hace que el individuo se vuelva atractivo, deseable para ser visto por las organizaciones de hoy en día. Sin embargo, cuando se maneja un perfil receptible, que tenga adaptabilidad, que se desarrolle de manera autonoma logrando inspirar confianza, presencia y liderazgo, no cabe duda que cualquier organización preferirá tenerlo en su nómina.

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