POLITICAS DE ENSEÑANZA. EDUCACION SUPERIOR-MERCADO-CONOCIMIENTO.
ROSANANORESEnsayo24 de Agosto de 2016
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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA NACIONAL[pic 1]
FACULTAD REGIONAL ROSARIO
MAESTRIA EN DOCENCIA UNIVERSITARIA
CICLO LECTIVO 2016
Seminario: Problemas Contemporáneos de la educación universitaria.
Docente: Dra. Adriana Chiroleu.
Alumna: Lic.Rosana Nores.
Fecha: 11 de mayo de 2016
EDUCACION SUPERIOR-MERCADO-CONOCIMIENTO.
Todos los países del mundo en estos momentos se encuentran en una etapa de reforma de la educación pública, se pueden mencionar dos fenómenos o razones.
La primera es económica, las instituciones educativas se encuentran tratando de resolver como podemos educar a nuestros jóvenes para que pueden ocupar un lugar dentro de la economía del siglo XXI, encontrándose con la dificultad de que los estados no pueden garantizar la misma, ni siquiera a corto plazo, debido a la crisis que se presenta a nivel mundial.
La segunda que se puede destacar es a nivel cultural, donde todos los países están intentando ver como se puede resolver la educación para que los jóvenes posean sentido de identidad cultural y así poder legarles los genes culturales de nuestras comunidades, a la vez formar parte del sistema de globalización.
Habiendo planteado estos fenómenos, surge el cuestionamiento de ¿cómo se puede lograr esto? Ya que por el momento los procesos que se utilizan para enfrentar al futuro se basan en repetir el pasado, y en este proceso los jóvenes comienzan a no creer en el futuro de la educación, en que el tener un titulo no les hará la diferencia o dará garantía al momento de encontrarse con el mundo laboral o introducirse al sistema económico, esta desmotivación acrecienta la marginalización, hay quienes plantean subir los estándares, eso seria un avance, el problema es que el sistema educativo actual fue diseñado y estructurado para una era diferente, durante la cultura de la ilustración cuyas circunstancias económicas se encontraban enmarcadas dentro de la revolución industrial, antes de la mitad del siglo XIX, donde no había sistemas educativos públicos en gran parte de los países del mundo, solo la gente que poseía cierto nivel económico podía acceder a la educación superior, pero la educación pública pagada con los impuestos, obligatoria para todo el mundo y al alcance, en estos momentos solo era una idea revolucionaria, teniendo mucha gente en contra de este proyecto, los cuales argumentaban que no era posible que niños pobres, en situación de calle se beneficien con la educación pública, ya que son incapaces de leer y escribir, entonces por que perder el tiempo, este pensamiento se asienta sobre una serie de suposiciones sobre la estructura social y de la capacidad de las personas, el mismo fue dirigido por el imperativo económico de aquel momento, pero a lo largo de todo ello, se infiltró el modelo intelectual de la mente, donde la ilustración manifestaba que la autentica inteligencia consistía, en la capacidad para el razonamiento deductivo, un conocimiento amplio de la cultura clásica, pudiendo resumir esto en “Capacidad Académica”, enraizada en la idea de educación pública, es decir el creer que existen “personas académicas” y “no académicas”. Este pensamiento también ha provocado marginalidad, ya que muchos han sido evaluados desde lo académico, no logrando superar las expectativas, para poder ingresar al sistema económico, de esta manera, la repercusión actual de los procesos de globalización de la economía, la disminución del Estado benefactor y la mercantilización de la cultura en las instituciones universitarias, se refleja en discursos y prácticas haciendo hincapié en el valor del dinero, la mayor oferta de opciones, el análisis costo-beneficio, el saneamiento administrativo, la distribución de recursos, los costos unitarios, los indicadores de desempeño. La inamovilidad de los puestos académicos está siendo atacada y las disciplinas tienen que probar su valor mediante su contribución a la economía, esto lleva a encontrarse con que las tradicionales formas de pedagogía y credencialización se ven transformadas por las innovaciones tecnológicas del mercado. La crisis del Estado y sus resultantes recortes presupuestales han generado una gran confianza en las estrategias de ahorro o reducción de costos y en las fuentes privadas de ingresos. provocando la desregulación en las condiciones de trabajo, restricciones en la matrícula, crecimiento de instituciones privadas, actividades empresariales del profesorado, ligas con el sector de negocios y aumento o introducción de cuotas en los usuarios, dando lugar a la emergencia de un mercado competitivo en Educación Superior.
