OPORTUNIDAD HUMANAMENTE EMPRENDEDORA

Las áreas empresariales constituyen una entidad con responsabilidades y objetivos a alcanzar, pero el área de Talento Humano adquiere singular relevancia pues resulta ser indispensable para el mejoramiento del elemento humano, de manera que en este escrito se relatará los inicios de dicha área y profundizará en la aparición de un nuevo paradigma hablando de factores empresariales. Esta gestión ha manifestado efectividad en determinadas empresas y por ello, hoy en día se puede considerar el aspecto más importante para realizar un Benchmarking objetivo, esto conlleva las ventajas competitivas que revelan el interés y la oportunidad que se le brinda al talento humano como elemento principal de una organización.

La gestión del talento Humano, es un proceso que surgió en la década de los 90. Las habilidades y destrezas que pueden desarrollar cada uno de los clientes internos impulsa el éxito de una empresa, es por ello que las organización han optado por incrementar el interés y dedicar tiempo al crecimiento personal de cada individuo, cuyo potencial se ve reflejado en las funciones de la entidad y de esto depende, sea cual sea el área, la productividad y efectividad de la misma.

Theodore Schultz un economista norteamericano, juzgaba la postura que tenían los economistas a finales de los años 50 y a principios de la década de los 60, para no reconocer que la inversión en capital humano, componía un motor fundamental del crecimiento económico. A partir de ello se desarrollaron nuevas teorías acerca del capital humano y permitió abrir puertas a unos de los factores más importantes en la actualidad para el mundo empresarial; es claro que hace décadas las empresas no conocían el valor real del capital humano, allí se evidencia el “know how” o “saber hacer” y es de singular importancia.

Se asume que tardó bastante en reconocerse este capital como base primordial para el logro de los objetivos, si bien las empresas poco a poco se constituyen con más aspectos legales y una serie de normas para adquirir credibilidad, desde hace mucho se realiza la base funcional de la misma que es producir bienes y servicio para satisfacer las necesidad de la comunidad y con ello obtener un beneficio. De hecho este intercambio ha evolucionado bastante pero solo con respecto a la producción, que si bien expulsa resultados y genera utilidades, la creatividad, la innovación, la competencia, el conocimiento, el entusiasmo, entre otras, es desarrollado por las personas y nada más. Un sistema empresarial en los años 60 básicamente se enfocaba en las industrias y eran de economías cerradas, a partir de los años 90´s optó por convertirse en una era de conocimiento y de economías abiertas, y siempre dispuesto a recibir para mejorar. Esto ha generado gran trascendencia en las organizaciones a nivel mundial, destacándose como una fortaleza irreemplazable.

Lo que mejor permite defender este paradigma es la integración de cada departamento a esta área, pues el factor humano se manifiesta desde la producción hasta la gerencia, y de forma madura y constante ésta gestión inculca en cada área el sentido humano y ético, y con ello mejora el ambiente laboral y las relaciones interpersonales. Adicional a esto, sin olvidar que determinada entidad ya planteó objetivo y metas a lograr, mientras se alcancen los anteriores objetivos éticos, al implantar el sentido humano en una empresa, pues su productividad se incrementará y logrará un desarrollo y un crecimiento estupendo.

Lo anterior hace énfasis en el todo de una empresa. ¿Cómo no interesarse por la parte humana, el intelecto, las ideas sin son las personas quienes llevan a cabo algo, lo que sea, mientras usen las herramientas, las destrezas que poseen y sea guiados por los objetivos ya trazados? Es lógico que, conjuntamente, trabajen para ese fin común. ¿Cómo no intervenir la gestión de talento humano en los distintos departamentos si influyen directamente en las relaciones interpersonales? Comprometerse con este factor permite empoderamiento por cada uno de los individuos, y proporciona un desarrollo integral y, si realmente las organizaciones ratifican su importancia, generarán apoyo para que puedan desenvolverse tanto individual como colectivamente, porque no se debe olvidar el componente de trabajo en equipo,

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