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Pedagogia


Enviado por   •  3 de Diciembre de 2011  •  1.128 Palabras (5 Páginas)  •  423 Visitas

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CAPITULO VIII

La juventud cristiana, no puede desarrollarse de modo selvático, si no que necesita cuidado. Corresponde ala naturaleza, a los padres, los cuales, ya ya que fueron autores de la vida natural, deben también de la vida racional, honesta y santa. DIOS testifica que esto era costumbre de Abramh, diciendo: lo conosi enque educaba a su hijos y asu familia tras si, para observar el camino de jehovaejerciendo la justicia y su derecho.(génesis 18, 19) y esto recomienda DIOS alos padres en general ordenandolo asi: hondamente grabaras mis palabras en tus hijos; y hablaras de ellas cuando estes sentado en tu casa, y cuando andes por el camino, cuando este echado y cuando te levantes (deut. 6,7)

Josefo afirma que después del diluvio el patriarca sem abrió la pirmera escuela, que después llamada hebrea.

El admirable orden de las cosas. Pues si el padre de familia nose dedica A EL A TODO AQUELLO QUE HACE relación ala casa, si no que utiliza diferentes artesanos, ¿Por qué no ha de proceder en esto de semejante manera? Cuando necesitas harina busca al molinero; si carne, al carnicero; si agual, al aguadro; si vestidos, al sastre ; clazados, al zapatero; etc. Y si para construir alos adultos en la religión tenemos templos, y para resolver las causas de lso litigantes tenemos que convocar al pueblo para informarle de algo que posemos el pretorio y la curia, ¿Por qué no hemos de tener escuela para juventud? Del mismo modo que caa uno de los campesinos no lleva a pacer las vacas y puercos, si no que los encomienda alos vaqueros que presten el servicio a todos a un tiempo, mientras ellos se entregan asus ocupasiones sin distraerse de ello.

Fanalmente, la naturaleza nos ofrece admirables ejemplos al hacer que se produzcan en cada sitio las cosas que deben existir abundantemente. Asi los arboles nacen con profunsion en las selvas, las hierbas en los campos, los peces en las aguas, los metales en las entrañas de la tierra. Y sin un bosque produce abetos, cedros o encimas, lo produce en abundancia, sin que puedan con igual facilidad desarrollarse allí otras clases de arboles; en la tierra que produce oro no da los demás metales con igual plenitud.

Por ultimo, en las cosa artísticas también observamos esto mismo cuando se produce recionalmente. El arbolcultor recorriendo las selvas y jarales, no plantan las semillas en cual quier parte que es el propósito para la planteasion, si no que preparada la lleva al jardín.

CAPITULO IX

Todos los que han nacidos hombres lo juren con el mismo fin principal, a saber para que sean los hombre; esto es, criaturas racionales, señores de las demás criaturas, imagen expresa de su creador.

El mismo DIOS nos ha segura sie,mpre que ante EL no hay acepción de personas.por lo cual, si nosotros admitimos a algunos pocos, excluyendo a otros al cultivo del ingenio, cometemos injuria, no solo contra nosotros mismos, consortes de ellos en su naturaleza, si no contra DIOSque quiere ser conosido, amado y alabado por todos a quellos en quienes se imprimió su imagen.

Y no es obstáculos que haya algunos que parescan por naturaleza idiotas y estúpidos- por que esto mismo es lo que hace mas recomendable y urgente esta cultira general de los espiritus. Por lo mismo quienes hay de naturalezas mas tarda o perversa, hay que ayudarle mas para que en lo posible se vea libre de su brutal estupidez.

No existe alguna razón por la que el sexo femenino (y esto diría algo en especial) deber ser excluido en absoluto de los estudios científicos ( ya se den en lengua latina, ya en idioma patrio). Es tan bien imagen de DIOS,

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