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Propuesta de programa de detección de depresión en niños y adolescentes en la ciudad de Chihuahua.

Jazmín CamposDocumentos de Investigación20 de Agosto de 2016

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Claustro Universitario de Chihuahua

Licenciatura en Psicología Criminológica

Métodos de Investigación Científica II

Propuesta de programa de detección de depresión en niños y adolescentes en la ciudad de Chihuahua

Presenta:

Oralia Quintana Almanza

Cuatrimestre septiembre-diciembre de 2015

Chihuahua, Chih.

Índice

I. Justificación        

II. Objetivos        

III. Antecedentes        

IV. Marco teórico        

V. Conceptos clave        

VI. Estado del arte        

VII. Problema eje        

VIII. Hipótesis        

IX. Delimitación del problema        

X. Criterios metodológicos        

XI. Índice tentativo        

XII. Cronograma        

Bibliografía        

Apéndice        

I. Justificación

En mi experiencia personal, he vivido con la depresión desde hace mucho tiempo, al principio sin darme cuenta de mi situación real o incluso sin saber desde cuándo comenzó ésta; fue hasta el momento en el que prácticamente me hizo frente y con problemas ya no solamente emocionales, sino físicos; donde como último recurso se pidió ayuda profesional, aun sin saber realmente que era lo que ocurría. Es a partir de entonces que he podido entender que la depresión es algo más que un estado de ánimo o una actitud, que se trata de una enfermedad que no tiene un solo y único origen, además existen diferentes posibilidades de detección y por consiguiente, también distintas formas de tratamiento.

Según el DSM-5 (Asociación Americana de Psiquiatría, 2014), “la depresión es un trastorno del estado de ánimo, donde la principal característica es una alteración del humor y según su temporalidad y origen sintomático (sustancias o enfermedad médica), tiene una clasificación particular”. A pesar de saber esto, en la sociedad es una enfermedad que se “camuflajea”, ya que comúnmente se manifiesta de formas distintas, lo que hace que se confunda y en un principio ni siquiera pueda ser detectada como lo que realmente es. Por otro lado, en muchas circunstancias y/o situaciones ni siquiera es considerada una enfermedad por las personas y este desconocimiento lleva a un descuido que a la larga trae problemas no sólo emocionales, sino también físicos.

En este sentido, podemos encontrar a un grupo vulnerable: los niños y los adolescentes, los cuales por su propia edad y que aún se encuentran en el desarrollo de una personalidad, tienen un carácter voluble en el que en muy raras ocasiones es detectado cualquier tipo de problema psicológico o neurológico; ya que casi siempre son justificadas sus conductas con comentarios como: “así son los niños”, cuando en realidad ya se están manifestando rasgos de un problema más profundo y que por desconocimiento, en la mayoría de los casos éstos son ignorados, tanto por las mismas personas, como por quienes los rodean.

En nuestro país y más específicamente en la ciudad de Chihuahua (que es donde se enfocará esta investigación), no tenemos una cultura en donde nos preocupemos por nuestra situación emocional o la de quienes nos rodean, podemos ver que en programas como el CAPPSI (Centro de Atención y Prevención Psicológica), donde los servicios pueden ser incluso gratuitos, es una minoría la que busca apoyo o atención y la mayoría lo hace como último recurso e incluso en algunas ocasiones, son obligados. No existe la costumbre de la prevención psicológica y mucho menos la existe en los niños o los adolescentes.

La intención de este estudio es exponer la depresión, que es una realidad y no sólo una personalidad, pero hacerlo en una manera en la que pueda ser entendida y detectada en niños y adolescentes, para así prevenir problemas no sólo actuales, sino a futuro, ya que de no ser atendidos, estamos hablando de adultos no sólo enfermos emocionalmente, sino adultos en un estado que no es idóneo en esta sociedad, con problemas como la drogadicción, la delincuencia; por otro lado, personas que pueden sufrir de abusos (en cualquier sentido) o en el peor de los casos, llegar al suicidio.

II. Objetivos

  1. General

Proponer el diseño de un programa para la detección de depresión en niños y adolescentes de la ciudad de Chihuahua.

  1. Específicos

  1. Identificar las deficiencias en programas existentes para la prevención y detección de depresión en la ciudad de Chihuahua.
  1. Clasificar las deficiencias encontradas en los programas existentes.
  2. Detectar para su análisis, las deficiencias encontradas específicamente en casos de niños y adolescentes.
  1. Analizar los métodos utilizados para la detección.

