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Resumen Silverstone: la textura de la experiencia.


Enviado por   •  15 de Marzo de 2017  •  Resúmenes  •  2.424 Palabras (10 Páginas)  •  3.000 Visitas

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resumen silverstone- ¿Por qué estudiar los medios?

  1. La textura de la experiencia

¿Por qué estudiar a los medios? Nuestros medios son ubicuos, cotidianos, constituyen una dimensión esencial de la experiencia contemporánea, no podemos evadirnos de la presencia de los medios ni de sus representaciones. 

Quedarnos en el análisis superficial de la cultura mediática no nos sirve si queremos conocer qué hacen los medios y que hacemos nosotros con ellos. No debemos pensar en términos de cantidad (cuanto tiempo miramos tv, cuantas computadoras hay por persona, etc.), sino en términos de calidad.

Debemos estudiarlos porque son centrales en nuestra vida cotidiana. Estudiarlos como dimensiones sociales y culturales, políticas y económicas del mundo moderno. Estudiarlos en su ubicuidad y complejidad, EN SU APORTE A NUESTRA CAPACIDAD VARIABLE DE COMPRENDER EL MUNDO, ELABORAR Y COMPARTIR SUS SIGNIFICADOS. Comulga con Berlín: DEBEMOS ESTUDIARLOS COMO PARTE DE LA TEXTURA GENERAL DE LA EXPERIENCIA  expresión que alude a aquella naturaleza fundada de la vida en el mundo, a los aspectos de la experiencia que damos por sentado y que deben sobrevivir si pretendemos vivir juntos y comunicarnos unos con otros. 

Berlín caracterización metodológica porque implica necesariamente el cómo. La historia debe ser una empresa humanística, no científica en su búsqueda de leyes, generalizaciones o conclusiones éticas, sino una actividad fundada en el reconocimiento de los asuntos de los hombres. Concibe a los seres humanos como activos, que persiguen fines, modelan su vida y la de otros, sienten, reflexionan, etc., en constante interacción e intercomunicación con otros. No podemos concebirlos como organismos cuyas regularidades de conducta pueden describirse y encerrarse en fórmulas.

Medios fueron pensados como conductos que proponen rutas más o menos despejadas desde el mensaje hasta la mente. Podemos considerarlos como lenguajes que proporcionan textos y representaciones para su interpretación, o abordarlos como un marco que nos envuelve en la intensidad de una cultura mediática que alternativamente sacia, contiene y desafía.

Gran parte de nuestra inquietud pública por los efectos de los medios se concentra en un aspecto de lo que vemos especialmente en los nuevos medios: que lleguen a desplazar la sociabilidad corriente y que estemos creando una raza de adictos a la pantalla. 

La respuesta a la pregunta implicará rastrear los medios de comunicación a través del modo como participan en la vida social y cultural contemporánea. Esto implica examinar a los medios como un proceso, como algo que actúa y sobre lo que actúa en todos los niveles allí donde los seres humanos se congreguen, donde se comuniquen, donde procuren convencer, informar, entretener, educar, donde busquen conectarse unos con otros, tanto en el mundo virtual como el real.

Entender a los medios como proceso y reconocer que este es fundamental y eternamente social significa insistir en su carácter históricamente especifico. Han cambiado, están cambiando y continuaran cambiando. También implica que el proceso es políticamente económico. Los significados surgieron de instituciones progresivamente más globales. Los significados surgieron de instituciones progresivamente más globales en su alcance. Han establecido una plataforma para la comunicación masiva. A pesar de su diversidad y flexibilidad esta es aún su forma dominante, que restringe e invade culturas locales, aunque no las subyuga.

El poder de estas instituciones dominantes de los medios globales, la capacidad de controlar las dimensiones productivas y distributivas de los medios contemporáneos, y el debilitamiento de los gobiernos nacionales que les impide controlar el flujo de palabras, imágenes y datos dentro de sus fronteras nacionales, esto es para el autor indiscutible, un rasgo central de la cultura mediática contemporánea.

Debate contemporáneo alimentado por la percepción de la velocidad de estos distintos cambios y transformaciones, pero confunde la velocidad del cambio tecnológico y de las mercancías con la del cambio social y cultural. Hay pocas líneas directas de causa y efecto en el estudio de los medios. Si queremos reconocer a los medios como un proceso de mediatización, debemos atender a esta tensión.  Las instituciones NO elaboran significados, los proponen y tienen diferentes ciclos de vida e historias.

¿Quién mediatiza los medios? ¿cómo? ¿con qué consecuencias? ¿Cómo evaluamos el modo como se producen las luchas en torno y dentro de los medios: por la propiedad y el control de instituciones y significados, por el acceso y la participación, por la representación? El autor dice que no es posible establecer una teoría única de los medios.

En el estudio de los medios partimos de la experiencia y su habitualidad. Con frecuencia, la investigación sobre los medios prefirió lo significativo, el acontecimiento, la crisis, como base de su indagación. Si bien la atención a lo excepcional revela lo normal, aquella constante hacia lo excepcional provoca lecturas erróneas. Puesto que los medios son diarios. Tienen una presencia en la vida cotidiana, dado que entramos y salimos, nos conectamos y desconectamos de un espacio mediático, una conexión mediática, a otros. Los medios actúan de manera más significativa en el ámbito mundano. Filtran y modelan realidades cotidianas a través de sus representaciones singulares y múltiples, proporcionan referencias para la conducción de la vida diaria y la producción y el mantenimiento del sentido común. Y, es ahí, en lo que pasa por el sentido común, donde hay que fundar el estudio de los medios. Los medios nos dieron palabras para hablar e ideas para expresar, no como una fuerza descarnada que actúa contra nosotros mientras nos ocupamos de nuestros asuntos cotidianos, sino como parte de una realidad en la cual participamos, compartimos y sostenemos por medio de conversaciones e interacciones diarias. Gracias al sentido común estamos en condiciones de compartir nuestra vida con los otros y distinguirla de ellos. Los medios dependen del sentido común, lo reproducen, apelan a él, pero también lo explotan y lo representan erróneamente.

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