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Problemas de conducta en el aula

caromadoEnsayo29 de Septiembre de 2020

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Introducción

Este libro  habla, sobre los principios que se deben de tener en la práctica educativa en el rol del docente, nos platica de los principios de permanencia, pertenencia, apego escolar y el de corresponsabilidad, estos elementos son la referencia de la conceptualización del círculo mágico, técnicas que se pueden aplicar y como puede llegar aplicarlas el docente en diferentes niveles académicos.

Muchos docentes etiquetan a los niños con problemas de conducta como “niños malos o niños problemas”, juzgando al alumno por sus diferentes conductas, desconocen o no tiene la visión de que un niño es más que un simple alumno con mala conducta, que en esa conducta influye el medio ambiente y el contexto social en donde él se desenvuelve día a día.

A continuación podremos ver el tema más discutible de las escuelas los problemas de conducta en los niños, desde una perspectiva totalmente diferente donde se aplicara la compresión, clara y directa, abordando estrategias para la modificación de las conductas en el aula, junto con la compensación y adaptación aceptando la diversidad.

Teniendo como finalidad ofrecer a los educadores opciones para lidiar y afrontar con las conductas inadecuadas en el aula y transformarlas en conductas amenas y obtener una sana convivencia.

El Círculo mágico es  una estrategia de intervención psicopedagógica  con modelos actuales de comunicación, asertiva, reflexión, etc. con una estructura y sistemática para los alumnos teniendo la idea de un juego, esta dinámica incluye objetivos, reglas etapas, consignas y un ambiente tranquilo, para el niño con problema de conducta, los demás alumnos y el docente. Este mismo es el medio para llegar a una meta que es la mejora de conducta del niño,  fomentando la convivencia grupa sana, respeto, empatía, etc.

Se hablara de la historia donde los educadores cuentan con herramientas limitadas, sin variedad de estrategias y no saben controlar los problemas en el aula.se abordaran conceptos vinculados con la modificación de conducta y la dinámica de grupo con la finalidad de que todo el grupo se integre.

También se observara  una descripción, explicación, y análisis de las situaciones conductuales en las aulas, los errores que impiden que se solucionen y solo los agravamos.

También se verá el síndrome del niño pelota parchada, la aniquilación  pasiva, el complot, la violencia que genera más violencia y otros fenómenos que podemos eliminar, también se trata de las etiquetas y las dinámicas excluyentes que provocan conductas indeseables y el bajo autoestima de los niños rechazados.

En el capítulo 1 nos habla de la historia de las conductas problemáticas, este tipos de conductas no se dan por generación espontánea, si no que se aprenden, se mantienen y se incrementan a partir del entorno donde se desenvuelven, los adultos son los principales responsables de este tipo de conductas.

La conducta problema se origina desde el siglo XVIII en Alemania, donde le médico Hoffman describió un cuadro clínico, que presenta la conducta fuera de normas, rebeldía después de un castigo, actitudes impulsivas, que definió como defectos en el control moral.

El TDAH , conducta disruptiva, negativismo desafiante y conducta violenta son muy comunes hoy en día, y se les administra un fármaco llamado Ritalín que por es recetado por los pediatras o neuropediatras. En 1968 el DSM –III llamo Reacción Hiperquinética de la niñez a los niños que presentan exceso de movimiento y falta de atención y en 1980 se aceptó el termino de Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad , que abarca las conductas de atención dispersa y disruptiva y excesiva.

En 1987 con TDAH es diferente a la conducta problema aunque son similares, el grado de severidad e intencionalidad marca una diferencia cualitativa, los aspectos cualitativos de las conductas problemas son  muy importantes para su evaluación y para la forma de intervenir esto nos da   una necesidad realizar una evaluación muy objetiva sobre la intensidad, los eventos que anteceden y los que suceden a las conductas que un niño presenta ante un grupo.

El educador se siente limitado para diseñar estrategias de intervención y toda la responsabilidad se lo dejan a los psicólogos y especialistas o a los padres de familia, cuando en realidad es trabajo de todos con los que conviven con el niño, los maestros de las normales no están capacitados para atender a niños de este tipo pero esto no justifica las actitudes negativas que algunos educadores recurren para mejorar la conducta indeseable.

El CM tiene más que la solidaridad de su profesor para lograr una sana integración y pertenencia al grupo, para poder formar un individuo equilibrado. La integración, aceptación y la interacción entre los niños en el aula son sus derechos, inherentes a todo niño, abordando o por la igualdad a de oportunidades educativas, así como lo indica la ONU-UNESCO.

