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Profesorado En EGB 1y2

santarosalapampa26 de Septiembre de 2012

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ESCUELA Nº - CICLO LECTIVO: 2.012 AÑO: 2° AREA: C. SOCIALES

DOCENTE:

Secuencia didáctica N° 2

Eje organizador: “Las sociedades a través del tiempo”.

En el actual territorio argentino, antes de la llegada de los españoles, vivía una gran diversidad de sociedades. La mayoría de los grupos que controlaban los territorios del Litoral, la región chaqueña, la Pampa y la Patagonia, tenían como principal fuente de supervivencia la caza de animales y la recolección de plantas y frutos silvestres. Otros pueblos, establecidos en el Noroeste, en Cuyo, en el centro del país y en algunas zonas del Litoral, habían logrado producir sus alimentos. Practicaban la agricultura y algunos también la cría de animales. Se trataba de sociedades en las que jefes y caciques basaban su poder fundamentalmente en sus conocimientos sobre actividades vitales para la comunidad, como la caza o los trabajos agrícolas, y en las que no había pronunciadas desigualdades. De todas maneras, aunque estas sociedades estaban fundadas en una organización social del trabajo de tipo comunitario, existían conflictos en torno de múltiples cuestiones de la vida en común. Entre los más documentados, están los que estallaban entre distintos pueblos o parcialidades por la disputa de territorios de caza o de frutos considerados valiosos.

En esta propuesta abordaremos el estudio de algunos de los pueblos cazadores-recolectores de la región chaqueña, específicamente de distintos grupos de la gran familia de los guaykurúes (tobas, mocovíes, pilagaes y abipones), con idiomas emparentados y formas de vida similares. Habitaban en las actuales provincias de Formosa y Chaco, así como en el norte de las provincias de Santiago del Estero y de Santa Fe.

Nos concentraremos en el tratamiento de dos pueblos, uno cazador y otro agricultor, profundizando en conceptos (organización social del trabajo, conflicto u otros) que colaboren con la tarea de entender cómo estaban organizadas estas sociedades.

Clase 1:

Relacionar las últimas clases de la secuencia anterior con la nueva. Actividad industrial y manufactura: hoy contamos con la industria, los comercios y supermercados para obtener todos lo que necesitamos para vivir. Cómo era hace muchos años atrás, antes de la época colonial ( trabajado en mayo).

Indagar ideas previas que los chicos tienen sobre los primeros habitantes, con preguntas como:

¿Quiénes fueron los primeros habitantes de las tierras en las que vivimos?

¿Qué hacían? ¿Cómo se alimentaban y vestían? ¿Trabajaban?

Narración del docente de un relato ficcional: ¡Un día muy, muy complicado!

Se colocan imágenes a la vista como soporte gráfico del relato, que caracterizan al grupo social en cuestión.

¡Un día muy, muy complicado!

Hace muchos años, cuando el actual territorio argentino estaba habitado solo por indígenas, allí donde el río Bermejo une sus aguas con las del Paraná, un grupo de tobas tenía... un día muy, muy complicado.

Volvían los hombres del río, redes al hombro, bolsas vacías. Mapik, el cacique, iba al frente, como cuando salían de caza. De tanto en tanto, entre el follaje del bosque, el sol dejaba ver sus rostros tristes, preocupados. No era para menos... la bajante se había adelantado y, después de una larga noche de mucho trabajo, volvían así al campamento, sin pesca, con las manos vacías.

La llegada al caserío empeoró los ánimos. Chozas destruidas, mujeres y niños llorando, ancianos con las caras largas hasta el piso. Entre sollozos, Soinidi contó a Mapik que un grupo de abipones, aprovechando que las mujeres estaban juntando frutos en el bosque, había hecho todos esos destrozos. ¡Para peor se habían llevado las vainas de algarrobo!

La furia tiñó de rojo la cara de los hombres. Mapik miró el cielo como queriendo saber por qué K’ata estaba tan enojado con ellos. ¡Pero no había tiempo que perder: los abipones no estarían muy lejos!

Mapik entendió la decisión de sus hombres. Miró a las mujeres y les pidió que fueran preparando la mudanza. Ahí no habría pesca por un buen tiempo y debían irse a otro lado, donde hubiera tapires, ñandúes y pecaríes para cazar.

Sonaban ya las trompetas y los silbatos de guerra. Las lanzas cortaban con sus filosas puntas de caña el aire del Chaco y los hombres –olvidados de la tristeza y el cansancio–, con los torsos desnudos o protegidos con sacos de yaguareté, se perdieron nuevamente en el bosque.

Renarración:

¿qué hacían los tobas para obtener su comida?

¿Qué tareas desarrollaban los hombres y cuáles las mujeres?

¿Cómo eran sus viviendas?

Se entregará una copia del relato para pegar en sus carpetas.

