PROFESORADO, CULTURA Y POSTMODERNIDAD

PROFESORADO, CULTURA Y POSTMODERNIDAD

(CAMBIAN LOS TIEMPOS, CAMBIA EL PROFESORADO)

A. HARGREAVES

LA CULPABILIDAD

DOS TIPOS DE CULPABILIDAD

La culpabilidad persecutoria es aquella que lleva a muchos profesores a concentrarse en completar los contenidos prescritos, en vez de dejarlos de lado o transformarlos para desarrollar materiales y enfoques propios más interesantes.

La culpabilidad depresiva, como toda culpabilidad, tiene en gran parte sus orígenes en la primera infancia parece que surge de los primeros impulsos agresivos que se sienten ante un objeto amado, en especial la madre.

Es por ello que la culpabilidad depresiva aparentemente llega a su máxima intensidad cuando nos damos cuenta de que podemos dañar o desatender a quienes están a nuestro cuidado al no satisfacer sus necesidades o no prestarles suficiente atención. El problema de la culpabilidad depresiva y de cómo afrontarla no es solo un tema psicológico, sino también una cuestión filosófica de opción moral.

La auténtica culpa es la culpabilidad depresiva que uno tiene consigo mismo. La falsa culpa es una culpabilidad sentida por no ser lo que otras personas creen que uno debe ser o asumen que es.

Sin lugar a dudas estas pautas de limitación y expectativa constituyen las trampas culpabilizadoras de la enseñanza.

LAS TRAMPAS CULPABILIZADORAS

Las trampas de la culpabilidad de la enseñanza están socialmente situadas en la intersección de cuatro vías específicas de determinación y motivación en el trabajo delos profesores;

• COMPROMISO CON LA ATENCION

Que si bien es el compromiso con los objetivos de atención y educación los cuales constituyen un punto significativo de origen de la culpabilidad depresiva de los docentes, ya que cuando más atención se concede más probable es la susceptibilidad a la culpabilidad depresiva del interesado, ya que experimenta la vivencia de no haberla prestado.

En consecuencia, la atención a las personas parece fundamental en la ética y la organización de la enseñanza elemental. Interpretan la atención a las personas como la experiencia interpersonal de entrega, unión, cordialidad y amor humano.

Si se pudiéramos repasar el compromiso con la atención personal de manera en la cual se asumiera una perspectiva social y moral más amplia y se equilibrara nuestros compromisos con otros, que también son importantes desde el punto de vista educativo, educativo, es posible evitar caer en la trampa de la culpabilidad.

• LA APERTURA DE LA ENSEÑANZA.

Otro componente de las trampas de la culpabilidad de la enseñanza es el carácter abierto de las tareas. La enseñanza es “una historia interminable”, donde el trabajo nunca termina, la tarea nunca está hecha, siempre hay más cuadernos que corregir, mas clases que preparar y más atención que prestar a nuestros alumnos, la enseñanza se define en un sentido muy amplio, tanto en términos sociales y emocionales como en los académicos. El papel del profesor es difuso y no está definido en absoluto con claridad.

Cuando los compromisos apasionados con la atención a las personas se combinan con unos criterios vagos para juzgar su realización, el resultado es la culpabilidad y la quiebra profesional. Una posible solución a este exceso de culpabilidad podría ser en consistir en el desarrollo de formas más fuertes de colegialidad y de una sensación de certeza de los profesionales de docentes en el nivel escolar.

• RENDICION DE CUENTAS E INTENSIFICACION

La rendición de cuentas y la intensificación son los determinantes primordiales de la culpabilidad persecutoria, ya que constituyen un potente combinación para inducir sentimientos de culpabilidad tales como las preocupaciones y temores constantes de no haber satisfecho o no poder cumplir con las exigencias curriculares y de evaluación, ya que cada vez serán mayores las expectativas. Es por ello que tanto las rendiciones d e cuentas como la intensificación pueden ser las fuentes primordiales de la culpabilidad depresiva de los profesores.

• LA APARIENCIA DEL PERFECCIONISMO

Se puede decir que en general esta ansiedad se deriva en parte de la inexistente de un conocimiento técnico básico seguro para la profesión docente, aunque también deriva de la imposición arbitraria de unas expectativas para la docencia en torno a un único modelo de competencia en vez de un modelo múltiple; donde dichas expectativas quizás no concuerden muy bien con el yo personal del profesor o con el contexto en el cual se labora.

