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Monografía De Leonado Da Vinci Cap 2


Enviado por   •  10 de Febrero de 2013  •  3.533 Palabras (15 Páginas)  •  447 Visitas

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2.1. Máquinas

Hasta hace poco tiempo se pensaba que los múltiples bocetos de máquinas de obras que aprecian en los cuadernos de Leonardo eran fruto de su ingeniosa fantasía, ordinarios apuntes y proyectos futuristas difícilmente concurrentes con la cultura técnica de su época.

A partir del siglo XII, es decir, del florecimiento de la arquitectura gótica, las obras de las catedrales eran auténticos centros de ciencia tecnológica. Los arquitectos, los carpinteros, los ingenieros los herreros y los mecánicos de toda Europa se intercambiaban sapiencias y creaban maquinas muy ingeniosas, cuyo recuerdo se ha quedado en el olvido. A Leonardo le pertenece el merito de habernos conservado algunas de ellas que, gracias a la exactitud de sus dibujos, se han podido construir fielmente.

2.1.1Tipos de máquinas

-Máquinas de guerra

Las máquinas de guerra que planteaba Leonardo, en su mayoría quedaron reducidas a planes, pues no se construyó ningún carro blindado ni una maquina de asedio. De acuerdo con algunos autores, a la fértil inteligencia de Leonardo no le importaba más que la idea, y casi siempre se perdía en desconciertos artísticos muy interesantes de problemas técnicos que no tienen que ver con la realidad.

En todo esto lo más impresionante y desconcertante es esa rara mezcla del detalle con suma exactitud y amor y la genial despreocupación de lo fundamental. Por ejemplo: equipaba el carro de hoces o de cuchillas, con un complicado engranaje de sistemas rotatorios; diseña un tanque que ha sido utilizado ya siglos atrás, integrándole elementos muy astutos; una torre de observación, un mecanismo de traspaso de fuerza a las ruedas (un motor, operable manualmente) y cañones, otorgando así al futuro la invención de las fuerzas para mover semejante mole.

A primera vista las maquinas de guerra son sobresalientes en todos sus detalles; en el fondo se trata de paráfrasis artísticas plasmadas en papel con trazos asombrosos. Los morteros lanzan una lluvia de metralla, en verdad balas introducidas en un saco de cuero que se rompen justo al salir por la boca del arma. Pero el invento no finaliza aquí: no son balas de plomo comunes, pues van suministradas de un sistema de encendido, es decir, se convierten en autónomas antes de estallar.

No obstante, la técnica armamentista estaba respectivamente desarrollada en la vida de Leonardo. Al encontrarse en Milán en los talleres de fundición de piezas de artillería, Da Vinci en una hoja trazó una gran grúa en la que cuelga un cañón listo para ser izado mediante de cabrias y palancas. Sus medidas excedían las medidas habituales; los accesorios están dibujados con gran precisión; los obreros constituyen un espléndido estudio de movimiento, luchando al lado del maravilloso cañón.

En otro de los dibujos se observa un miro coronado de almenas, y al enemigo aproximándose con escalas de salto; para la protección Leonardo crea un sistema de palancas que transita el muro y sale desde adentro hacia afuera derribando escalas. Además diseña los soportes que hay que poner en el muro para maniobrar los mecanismos, aunque el método es completamente medieval, la artillería había elevado su gran poder. Y en consecuencia Da Vinci fabrica un fortín sobre la superficie llana, poligonal, parecido a los que se construían en el siglo XVIII.

A pesar de todo esto, a Da Vinci no le bastaba con realizar nuevas piezas de artillería, ya que además creo un cañón de vapor; encima de una caja con carbones encendidos se coloca un recipiente repleto de agua, y al calentarse esta liberaba un vapor que se enviaba hacia abajo, disparando las balas como por arte de magia. Leonardo llego, incluso, a colocarle ruedas a este invento y a ponerle un dispositivo regulador de tiro, pero nunca se pudo crear.

Esta arma será puesta en la industria siglos más tarde como ametralladora. Da Vinci se ocupo también de los proyectiles, ya que estudio la resistencia del aire y creo obuses de líneas aerodinámica.

-Máquinas de uso civil

Cada idea le llevaba más lejos, ya que para poder manejar el metal tuvo que crear algunos artefactos.

Elaborar limas a mano era una trabajo muy difícil y de resultado inseguro. Así que Da Vinci invento una máquina para resolver dicho trabajo; creo “un procedimiento para que las limas se estiraran por sí solas”: una enorme mole colgada del techo brindaba fuerza motriz; al elevarse esta gracias a una manivela, ponía en movimiento a una rueda dentada, que a cada revolución disparaba un martillo, al mismo tiempo que un husillo, empujaba automáticamente el bloque con la lima. Leonardo no dejó de lado consignar el trazado oblicuo del cincel en el pico del martillo.

- Máquinas hidráulicas

Sus grandiosos diseños son muy impresionantes, ya que elaboró un traje de buzo, muy similar al los que se unan en estos tiempos, aunque la tela protectora sea de cuero en lugar de cuero sea de goma; aletas para nadar; un barco movido por paletas que viran impulsadas por manivelas o, en proyectos más detallados, por los pies: extensos estribos desembocan por medio de correas de transmisión, en un dispositivo de engranajes que mueven el eje de la rueda de paletas. Un barco de doble fondo, de fabricación sobria en aspecto y casi elegante, que sin embargo en esos tiempos el barco de paletas resultaba ser una tarea inexplicable.

Esta serie de creaciones náuticas se generó en Venecia aunque ningún documento de la República hace referencia al tema. Si hoy se conoce es gracias a los códices de Leonardo.

-La máquina de sumar

Vale la pena señalar otro aspecto de Da Vinci. El doctor Roberto Guatelli fue un experto en Leonardo Da Vinci reconocido mundialmente ya que había realizado innumerables réplicas de sus bocetos. Tiempo después del descubrimiento de los cuadernos de Madrid en 1967, acudió a examinar la copia que poseía la universidad de Massachusetts y descubrió una imagen de una calculadora parecida a la que habia contemplado en el Códice Atlántico.

Utilizando los dos esquemas, el doctor Guatelli realizó una réplica en 1968. En la explicación de dicha réplica se dice que es un artefacto para ejecutar cálculos, una calculadora primitiva en comparación a la actual. El dispositivo de Leonardo mantiene una relación constante de diez a una en cada una de sus trece ruedas para registrar dígitos. Por cada vuelta del primer manubrio, la rueda de las unidades gira lentamente para registrar un nuevo digito de 0 a 9. Sensato de la relación de 10 a 1, la décima vuelta

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