Modelo Comunicacional en Venezuela
sanar9 de Mayo de 2013
11.302 Palabras (46 Páginas)482 Visitas
uevo Modelo Comunicacional en Venezuela
La construcción de un nuevo modelo comunicacional para contrarrestar efectivamente la feroz campaña mediática emprendida contra el Proceso Bolivariano en Venezuela y en el resto del mundo, es uno de los principales objetivos del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información en los actuales momentos. La nueva política puesta en marcha contempla la repotenciación de los medios del estado, creación de un nuevo canal juvenil, la inauguración de TV Sur, democratizar los espacios comunicacionales -especialmente radio y TV-, reforzar las capacidades de comunicación y empoderar comunicacionalmente al pueblo para lograr una comunicación más efectiva de parte de las instituciones del estado, así como mas participativa pues debe estar incluida la comunidad. La intención de fortalecer el área de comunicacional del estado venezolano surge - luego del golpe de estado mediático que vivió Venezuela en el mes de Abril del 2002, suceso que obligó de inmediato a generar un nuevo sistema de comunicaciones y a organizar los medios oficiales existentes para hacerlos más potentes y agregarles otros elementos para hacerlos mas efectivos y de mayor alcance. Venezuela no ha tenido cultura de información, un hecho que se evidencia con el gobierno del presidente Chávez que "entró sin las alianzas tradicionales de la elite de la IV República donde la política comunicacional de los gobiernos estaba en manos de los medios privados. En contraposición con esta situación entramos en confrontación con esa realidad y la creación de un nuevo escenario revolucionario que permita mayor participación, democracia y pluralidad en los medios". Nueva Estrategia La nueva estrategia para acompañar el proceso revolucionario puesta en marcha por el MINCI (Ministerio Popular para la Comunicación y la información) se enfoca a desmontar las políticas ejecutadas por los gobiernos anteriores, las cuales tenían como fin el debilitamiento y privatización de los medios oficiales del estado, y al mismo tiempo a apuntalar esos mismos medios para la consolidación del proceso político en los próximos años, mediante la articulación del nuevo orden comunicacional al servicio de la democracia protagónica y participativa. La estrategia comunicacional está basada en la articulación de seis ejes de acción con acciones que los complementan, los ejes son: Relanzamiento de la plataforma comunicacional del estado, ya en marcha; democratización del sistema de medios; Proactividad informativa y comunicacional; la soberanía e integración comunicacional; la reestructuración del Ministerio de Comunicación e Información y el impulso a los medios alternativos. Esta nueva estrategia es la utilizada para avanzar en las acciones que pretenden reforzar y salir de la situación de minusvalía mediática en la cual se encuentra el estado actualmente. Así como ampliar la discusión para determinar hacia donde vamos a llevar los medios. Esa discusión tiene que darse con todos los actores del proceso. En este contexto es una realidad la modernización y repotenciaciòn de los medios del estado. En ese orden Radio Nacional de Venezuela ha instalado 31 transmisores en frecuencia FM y 10 transmisores en frecuencia AM., ya esta en el aire un canal juvenil que es el Vive TV, también ya se ampliò el espectro con la instalación de 13 estaciones de alta potencia que cubrirán los principales centros urbanos y 25 transmisores de baja potencia para cubrir hacia fin de año el 80% del territorio. Lo mismo se hizo con VTV canal que ampliará su cobertura a todo el territorio nacional, con lo cual se afianzará la soberanía de cultural de nuestro territorio. Al efecto se instalan 22 transmisores de alta potencia, lo cual incluye toda la obra de ingeniería, de estos se han instalado seis. Igualmente hay 10 de baja de mediana potencia instalados; y 150 trasmisores de baja potencia que se instalaran a lo largo de los próximos tres años, los cuales permitirán alcanzar las zonas más remotas de nuestra geografía, para lo cual se requiere una tecnología de punto. A todo esto se agrega que VTV cuenta con tecnología análoga, que permite avanzar y aumentar sus producciones. Este macro-proyecto comunicacional contempla la modernización de la Imprenta Nacional con la adquisición de dos rotativas de alta producción que permiten la impresión de 20 millones de libros al año; la reestructuración de Venpres, de Radio nacional de Venezuela y YVKE Mundial, luego de superada la burocracia del papeleo que se la regrese al MINCI (Ministerio Popular para la Comunicación y la Información). Todo esto derivará en el SICOE (Sistema de Comunicaciones del Estado ), instituto nuevo que se presentará al presidente de la República para unificar y enmarcar todos los esfuerzos. La plataforma también incluye Telesur, un esfuerzo desde Venezuela en conjunto con Argentina, Uruguay, Brasil y Cuba, que busca "mostrar la cara del sur", así como hablar de los procesos que ocurren en la región y como inciden en las comunidades, los cuales no son mostrados en toda su realidad por las televisoras internacionales como CNN, RAI, BBC. Telesur es una iniciativa para vernos a nosotros mismos. Nos enteramos de lo que sucede en nuestros países a través de una televisora hecha por periodistas y documentalistas de la región. Esta planta posee dos instancias: Telesur propiamente como tal, maneja distribuciones de la señal, la comercialización, informativos y la Factoría Latinoamericana de Contenidos, que fungirá como productora que encargará producciones en los países de la región. El Directorio de Telesur ya está instalado y trabajando en el país. Telesur funciona en el edificio anexo a TV, instalación que se recupera tras 20 años de abandono. Se avanza actualmente en la contratación de personal, incorporación del personal, lanzamiento de la señal de prueba, generación de identificadores gráficos, y la instalación de las corresponsalías en el extranjero, vitales para la fluidez de la información.