Ubicar en un mapa de la república Argentina los lugares donde vivían Mapik y su gente y señalar desde dónde avanzaron los atacantes.

Hacer un listado de algunos de los instrumentos que estos pueblos utilizaban para pescar, cazar y guerrear.

Clase 2:

Renarración en forma oral del relato de la clase anterior, para luego formular preguntas como:

¿Por qué tienen que mudarse?

¿Adónde se irán?

¿Siempre se mudarán?

¿Y las casas?

¿Qué se llevarán en la mudanza?

¿Qué son los sacos de yaguareté?

¿Por qué si hay bajante en el río no hay pesca?

¿Cómo son los tapires y los ñandúes? ¿Y los pecaríes?

¿Qué son las vainas de algarrobo? ¿Para qué sirven? ¿Por qué eran tan importantes?

Algunas de estas cuestiones, se pueden responder apelando a la consulta de enciclopedias y diccionarios, traídos al aula, también mostrando imágenes, como aquellas sobre ciertos animales y plantas características de la fauna y la flora chaqueñas. Otras, vamos a contribuir a encontrar las respuestas con información que la brindan los siguientes relato, la cual, gira en torno de la organización social del trabajo y los conflictos en las sociedades indígenas.

Narración de relatos extraídos de los NAP de ciencias sociales para 2do. grado: se realizarán de a uno y con la pausa entre ellos para la correspondiente renarración por parte de los alumnos.

La caza

Había varios métodos de caza. Algunos salían solos, se camuflaban con ramas y pasto y, arco y flecha en mano y hechos una parva andante, se acercaban con disimulo a sus víctimas hasta tenerlas a tiro. Otros preferían poner trampas que soltaban pesados troncos sobre los animales o los encerraban en cajas de madera si eran bichos chicos. [...] Con los pecaríes –que andan en grandes piaras o tropillas– ayudaban los perros, que los corrían y molestaban hasta que algunos machos se apartaban para atacarlos, momento en que los hombres les revoleaban sus garrotes y los dejaban secos. Cazar yaguaretés era más peliagudo. Las flechas no servían porque las atajaban a zarpazos, así que se los acorralaba con perros y entonces se los fastidiaba tirándoles palos hasta que, enfurecidos, saltaban para atacar y allí eran atajados en la punta de una lanza bien afirmada contra el suelo [...].

Animales del agua como carpinchos y yacarés se arponeaban desde la orilla; las nutrias eran corridas con perros y garroteadas y flechadas.

Miguel A. Palermo, “Los jinetes del Chaco”, en: La otra historia, N° 11,

Buenos Aires, Libros del Quirquincho, 1998, págs. 12-13

La pesca

Los guaykurúes preferían los nutritivos sábalos, pero también aprovechaban surubíes, pacúes, dorados, tarariras, mojarras y pirañas. La pesca se llevaba a cabo en la época de crecida de los ríos con arcos y flechas y también con redes “tijera”.

“Uno pesca con la red tijera, uno tiene que pescar así de noche y con el favor de la luna [...] De noche la luna lo ayuda a uno [...] uno ve el pescado bien patente como lo ve en el día [...] cuando empieza el pescado a repechar contra la correntada y cuando hay mucho pescado se lo ve que trae mucha ola, entonces uno pilla enseguida una cosa de setenta, ochenta, hasta que uno pilla doscientos, trescientos pescados [...].”

Testimonio de Raúl Santiago, comunidad de La Puntana, Salta, octubre de 1975, en:

Carlos Martínez Sarasola, Nuestros paisanos los indios, Buenos Aires, Emecé, 1992, pág. 454

La pesca con arco y flecha exige más cancha, para descubrir por pequeños movimientos del agua dónde pasa un pez (son ríos barrosos que no dejan ver) y después para pegarles el flechazo. El pescado ensartado se junta con un arpón.

Miguel A. Palermo, op. cit., pág. 14.

A recolectar

El monte ofrecía una variedad de cosas buenas para comer: los frutos del chañar y del mistol, higos de tuna, palmitos de palma caranday, raíces diversas, etc. Pero lo más importante fueron siempre las vainas de algarrobo, que se pueden comer directamente, guardarse secas, hacerse harina o convertirse en aloja, una bebida fermentada, fuerte como cerveza. La época de recolección de algarroba juntaba mucha gente y daba lugar a una larga fiesta celebrando la abundancia: en grandes bateas de madera o cuero preparaban litros y litros de aloja para los hombres y se armaban bailes que duraban días y noches enteras, como se hizo hasta el siglo XX.

Otra planta muy buscada era el caraguatá o chaguar, de cuyas hojas sacaban fibras muy resistentes con las que hacían sogas e hilos y con éstos tejían redes, taparrabos, camisetas y especialmente las yikas o bolsas que se siguen usando, ahora incluso en las ciudades.

Miguel A. Palermo, op. cit., págs. 14-15.

Trabajos de mujeres

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