Modelo de estuctura.

Estado de la cuestión acerca de las consecuencias psicológicas y sociales que padecen los menores víctimas de violencia familiar, según estudios desarrollados en países de habla hispana en los últimos 15 años

La familia simboliza el núcleo social más importante: es donde sus miembros nacen, aprenden y se desarrollan; es decir, es el espacio donde se despliega el ciclo de la vida. Esta debe ser el principal resguardo para todos sus miembros ante cualquier problema de cualquier índole. Sin embargo, qué sucede si dentro de la familia es donde se quiebra este resguardo; donde los miembros más indefensos, los niños, encuentran un ámbito hostil y sufren maltratos físicos y psicológicos por parte incluso de sus padres o de familiares directos^[1]. Los niños serían víctimas de maltrato en lugares donde se les debe brindar protección y afecto con el fin de asegurarles un desarrollo integral y el respeto a sus derechos. Por ello, este cuadro de violencia familiar en niños ha pasado de ser un tema circunstancial a ser una preocupación de índole mundial. Esto se ve reflejado en cifras realmente escalofriantes, donde 6 de cada 10 niños entre la edad de 2 a 14 años sufren de violencia familiar y cada 5 minutos en el mundo un niño muere a causa de esta violencia. Estos hechos han sido materia de investigación desde mediados de los años cincuenta tal es así que en el año 1962 se crea el término “síndrome del niño maltratado” que describe a los menores que son agredidos por sus padres o sus propios cuidadores. De este modo, el tema toma fuerza y se empieza a crear conciencia en la población^[2] muestra de ello es que, en la actualidad, varios estudios señalan que aún mantenemos un alto porcentaje de violencia familiar infantil en países de habla hispana. Por ejemplo, en Uruguay la cifra es alarmante con un 82% de niños que sufren violencia familiar física y psicológica, un escenario similar es Chile con un 77% que muestran esta realidad^[3].

Tomando en cuenta lo antes dicho, el objetivo del presente trabajo es analizar las consecuencias que sufren estos niños al vivir en un ambiente familiar donde se desarrolla la violencia física y psicológica. Lograremos hacer este análisis echando mano de distintos estudios realizados en países de habla hispan. En tal sentido, nos planteamos darle respuesta a la siguiente pregunta: ¿cuáles son las consecuencias psicológicas y sociales que padecen las menores víctimas de violencia familiar según estudios desarrollados en países de habla hispana en los últimos 15 años? Para poder realizar este análisis sobre el tema principal y la pregunta presentada nos basaremos en las diversas publicaciones tales como “Las víctimas invisibles: afectación psicológica en menores expuestos a violencia de género” escrito por Vicenta Alcántara^[4]; en segundo lugar “Violencia escolar: maltrato entre iguales en escuelas secundarias de la zona metropolitana de Guadalajara” bajo la autoría de Laura Barragán^[5]; “Consecuencias de la violencia familiar experimentada directa e indirectamente en niños: depresión, ansiedad, conducta antisocial y ejecución académica” con la autoría de Martha Frías^[6] y José Gaxiola; “Familias multiproblemáticas y en riesgo social: características e Intervención” escrito por Esteban Gómez^[7]; “Rasgos de personalidad en niños con padres violentos” escrito por Nohemí Romo^[8] y “Niños y violencia” publicación de Unicef.

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