1.1- Comunicación y Democracia La nueva fase de radicalización de la revolución bolivariana, iniciada a fines de 2006, ha significado ante todo una profundización en el ejercicio del poder por el pueblo, mandato expreso de la Constitución aprobada por setenta por ciento del electorado en 1999. Este creativo proceso político, en rigor iniciado con el caracazo, ha descollado internacionalmente desde que llegó al gobierno por estimular la incursión activa en política de millones a quienes se les negó ese derecho siempre, por más que el estereotipo impuesto desde Washington en el hemisferio insistiera en caracterizar de “democracia ejemplar” a los cleptocráticos y represivos regímenes surgidos del Pacto de Punto Fijo. La clave de la cuestión radica en la noción de pertenencia hacia el gobierno de Hugo Chávez de los antes excluidos, demostrada de forma singular con el aplastamiento del golpe de Estado de abril de 2002 por la alianza del pueblo y los militares patriotas y reiterada en el contundente triunfo del presidente en el referendo de 2006. La creciente cultura general y política favorecidas por el hecho revolucionario, con sus reconocidas realizaciones en la inclusión social, han revertido en una democratización de la información y la comunicación. Por múltiples vías no convencionales, como los consejos populares y la red alternativa de medios de difusión, estalla un intenso debate político, cultural e ideológico a escala nacional. Se trata de un caso digno de estudio, toda vez que esta sociedad deliberante ha sido alcanzada en un clima de tolerancia gubernamental hacia las corporaciones mediáticas y sus delirantes campañas de mentiras y odio, incluso racista, contra la figura presidencial. Sin excepción, todas ellas llamaron al golpe y al paro petrolero gerencial y silenciaron la derrota del Golpe de estado de Abril del 2002, mientras transmitían enlatados. Los tiempos que corren no son precisamente favorables a los derechos. La ley del más fuerte de nuevo quiere convertirse en eje de las relaciones sociales e internacionales. La lógica excluyente del modelo neoliberal predominante incluso ha puesto en entredicho el sentido mismo de ciudadanía. En este contexto, la celebración del cincuentenario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se presenta como un desafío para las luchas encaminadas a profundizar la participación ciudadana en la vida democrática, condición básica de un desarrollo más equitativo y la coexistencia armónica de sociedades que expresen la diversidad humana. Debido al vertiginoso desarrollo registrado a lo largo de los últimos años y el impacto que está teniendo en todas las esferas del convivir social, la comunicación se ha convertido en un área de acción fundamental para tal propósito. Las implicaciones de estos cambios se muestran complejas y diversas. Así, el desarrollo de las nuevas tecnologías de comunicación corre entrelazado con el proceso de globalización, como efecto y causa a la vez, al tiempo que la información se afirma como el principal insumo de los procesos productivos de punta. En el plano político encontramos que las reglas del juego están cambiando aceleradamente al son del impacto mediático y del refinamiento de técnicas comunicacionales como las mediciones de opinión, mercadeo, manejos de imagen, etc., y en este nuevo escenario el peso de los medios de difusión se está tornando cada vez más preponderante, al punto que se ha tornado común que actúen con una agenda pública propia. En el ámbito cultural, en tanto, fenómenos como la televisión por satélite o Internet registran un impacto inédito, cuyo potencial para contribuir a ampliar el diálogo intercultural está siendo disminuido por la acción homogenizadora de la poderosa "industria
...