El doctor Velazco Fernández en los años 70, un neuropsicológico afirmaba que la población infantil había de 1 a 4%  de niños con conductas imparables, desobedientes y temerarias con un componente neurológico u orgánico comprobable, los niños hiperquinéticos cuando sus conductas incontrolables tenían una base de disfusión neurológica comprobable, en México, Solloa y Portal investigaron en la población la prevalencia de trastorno por exceso conductuales, donde predominando los varones en una proporción de nueve varones por seis mujeres.

Los problemas de conducta para algunos padres pueden ser significativos y para otros  no, algunos profesores no toleraría en su clase y los castigaría, otro acepta y probablemente hasta lo festeje. Si la conducta del niño es problema depende de la creencia personal de educador sobre lo que es aceptable y lo que no; ay podemos recurrir a la definición coloquial de problemas de conducta, como un alumno rebelde, respondo, travieso, maldoso y tramposo en los exámenes, es probable que en su casa este niño sea berrinchudo y desafiante, en la escuela cundo el profesor indica que trabajen en equipo  no quieren los demás compañeros por su indeseable e incorregible conducta. Esto nos resulta fácil dirigir los esfuerzos hacia la expulsión, como vía corta para liberarse del problema, por no contar con las estrategias ni las intenciones para lograr su integración escolar.

Las conductas problemas se dividen el dos en excesos conductuales y déficits conductuales, la primera es un niño que molesta, grita y golpea, mientras el niño con déficit no participa, no interactúa con los demás.

La hiperactividad se define como un trastorno en el desarrollo de la atención, del control de los impulsos y de la conducta gobernada por reglas, que  surge en el desarrollo temprano, ya que son crónico y afecta todas las áreas de funcionamiento escolar y social.

La hiperquinesia su significado es hiper que es exceso, quinesis es movimiento, se parece a la hiperactividad pero quien sufre de esta segunda no presenta daño neurológico y tiene tal vez una crianza  inadecuada y el niño con hiperquinsia tiene una disfunción orgánica que tiene antecedentes perinatales significativos de una disfunción cerebral.

La conducta problema, trastorno de conducta y problemas de comportamiento  son diferente a la hiperactividad  muchas personas dicen que es lo mismo pero no es así, la hiperactividad está asociada con trastornos de atención o con dificultades de aprendizaje  y no tiene las mismas manifestaciones. Los trastornos de conducta tienen alta incidencia de familias disfuncionales, con manifestaciones de hostilidad y baja socialización, conducta agresiva, baja tolerancia, frustración donde se han creado círculos de agresión, se observa defensa, venganza y una dinámica que es me-hace-le hago de tal forma no se evalúa de igual forma a los que lo hacen.

Oposicionismo desafiante se le conoce como negativismo desafiante, que se caracteriza por una serie de actitudes y conductas perturbadoras recurrentes de oposición y desafío al adulto. En el CIE 10 se presenta bajo un patrón de conducta hostil, desobediente, alterna a y de reto a las figuras de autoridad, y no llega a tentar contra los derechos  o la integridad de los demás. Algunas ocasiones es normal que los niños presenten actitudes así entre las edades de 10 y 11 meses  cuando el bebé es capaz de alimentarse usando sus manitas, entre los 8 y 9 meses cuando ha aprendido a reconocer rasgos faciales de mamá, y cuando es abrazado o cargado por un extraño. Existen dos tipos de negativismo: el pasivo y el activo, el primero se caracteriza por indiferencia, apatía y desobediencia pasiva ante las indicaciones del maestro o del adulto, por ignorar quien da las indicaciones, se llama también actitud de brazos caídos pero sin llegar el desafío y agresividad. El oposicionismo activo, el niño confronta, se opone, reta y desafía al adulto, negándose abiertamente, acompaña la discusión con agresividad, resentimiento y enojo.

La conducta agresiva se da por bombardeo de los medios de comunicación y los modelos socialmente  valorados corresponden a sujetos agresivos, la conducta agresiva cuando alcanza estatus de inadaptación y daños de integridad de los otros, la agresividad que genera relaciones destructivas e interacciones violetas que ponen en riesgo físico y social a los protagonistas. Se mantiene más estable o fija a lo largo de la vida, es difícil erradicarla  pues los factores que los mantiene y alimenta son diversos y bien arraigados , este tipo de conductas se manifiestan a temprana edad colocan en un grave riesgo y vulnerabilidad al menor, frente a la delincuencia y ese tipo de cosas, este se asocia con diversas formas de agresión a su persona, generada por sus figuras paterna- materna, siendo de manera activa o pasiva, la primera se observan fácilmente, mientras que la agresión pasiva es casi imperceptible.

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