NUEVAS TENDENCIAS MACROECOMICAS DEL SIGLO XXI

NUEVAS TENDENCIAS ECONOMICAS DEL SIGLO XXI

Desde comienzos de la década del ochenta, muchas organizaciones o, empresas y hasta países habían llegado a convencerse de que el “conocimiento” y su utilización adecuada en el desarrollo innovador de tecnologías eran la fuente clave para lograr la creación y el sostén de las ventajas competitivas y el crecimiento económico.

La llamada “economía basada en el conocimiento” se fue convirtiendo así en la orientación preferida por los que buscaban transformar los adelantos tecnológicos en las vías mas aconsejables para alcanzar la posición económicamente exitosa en el nuevo siglo. Por ejemplo, en marzo del 2000, los miembros de la Unión Europea tomaron el compromiso de convertirse, en el 2010, en la “economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo…” (Acuerdo de Lisboa). Con el correr del tiempo y ya cerca de nuestros días, la creciente volatilidad de las circunstancias y de las situaciones que fueron apareciendo en los escenarios contextuales, tanto en el mundo económico como en lo social, político, cultural, internacional y localmente, y hasta en el medio ambiente, llevó a muchos analistas y dirigentes a considerar que el conocimiento no solo era importante, como lo sostenían las orientaciones previas, sino que además, el mismo debía ser apropiadamente incorporado al diseño y realización de oportunas “estrategias” destinadas a enfrentar evolutivamente las variaciones o situaciones existentes y esperables en el complejo contexto.

La idea básica era entonces, no solo sostener y vigorizar la competitividad de las organizaciones o países, sino también diseñar y poner en acción las estrategias más aptas para ir superando o sacando partido de las nuevas situaciones que pudieran irse presentando ya fuera por las volatilidades del contexto o por las propias orientaciones adoptadas.

Se fue pasando, así, en muchos casos, de la “sociedad del conocimiento” a una combinación de esta alternativa con el desarrollo de la “sociedad estratégica del conocimiento”. Muchas organizaciones, muchas empresas y hasta muchos países han ido paulatinamente otorgando una mayor atención a las nuevas alternativas mencionadas. Aunque, también, se fueron presentando casos en los que no se logró acercarse con provecho a las nuevas orientaciones. A veces por insuficiente capacitación de los requisitos básicos, en otras ocasiones por el reemplazo del “conocimiento” verídico y clave por versiones superficiales o ilusorias.

Las nuevas visiones a que nos hemos referido, insisten en señalar que el conocimiento en las organizaciones es realmente un valioso factor en el desarrollo de estrategias exitosas. Para seguir siendo competitivos sin quedar arrollados por la fuerte volatilidad del contexto, lo que hace falta es crear, localizar, capturar, desenvolver y aplicar el conocimiento de las circunstancias, límites, riesgos y oportunidades

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