Naturaleza Y Método De La Pedagogía

Ensayo: II. Naturaleza y Método de la Pedagogía

En el presente ensayo abordare los temas de, la diferencia entre la educación y la pedagogía y por qué debe ser la educación el objeto de estudio de la pedagogía.

La educación es aquella que las nuevas generaciones van adoptando de las generaciones anteriores para de esta manera formarse en un futuro. Y la pedagogía en su caso solo es la teoría que no se lleva al acto, sus aportaciones más bien sirve como base para fomentar nuevas investigación para mejorar la forma de educar a los jóvenes.

La pedagogía en cierta manera considera a la educación como su objeto de estudio, algunos pedagogos mencionaban lo siguiente: “la pedagogía de Rabelais, la de Rosseau o la de Pestalozzi, están en oposición con la educación impartidas en sus respectivas épocas. De donde se desprende que la educación no es más que la materia de la pedagogía” (pag. 69 II. Naturaleza y Método de la pedagogía).

Para que la pedagogía pueda cumplir su objetivo y sea una ciencia tendría que seguir los métodos que la puedan avalar como ciencia, la definición de la ciencia se toma como la que comprueba cómo son las cosas. No le interesa de saber si la verdad de las cosas es agradables o desconcertantes, si en cierta manera los hechos establecidos puedan ser o no cambiados, su obligación solo consiste en buscar una verdad, y no en encontrarle defectos. Y en dicha manera la educación puede ser objeto de estudio ya que con lo aprendió a través de esta, han cambiado varios aspectos en nuestra sociedad que dependiendo de la forma de educar de cada una de estos grupos pudiesen haber dado ese giro para el cambio. La educación hoy en día tiene muchas formas de transmitir las enseñanzas con el enfoque que las distintas sociedades le han dado y con lo que han querido enseña, aunque en cierta manera las sociedades que tienen una cierta similitud pueden ser objeto para una comparación y de tal manera fundamentar lo anteriormente dicho, que sirven como un gran objeto de estudio. “En el mundo no hay una sociedad tenga un sistema educativo distinto del que está implícito en nuestra estructura” esto es lo que trata de plantear la lectura y nos vemos obligados a seguir las reglas que rigen en el ambiente social.

Ya sentada las premisa, deberíamos contestar la pregunta que menciona la lectura: “¿Acaso deberían verse en ellas doctrinas puramente científicas y debería decirse de la pedagogía que es una ciencia, la ciencia de la educación? O, ¿Acaso convendría darle otro nombre?, y en tal caso ¿Cuál?” (pág. 70 II. Naturaleza y Método de la pedagogía). Estas preguntas se pueden interpretar de distintas maneras según el punto de vista que da la lectura.

Para que la educación demuestre que la pedagogía es apta para que la estudie y se le dé el nombre de ciencia, debe de referir a hechos sentados, consumados, sometidos a observación, es necesario que dichos hechos presenten entre sí la suficiente homogeneidad como para cumplir su objetivo. La opinión es una fuerza moral, podemos faltar a ellas, pero entonces las fuerzas morales contra las que hemos levantado reaccionarán en contra de nosotros.

El mundo está lleno de ideas y sentimientos donde reposan las prácticas educativas, por lo que hay una realidad que se nos impone. Las prácticas educativas son el resultado de la acción ejercida por una generación sobre la generación que le sigue, a fin de adaptar a esta última al ambiente social en el que está llamado a vivir.

Especulaciones sobre los modos de proceder que entonces se emplean con vistas, para apreciar todo lo que valen, si son lo que deben ser. Estas son reflexiones teóricas las que se tratan de ideas, que se acercan a la ciencia.

El maestro sabe lo necesario sin tener una justificación

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