III. Antecedentes

Dentro de los problemas de salud mental, se calcula que aproximadamente 350 millones de personas sufre de depresión. Entre el 60 y 80% de las personas con trastorno depresivo puede ser tratado por un tipo de terapia breve y el uso de antidepresivos, sin embargo, sólo cerca del 25% (en algunos países el 10%), recibe tales tratamientos (Organización Mundial de la Salud, 2012). Dentro de las barreras que se señalan para que esto ocurra, se encuentra la falta de recursos, así como la falta de capacitación a los médicos y también el estigma social asociado con cualquier trastorno mental.

A pesar de esto, no es un tema de hoy en día, sino un tema ya retomado desde hace algunos años, a lo largo del tiempo y con el avance en investigaciones se le ha identificado como una enfermedad que va en incremento, ya en el 2001 el Presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría, el Dr. Juan José López Ibor, declaró en el Día Mundial de la Salud que: “Para el año 2020, la depresión será la primera causa de baja laboral en los países desarrollados y la segunda enfermedad más frecuente en el mundo” (www.cnnespañol.com, 2001).

En México, se estima que la depresión afecta aproximadamente al 5% de la población y se le considera una enfermedad multifactorial, es decir, es causada por varios aspectos en el individuo como lo son; sociales, psicológicos y biológicos; además, existe una relación directa entre la depresión y la salud física (Secretaría de Salud, 2014).

Estudios con población adolescente muestran que, entre los trastornos más frecuentes en esa etapa de la vida, se encuentran los depresivos; 7.8% de los jóvenes cumplieron con los criterios diagnósticos de depresión mayor y 0.8% con aquéllos de distimia, la cual es un tipo de depresión crónica que tiende a recurrir y que no tiene tan profundos síntomas depresivos (Benjet, 2009, pág. 9). Un punto grave y desfavorable es que en México persiste el estigma en torno a las enfermedades mentales, al grado de que ni siquiera las pólizas de seguros médicos privados las cubren.

En la ciudad de Chihuahua realmente no podemos encontrar muchos casos de depresión infantil o en adolescentes, pero esto no es porque no existan, sino porque toda estadística se dará con respecto a los centros de salud o de atención psicológica, más no tenemos los datos de todos los que hasta hoy presentan algún problema y no han acudido en busca de algún tipo de ayuda.

Para darnos una idea podemos tomar algunos datos, por ejemplo, en información proporcionados por el CAPPSI, donde se atienden por mes en promedio 2850 personas, sólo 10 niños y/o adolescentes son atendidos con un diagnóstico de depresión, si bien este es un número muy pequeño comparado con el total de pacientes y más aún con la ciudadanía, no podemos dejar a un lado el hecho de que también se atienden en promedio 190 niños y/o adolescentes por problemas emocionales/conductuales como: rebeldía, hiperactividad, déficit de atención; en este sentido y dicho por el propio coordinador de psicología del centro, no se descarta la posibilidad de que estos niños estén siendo atendidos erróneamente y que estén presentando solamente síntomas de otro problema, donde posteriormente pueden ser cambiados dentro de sus paramentos.

También, podemos tener como referencia a los noticieros (televisivos o radiofónicos), periódicos impresos y digitales, donde cada vez se informa sobre nuevos casos donde niños han intentado dañarse y en el peor de los casos cometido suicidio, algo que también debe ser tomado en cuenta, ya que en la mayoría de estos casos, se ha admitido que los actos han sido cometidos por un episodio depresivo.

Dada la información, nos enfrentamos con el hecho de que actualmente en nuestra ciudad, no hay la implementación de algún programa que se dedique a detectar y prevenir la depresión específicamente en niños y adolescentes. Sin embargo, debería ser un tema importante, ya que dadas las tendencias, se puede ver que los problemas depresivos están en incremento, algo que se pudiera evitar si existiera la atención necesaria y oportuna, ya que esto afecta no sólo en el sentido emocional, sino también al sector salud, ya que se ha demostrado que problemas depresivos mayores afectan la salud física, como ha publicado la Organización Mundial de la Salud (2012): “Hay relaciones entre la depresión y la salud física; así, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares pueden producir depresión, y viceversa”. Además, por otro lado al respecto de la prevención nos dice en la misma publicación:

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