A su vez, estos procesos afectan a muchos otros, como en una reacción en cadena. Los cambios en el origen de los ingresos universitarios (por ejemplo, altas colegiaturas y más servicios a la industria), pueden tener serias implicaciones para el acceso y la autonomía. Asimismo, las limitaciones en el acceso pueden provocar una reducción en la diversidad social o étnica de los estudiantes y la proliferación de instituciones de segunda clase, generándose diferentes niveles de calidad dentro del sistema. Además, una reducción en la autonomía institucional podría repercutir significativamente en el gobierno universitario, el curriculum y las prioridades en la investigación, la mayoría de estos cambios generados por influencia del mercado y el Estado en los asuntos universitarios, emergiendo que la falta de eficiencia y producción institucional provocado por la demanda de soluciones de los establecimientos de Educación Superior incrementen la eficiencia y productividad de la misma, provocando un dilema en cuanto a Educación Superior como “bien público” (no rivalidad-no exclusión), este concepto de bien público, no debemos pasarlo por alto ya que conlleva diferentes cargas desde su etimología, hasta el análisis del mismo en las diferentes épocas, Smith lo llama “la mano invisible” el fundamento de las definiciones neoliberales contemporáneas sitúan al bien público como el conjunto de los bienes privados. Teniendo en cuenta el concepto antes mencionado nos encontramos con el planteo de impulsar a las Universidades a que se acerquen a las demandas de Estado y de mercado. La historia de la teoría sobre los mercados y su influencia en la educación superior se remonta al menos hasta Adam Smith, quien especulaba ya en el siglo XXVIII sobre las eficiencias que podían generarse al relacionar el salario de los profesores con la productividad, versiones actuales sobre los bienes públicos y privados han influenciado sobre la forma en que pensamos acerca del potencial de la competencia del mercado libre en la educación superior, pese a este planteo, todavía existen una serie de razones para realizar este análisis con mucho detenimiento, antes de aplicar un modelo de mercado en la educación superior y para introducir la misma relacionándola con bienes, productos y servicios podemos decir que :
El producto es vendido en la mayoría de los casos a menor precio de lo que es su costo de producción.
El 90% de los que están en buscada de grados académicos se encuentran matriculados en instituciones no lucrativas.
De los matriculados, más del 75% se encuentra en instituciones públicas.
Existen barreras significativas de ingreso a nuevos proveedores en varios sectores.
Hay restricciones importantes de salida para la vasta mayoría de los proveedores.
Pese a este pequeño análisis, donde los datos se podrían seguir profundizando, hoy en día podemos afirmar que el concepto de “público” y “privado” son inestables, ambiguos. Provocan la posibilidad de perdernos en el uso de estos términos. Los significados tradicionales de este binomio se toman por un lado de la economía liberal y por el otro de la economía política y de la filosofía política liberal.
En lo que corresponde al contexto latinoamericano, se puede señalar que las tendencias globales promueven un movimiento de universalización de la educación superior, tendencia que se contrapone a las serias dificultades que en la actualidad de la mayoría de los gobiernos de América Latina posee, para poder seguir respondiendo de manera satisfactoria a las demandas de mayor acceso a la educación terciaria, además las instituciones de educación superior se hallan bajo importantes presiones para que sean más productivas, en cantidad y calidad, disponiendo de los mismos recursos o, incluso, con menos. Por otro lado, las instituciones en cuestión también se están viendo forzadas a realizar reformas institucionales que incluyan mayor transparencia en su funcionamiento y sus resultados. Esto implica la realización de evaluaciones, el establecimiento de sistemas de clasificación de instituciones y la creación de organismos de acreditación a la manera de los que existen en Europa y los Estados Unidos. Estas nuevas adecuaciones están cuestionando una de las tradiciones institucionales más celosamente resguardadas por las instituciones universitarias: la autonomía académica.
Asimismo, los viejos esquemas de administración y gestión institucional tendrán que ser remplazados o combinados por formas administrativas completamente diferentes a las actuales, tanto en estructura como en estilo. El cambio más sorprendente, sin embargo, tiene que ver con los contenidos. La gran pregunta en este sentido es cómo ofrecer a los estudiantes contenidos significativos y oportunidades de trabajo dentro de los inequitativos sistemas de educación superior latinoamericanos. Estas tendencias consideran que habrá de surgir un nuevo ambiente institucional para la educación superior de la región. De ese modo, algunos países e instituciones responderán mejor que otros a los cambios que se avecinan. Las que tengan éxito lograrán tener un mayor y mejor acceso a la información, comunicación, asistencia técnica y a los intercambios en una verdadera escala global, generando presiones en la educación superior de Latinoamérica provenientes más del "exterior" que del "interior" de las instituciones.
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