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NIVELES DE DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES QUE ASISTEN AL PROGRAMA DE ATENCION PSICOLOGICA


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2019  •  Informes  •  2.209 Palabras (9 Páginas)  •  101 Visitas

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UNIVERSIDAD YACAMBÚ[pic 1]

VICERRECTORADO ACADEMICO

FACULTAD DE HUMANIDADES

NIVELES DE DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES QUE ASISTEN AL PROGRAMA DE ATENCION PSICOLOGICA EN EL  CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO, NIÑA Y ADOLESCENTE DEL MUNICIPIO PALAVECINO

                                                        Autor: Maigret Colina

                                                        Tutor: Mercedes Torres

Cabudare, Agosto 2016

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

Los adolescentes conviven en una importante serie de cambios cognitivos, sociales y físicos en lo que respecta su desarrollo personal, este proceso abarca para muchos una gran complejidad. Este proceso no solo se presenta individualmente, es decir, el contexto cultural y socio histórico actual donde se desenvuelve adolescente forma un papel importante en el progreso evolutivo de cada sujeto.

Es importante mencionar,  que cada adolescente expresa su incomodidad emocional de diferentes formas. No solo se basa en lo que comúnmente definimos como depresión, es decir sentimiento de tristeza prolongado, sino que abarca más emociones y expresa conductas a la que ciertamente van más allá que una simple tristeza.Los adolescentes, pasan por diferentes facetas que reflejan la posibilidad de depresión las cuales alteran una conducta o funcionamiento fisiológico como por ejemplo las fases o etapas del sueño, victimario de bullying, déficit en el rendimiento académico y habilidades sociales, no relacionándose de manera adecuada con adultos ni individuos de su misma edad, agresividad en el hogar, baja autoestima entre otros.

Mezzich(1979)(citado por Rosillo (2012)) reflejan que la juventud se asocia con el dinamismo y la alegría, idea que resulta incompatible con la patología depresiva; sin embargo, actualmente se reconoce la depresión en el niño y adolescente como una condición que requiere de una adecuada intervención o tratamiento, dejando de ser considerada propia de los adultos aun cuando las características diagnosticadas y la sintomatología tienden a ser similares en mayor o menor grado a la depresión en adultos.

En este sentido, los síntomas depresivos se aprecian con frecuencia como un comportamiento normal en los jóvenes, debido a los cambios hormonales propios de etapa de desarrollo en la que se encuentran esto dificulta el diagnóstico y en la mayoría de los casos genera la negación y retardo de la atención necesaria para afrontar esta situación el mayor número de adolescentes con síntomas depresivos se presenta entre los 13 y 15 años de edad, edades que coinciden con la etapa de desarrollo que se caracteriza por periodos de crisis en formación de la identidad y la búsqueda del sentido de vida. (ob cit).

Según Rodríguez (2013)(p.7) la depresión, es un trastorno emocional con una distorsión cognitiva que se manifiesta con pesimismo, tristeza profunda, insatisfacción, falta de concentración, alteración del peso y del sueño, ideas de muertes recurrentes e ideas o intento de suicidio. La relación entre cognición y depresión, está en relación directa con las creencias de pérdida o derrota. Aaron Beck, considera que las personas deprimidas tienden a comportarse autoevaluándose negativamente.

Para Vallejo (2012) (ob.cit) la depresión es una tristeza sin razón aparente que la justifique; puede aparecer en niños, adolescentes y adultos jóvenes, medios y tardíos. En los niños y adolescentes puede provocar bajo rendimiento escolar acompañado de diversas manifestaciones de tristeza y aislamiento voluntario. Otras característica del cuadro clínico son el frecuente pesimismo y el nivel de autoestima bajo. La depresión puede aparecer en un hombre o una mujer aunque las mujeres son dos o tres veces más propensas que los hombres a tener esta enfermedad debido a las exigencias socioculturales del entorno y la variación hormonal; pero en términos generales es tratable y puede afectar a todas las personas en algún momento de la vida.

En este mismo orden de ideas, la clasificación del síndrome depresivo siempre ha sido objeto de múltiples investigaciones y controversias, estableciéndose con frecuencia una diferencia entre las formas reactivas y las endógenas. La historia clínica de algunos pacientes muestra causas ambientales y psicológicas como factores determinantes aparentemente obvios; entonces la depresión es llamada exógena o reactiva; en otros, no hay factores desencadenantes evidentes, y la depresión es considerada como endógena.  

Por otra parte, el desarrollo de nuevos modelos de abordaje e intervención psicoterapéutica de la depresión en la adolescencia contribuye al progreso de la psicología en general al brindar perspectivas diversas de interpretación y acción teniendo en cuenta las dimensiones biopsicosociales que contribuyen en el desarrollo adecuado de los individuos consolidados en el bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida.  

Por consiguiente, para Posada y otros (2005) (citado por Flores (2016), “La familia es el primer entorno con el que el niño tiene contacto; ella cumple funciones y en ella se generan procesos que son básicos para proporcionar al niño el ambiente propicio para el desarrollo integral y diverso” (p. 357). Por lo tanto, los niños imitan como forma de aprendizaje, es por esto que la familia es muy influyente en lo que respecta al proceso evolutivo, puesto que captan las actitudes, gestos y todo tipo de respuesta que el familiar le trasmite al infante para crear su identidad social en la adolescencia.

Es importante mencionar que, Álvarez y otros (2009), realizaron un diagnostico en España con 404 niños y adolescentes donde la depresión era el segundo diagnóstico más frecuente con un 14,6% de los casos que demandan más atención, en dicho porcentaje se incluyó el diagnostico por trastorno de adaptación, subtipo depresivo, al solo incluir trastorno depresivo mayor y distimia, el porcentaje es de 7,4% de la muestra total, siendo igualmente significativo como prevalencia en el caso y ambiente seleccionado. Dentro de este marco, cada conducta, comportamiento y acción del niño o adolescente que se note inadecuado en el transcurso de su desarrollo evolutivo es importante puesto que existe la posibilidad que una situación conlleve a desarrollar el trastorno depresivo como por ejemplo una enfermedad, condición familiar, social y cognitiva.

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