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Problematicas, basuras en bogota.


Enviado por   •  12 de Octubre de 2015  •  Trabajos  •  2.803 Palabras (12 Páginas)  •  106 Visitas

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INTRODUCCION.

En el presente trabajo, se busca analizar cómo las actividades diarias de la ciudadanía, aunadas al déficit de capacidad de reacción de la administración pública, conllevaron a que, en el momento en el que se implantó el nuevo sistema de recolección de basuras, se generara una serie de problemáticas ambientales que afectaron a la sociedad. Además, es indispensable establecer cuál es la relevancia o el papel que juegan los recicladores en el manejo de los residuos sólidos y establecer por qué es importante vincular a estos actores sociales a los sistemas de recolección y procesamiento de dichos residuos.

Bogotá, una capital donde habitan casi ocho millones de personas y con una economía más fuerte que la de varios países latinoamericanos, está en la cabeza del alcalde mayor Dr. Gustavo Petro quien resultó elegido para gobernar la capital de la república por el periodo 2012- 2015, quien como uno de los pilares de su administración y buscando defender no solo la parte ambiental con su programa basura Cero, sino a su vez los recursos públicos de la capital, cambio el modelo de recolección de basuras del distrito capital pasándolo de privado a público mediante Decreto 564 de 2012 de la alcaldía de Bogotá, entre otros, dicho decreto buscaba defender los recursos públicos al quitarle a los privados los contratos de la recolección de basuras, para lo cual la empresa de Acueducto y de Aguas de Bogotá y la ( Uaesp) Unidad Administrativa Especial y Servicios Publico, serían los encargados de implementar un cambio al modelo de recolección de basuras en la capital colombiana, buscando con esto que el servicio fuera prestado nuevamente por la empresa pública distrital, este modelo no surtió los efectos esperados y genero pérdidas significativas al presupuesto de Bogotá.

PROBLEMÁTICA DE LAS BASURAS EN BOGOTA.

Los contrastes sociales, las problemáticas económicas, la inseguridad y los problemas de tránsito son males que deben padecer gran cantidad de ciudades y, aún más, las grandes metrópolis latinoamericanas. En este sentido, en el entorno social de la ciudad se presentan conflictos que exceden las capacidades de previsión, tanto de la comunidad, como de las entidades gubernamentales. Claro reflejo de esto fue la situación que vivió la ciudad de Bogotá desde el 18 diciembre de 2012, como consecuencia de la implementación, por parte del Alcalde Mayor de Bogotá, de un nuevo sistema de recolección de basuras

El accidentado proceso licitatorio de aseo por 2,5 billones de pesos que lleva más de tres años de retraso por inoperancia de varias administraciones, terminó en la destitución sin antecedentes del alcalde de Bogotá en ejercicio. Gustavo Petro decidió que, antes de retomar la licitación, cambiaría transitoriamente el modelo de recolección de basuras y por errores en esa implementación la Procuraduría intento destituirlo e inhabitarlo durante 15 años.

El fallo de 484 páginas lo sanciona por tres faltas disciplinarias: por haber entregado la operación del aseo a una entidad sin experiencia, por haber violado la libre competencia y por haber autorizado el uso de volquetas.

Lo primero que se debe decir es que la propuesta teórica era interesante, en la medida en que aprovechaba la terminación de los contratos que había celebrado el Distrito con las empresas privadas, para modificar el sistema, incluir a los recicladores dentro de la política pública y, buscaba generar mayor conciencia de reciclaje dentro de la población. Así, se incluye a uno de los actores sociales más relevantes en el proceso de manejo y disposición de residuos sólidos al sistema de recolección de basuras. Es más, se buscaba una acción conjunta, entre la prestación de un servicio público que se acoplara con la separación de basuras en la fuente por parte de los ciudadanos y, la recolección de los residuos aprovechables por parte de los recicladores.

Sin embargo, la incorporación de la medida implicó serios problemas sociales y ambientales. En primer lugar, los residuos sólidos se aglutinaron en calles y avenidas de la ciudad, esto es uno de los efectos ambientales más obvios. Adicionalmente, generó la proliferación de malos olores, lo cual, es una de las manifestaciones de contaminación del aire como producto de la disposición de los residuos sólidos y, además, extendió el problema de salubridad ya no sólo a los sectores circunvecinos de los rellenos sanitarios, sino al común denominador de la ciudad. Así, una política pública que se preveía dirigido a hacer eficiente y eficaz el sistema de recolección de basuras y, con ello el manejo y disposición de los residuos sólidos, degeneró en la antítesis de lo planteado. Es decir, se produjo contaminación ambiental y se aumentó el riesgo de daños contra la salud de los ciudadanos.

Adicionalmente, se debe plantear que el manejo y disposición de los residuos sólidos en Colombia, a la luz del artículo 49 de la Constitución Política, constituye un servicio público, cuya prestación está en cabeza de las entidades administrativas de orden territorial, que compagina con el derecho de los ciudadanos a gozar del derecho a un medio ambiente sano. De esta manera, se hace evidente que el Alcalde Mayor, al momento de implantar el nuevo sistema de basuras, incumplió con una obligación legal que es la de acatar las normas ambientales y de salud necesarias para garantizar una adecuada gestión de los residuos y la administración se concibe sólo en la medida en que cumple con los fines del Estado y que uno de dichos fines es la prestación de servicios públicos. Así, si se tiene en cuenta que el sistema de recolección de basuras es un servicio público, entonces, la administración pública, en este caso la distrital, no cumplió con el cometido de satisfacer los fines del Estado.

Si bien es verdad que el inadecuado manejo de estos residuos generó una situación caótica, no se debe dejar de lado que parte de la responsabilidad de ello también la tienen los ciudadanos, en la medida en que los bogotanos no han tomado como suyas políticas propias del manejo y disposición de residuos sólidos. Es más, bien se podría decir que esta situación, además de los problemas que generó, puso en evidencia que la ciudad de Bogotá debe comenzar a fijarse en aspectos primordiales como la reducción de residuos en el origen, la separación de basuras y la reutilización.

En este punto es necesario resaltar la importancia de la acción ciudadana y la generación de conciencia colectiva ambiental en la ciudad, ya que sin la cooperación y apoyo de la sociedad civil, cualquier política pública ambiental resultará anulada y destinada al fracaso. No obstante, esto no es un tema nuevo para la administración pública, por lo cual, ha tratado en años anteriores de realizar campañas y trabajos generadores de conciencia ambiental. Por ejemplo, el realizado por la Secretaria Distrital de Ambiente (SDA) en el año 2010, que consistió en utilizar su página web como espacio de comunicación de los ciudadanos con el fin de que éstos aportaran con acciones ambientales que originaran conciencia en la sociedad con respecto a temas como arborización, consumo responsable, aire limpio, humedales, ríos urbanos, contaminación visual, fauna silvestre, minería urbana, reciclaje y ruido. Además de esto, finalizaron la campaña con una movilización en el Parque Nacional, lo cual evidencia la necesidad de involucrar a todos los actores sociales sin discriminación alguna en este proceso que es de vitalidad para todos.

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