SOCIOLOGIA DE LA DOMINACION

Resumen Capítulo IX: Sociología de la Dominación

1) Estructuras y funcionamiento de la dominación la dominación

Poder y Dominación: Formas de transición.

La dominación es uno de los más importantes elementos de la acción comunitaria, y aquella desempeña un papel considerable aún donde menos se lo espera. Todas las esferas de la acción comunitaria están sin excepción profundamente influidas por las formas de dominación. Así, la dominación es un caso especial del poder. Los fines de esta no siempre están dirigidos a obtener bienes u intereses económicos, sin embargo en ocasiones la posesión de los mismos influye de un modo decisivo sobre la estructura de la dominación.

Podemos identificar dos tipos radicalmente opuestos de dominacion; por un lado mediante una constelación de intereses (monopolio) y por el otro, mediante la autoridad (poder de mando y deber de obediencia). El tipo más puro de la primera forma es el dominio monopólico de un mercado mientras que el tipo más puro de la última forma es el poder ejercido por el padre de familia, por el funcionario o por el príncipe.

El primer tipo puede transformarse gradualmente en una dominación autoritaria. En toda forma de dominación autoritaria basada en el deber, existe un móvil inevitable de obediencia, es decir una cierta proporción de interés. Es necesario entonces, hacer una distinción entre la dominación derivada de la posesión de bienes, y el poder autoritario del poder de familia o del monarca que se limita a recurrir al deber de obediencia. Sin embargo, hay una inmensa multiplicidad de formas de poder; la misma posesión de bienes no ejerce simplemente poder en la forma indicada del mercado.

En términos sociológicos Max Weber desea utilizar el concepto de dominación en un sentido limitado que se opone al poder condicionado por constelaciones de intereses, se trata entonces del llamado “poder de mando autoritario”. Así, entendemos por dominación un estado de cosas por el cual una voluntad manifiesta (mandato) del dominador o dominadores, influye sobre los actos de los otros (dominado o dominados), por tanto estos actos tienen la apariencia de que los dominados han adoptado por sí mismos el contenido del mandato (obediencia).

2) Dominación y gobierno. Naturaleza y límites del gobierno democrático.

Toda dominación se manifiesta y funciona en forma de gobierno. Todo régimen de gobierno necesita del domino en alguna forma, pues para su desempeño se deben colocar en manos de alguien poderes imperativos. El gobierno democrático se llama así por dos razones que no necesariamente coinciden: La suposición de que todos están calificados para la dirección de asuntos comunes y porque reduce a lo mínimo el alcance del poder de mando.

En tal régimen se reserva a los miembros de la comunidad todas las decisiones importantes y corresponde a los funcionarios solo la preparación y ejecución de las disposiones, a su vez en las funciones de gobierno hay un recambio de quienes detentan aquellas funciones. Max Weber tras un paralelismo entre este esquema de funcionamiento y el régimen de gobierno de algunas entidades privadas, políticas, universidades y agrupaciones similares.

Es necesario que algún funcionario detente ciertas facultades de mando, pero este será contenido por los límites que le imponga la democracia.

La forma de gobierno democrático tiene lugar usualmente en asociaciones que presentan las siguientes características:

• limitación local,

• limitación en el número de participantes,

• poca diferenciación en la posición social de los participantes,

• tareas relativamente simples y estables y,

• una no escasa instrucción y práctica en la determinación objetiva de los medios y fines apropiados.

El régimen de dominación directa es inestable. Si hay una gran desigualdad económica existe una probabilidad de que los poseedores se apoderen de las funciones de gobierno en tanto y en cuanto disponen de tiempo ocioso para hacerse cargo del gobierno y porque se encuentran en una situación económica que les permite trabajar sin ninguna remuneración en absoluto. En cambio, quienes están obligados a trabajar no pueden desempeñar funciones públicas ya que debe renunciar a la probabilidad de obtener lucro. Cuanto más ocupados se encuentren algunos hombres, habrá una mayor tendencia a que los honoratiores cobren importancia, es decir el régimen se convertirá en una jefatura de honoratiores. Este sector se caracteriza por ser portadores de un honor social específico y obtienen ingresos sin tener necesidad de trabajar, como se ha explicado con anterioridad.

Este dominio de los honoratiores suele producirse con frecuencia en la formación de corporaciones consultivas que anticipan o eliminan de hecho los acuerdos tomados por los miembros y monopolizan la dirección de los asuntos, favoreciéndose a si mismos. De todas formas, Max Weber entiende que los honoratiores cumplen una función distinta en la Antigüedad y en la democracia directa racionalizada, y esto se debe a que en la primera hay un predominio de la tradición y en la segunda, de la racionalidad capitalista.

Con la aparición de la lucha de los partidos por el poder, la democracia directa pierde la característica de tener a la dominación solo en germen, ya que todo partido tiende a organizarse de acuerdo a las formas de dominación.

3) La dominación mediante organización. Los fundamentos de su legitimidad.

La posición dominante de determinado grupo frente a las masas se debe al beneficio otorgado por “la ventaja del pequeño número”, es decir la facilidad que tiene la minoría dominante de ponerse de acuerdo ante determinado tema y que, a su vez, se puedan perpetuar en su posición de dirigentes, esto se lograra a partir de una acción societaria racionalmente ordenada. Toda dominación que pretenda continuidad es hasta cierto punto, una dominación secreta. Si se produjera una ampliación de los dirigentes, el secreto del cargo finalizaría, al menos en cierta medida.

Weber llama señores a los dirigentes cuyo poder de mando, efectivamente ejercido no procede de una delegación de otros señores, y llama aparato (de mando) al conjunto de personas que se ponen a su disposición.

Mediante

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