Responsabilidad Empresarial

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL Y EL ESTADO PERUANO.

Por: MIJUVI.

En los últimos años al hablar de Responsabilidad Social, automáticamente lo relacionamos con una determinada empresa, más conocida como Responsabilidad Social Empresarial (RSE), esto en atención que en la década de los 70 y los 80, la importancia de la empresa en el entorno socioeconómico de cada país, tomando de esta manera fuerza la doctrina sobre la existencia de una responsabilidad social empresarial, cuyo postulado principal o trascendental sustenta que la empresa se desarrolla en un contexto social cuya consecuencia se refleja en el impacto de sus actuaciones, razón por la cual la sociedad tiene la perspectiva que la empresa se ha convertido en un importante agente social; el nuevo rol en el cual es ubicada la empresa, origina presiones a ésta reclamando la consideración de las externalidades y costos sociales generados. Es necesario conocer que tanto los clientes, consumidores y públicos de interés para la organización, hoy en día se encuentran especialmente sensibles, informados y exigentes, tomando principal importancia al momento de poder establecer la dimensión de su contacto presente y futuro con dichas organizaciones, y más aún sobre la aceptación o rechazo a la actividad que desarrolla la empresa. Es en ese sentido que las organizaciones o empresas de hoy en día deben orientar sus acciones teniendo como base clara y definitiva, la manera de afrontar su propia responsabilidad social empresarial, teniendo como precepto que la RSE no es una moda actual, si no que por el contrario constituye una precepto destinado a posicionarse cada vez más en las estructuras de las empresas, pudiendo ser un aliado (argumento inobjetable) en la delimitación de las relaciones entre los afectados, estado y empresa, obligando a las empresas que quieran subsistir en el mercado implementar dentro de sus propósitos la aplicación adecuada de estrategias de desarrollo, sostenibilidad, preservación y mejoramiento de su responsabilidad social empresarial, aplicándola dentro de su pensamiento estratégico diario, entendiendo que tanto negocios y sociedad son la cara de una misma moneda, ya que teniendo una sociedad sana conlleva a empresas exitosas, constituyendo además a la RSE como una herramienta de reconciliación empresa-sociedad, es por esto que la RSE es fuente real y activa de ventajas competitivas, en la medida en que fortalezca la relación entre empresa y sociedad.

Por lo que no debemos de perder de vista que la implementación de la RSE, constituye una estrategia de alta consideración y valoración, dentro de todo el proceso de desarrollo de propósitos y acciones, pues esto en última instancia es un gran valor agregado per se. La RSE debe orientarse a la creación de una conciencia de valor verdadero en la entrega empresa-cliente, teniendo como reacción la réplica positiva en la conciencia, reputación y posicionamiento tanto de la marca como de la misma imagen corporativa, todo esto DEBE DE COMPLEMENTARSE CON LAS POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES, REGIONAL Y LOCALES ESTABLECIDAS POR EL GOBIERNO CENTRAL, EN ATENCIÓN QUE TANTO EMPRESA COMO ESTADO DEBEN ESTAR ORIENTADOS A LA BÚSQUEDA DEL BIEN COMÚN, logrando de ésta manera si bien es cierto no suplir el rol del Estado por parte de la empresa, pero si un importante aporte de valor agregado centrado principalmente en respeto al medio ambiente y el desarrollo tanto social y económico de comunidades socialmente marginadas o el beneficio real, conciliando a intereses públicos y privados. A manera de una primera conclusión podemos decir que la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) debe ser entendida como una asunción voluntaria por la empresa de criterios éticos, sociales y medioambientales, convergiendo de ésta manera con la demanda pública frente a los impactos negativos de la actividad empresarial, la cual se debe constituir en cimentos sobre múltiples frentes geográficos y contextuales: asociada principalmente con la dimensión del desarrollo, el deterioro de los bienes públicos globales, la responsabilidad empresarial por productos defectuosos o la pura filantropía de la empresa u organización.

Pues como hemos podido delimitar dentro de uno de los preceptos de la RSE es que tanto empresa privada como ESTADO, tiene un objetivo BUSCAR EL BIEN COMÚN, pero acaso solo la empresa privada tiene que implementar y trabajar en una responsabilidad social de acorde con los lineamientos que establezcan los gobiernos o el estado, o también es el estado quien tiene que manejar la responsabilidad social como una estrategia de alta consideración y valoración para el estado mismo, más aun teniendo en cuenta que en el marco orientado a un nuevo gobierno, con desarrollo y crecimiento con inclusión social , con una reforma que implica la transformación de las estructuras normativas, modelo de gestión y los procedimientos que dinamizan las decisiones estatales a favor de la ciudadanía; pues bien es necesario entonces plantearnos la necesidad de redefinir la tradicional y obsoleta dicotomía entre los sectores privado y público, teniendo como base que de la constatación que ninguna de ambas instancias puede, actuando excluyentemente de la otra, resolver los complejos problemas sociales y ambientales con los que se ve confrontada, es decir que entre el Estado y las empresas existe una convergencia entendida a ésta como una cuestión tanto de eficacia para ejecutar políticas públicas socialmente valiosas cuanto también de viabilidad política, por lo que la responsabilidad social empresarial constituye un marco idóneo para avanzar en rumbo a esa convergencia.

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