Además muchos de estos docentes no trabajan en el seno de culturas cooperativas de confianza y apoyo y por ello se ven obligados a construir y mantener una apariencia de perfeccionismo porque no cuentan con alguien más para quitarse las dudas o inquietudes que tengan. Y si además se agregan los problemas personales, esto hará que influyan más en la actuación profesional.

Es por ello que el proceso del perfeccionismo es fundamental para la determinación y definición de la culpabilidad dela profesor donde paradójicamente ese perfeccionismo no es sino una imperfección.

Por ello una solución a corto plazo seria la lucha, socialmente estructurada a favor de la apariencia perfeccionista sin fisuras privadas, ni públicas. Aunque a largo plazo solo generaría unas consecuencias y problemas peores aún. En forma de quiebra profesional, posturas cínicas o abandono de la profesión.

INDIVIDUALISMO E INDIVIDUALIDAD

EL CONOCIMIENTO DE LA CULTURA DEL PROFESOR

En los campos del liderazgo educativo, de la eficacia escolar, del perfeccionamiento de la escuela y del desarrollo del profesorado se acepta cada vez más la idea de que las escuelas deben tener una misión o un sentido de misión. Pero, si las misiones desarrollan la lealtad entre los fieles y la confianza entre los comprometidos, también provocan la herejía entre quienes cuestionan, difieren y dudan. En consecuencia, el individualismo, el aislamiento y el secretismo se han convertido en preocupaciones y objetivos clave del movimiento de reforma educativa.

Este capítulo analiza el fenómeno del individualismo como herejía genérica del cambio educativo. Comienza con la revisión crítica de la investigación disponible y de la bibliografía adicional sobre el individualismo, el aislamiento y el secretismo del profesor e identifica lo que se supone que son sus características constitutivas y modelos causales. A continuación, se contrastan los descubrimientos derivados del estudio sobre el tiempo de preparación con los conocimientos básicos existentes.

LAS CULTURAS DE LA ENSEÑANZA

El individualismo, el aislamiento y el secretismo constituyen una forma particular de lo que se conoce como la cultura de la enseñanza. A este respecto, las estrategias de enseñanza de los maestros de la escuela infantil, por ejemplo, evolucionan de forma diferente de las utilizadas por los profesores de adolescentes, porque los problemas con los que se enfrentan día a día son diferentes. A menudo los maestros están físicamente solos en sus aulas, sin la presencia de otros adultos. A este respecto, las culturas de los profesores y las relaciones entre ellos están entre los aspectos más destacados de su vida y trabajo, desde el punto de vista educativo. El contenido de las culturas de los profesores consiste en las actitudes, valores, creencias, hábitos, supuestos y formas de hacer las cosas fundamentales y compartidas en el seno de un determinado grupo de maestros o por la comunidad docente, en general.

La forma de la cultura de los profesores consiste en los modelos de relación y formas de asociación características entre los partícipes de esas culturas, se pone de manifiesto en el modo de articularse las relaciones entre los docentes y sus colegas. Las relaciones entre los docentes o, si queremos, la forma de su cultura puede cambiar con el tiempo.

Me parece que existen cuatro grandes formas de cultura de los profesores, cada una de las cuales tiene consecuencias muy distintas para su trabajo y para el cambio educativo. Quiero comenzar por la tantas veces mencionada y, a mi juicio, mal entendido, cultura del individualismo de los profesores. La mayor parte de las escuelas elementales todavía tiene una estructura que LORTIE describe como de "cartón de huevos": aulas segregadas que separan a los maestros entre sí, de manera que escasamente pueden ver y comprender lo que hacen sus colegas .

El aislamiento del aula permite a muchos profesores mantener un deseado nivel de intimidad, una protección frente a interferencias exteriores que, con frecuencia, valoran. Sin embargo, el aislamiento en el aula también tiene problemas. Los profesores recluidos en sus aulas reciben muy poca información procedente de adultos sobre su propio valor, mérito y competencia.

Los autores que se ocupan del tema no dudan ni discrepan de la presencia del aislamiento continuado y generalizado, del individualismo y del secretismo en la cultura de la enseñanza.

En la bibliografía de investigación, suelen considerarse como determinantes del individualismo dos tipos de explicaciones. La mayoría de

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