Secuencias Matematicas

Cierro mis ojos y me parece ver a mi abuela sentada sobre el costado derecho de mi cama con su cajita en cuyo interior contenía un libro que decía “Había una vez un libro mágico” y yo diciéndole, dale abue, léeme ésa que decía ……y me mostraba una imagen y …

…si hasta me parece sentir ese aroma a perfume de rosas que ella usaba, mezclado con ese olorcito a húmedo y viejo guardado, que asomaba de las hojas del libro, que ella suavemente iba pasando; ¡era algo increíble!

Tal vez, vos tengas alguna cajita donde guardas las cosas más importantes para ti, las que representan alguna vivencia o simplemente te traen algún recuerdo, cómo un juguete, alguna que otra ropa, una carta, yo lo único que tengo es una cajita con un libro…y te voy a contar la historia de aquel libro especial.

Hace mucho tiempo, cuando yo era muy pequeña, me daba mucho miedo la oscuridad, me asustaban los truenos o las grandes tormentas, mi abuela solía contarme cuentos… entonces, yo me tranquilizaba.

Pero no eran las historias clásicas como las de muchos libros, eran historias nuevas que, cambiaban, eran inventada s en ese mismo momento. Ella tenía una manera muy especial de contar los relatos, los llenaba de color, emociones, les daba vida, yo creo que eso lo había heredado de su papá, él era así, con sus historias de guerras, inmigrantes, españoles, según me contaron.

Con cada uno de esos cuentos me hacía soñar, me hacía volar, reír y a veces llorar.

Ella tenía una cajita donde guardaba ese libro; me contó que perteneció a su papa, él era maestro, pobre, humilde, había estado en muchas partes del mundo, conoció muchos lugares, gente, hasta decía que había viajado en el tiempo, aunque después supe que muchos de esos viajes los hizo por medio de los libros y su imaginación. Lo curioso es que mi abuela guardó ese libro, que tenía un significado especial para él, porque ella murió, cuando yo tenía 6 años, y mi mamá todavía guarda esa cajita especial.

La única historia que yo recuerdo de ese libro cuando mi abuela lo habría es aquella en donde aparecía el dibujo de una rana, y entonces… ella decía “Ella es Juana la rana” y les voy a contar su historia… y me contaba una maravillosa historia en donde la ranita, saltaba, croaba, y parecía cobrar vida, mientras la escuchaba, Yo me transportaba al mágico mundo de la fantasía y la imaginación y soñaba despierta, después que terminaba de contar su cuento, me abrazaba con cariño, me arropaba bajo las sábanas de la cama, me daba un beso, y me decía “Te quiero mucho” , entonces parecía como si ese beso tuviera justamente el efecto contrario al beso del príncipe en “La bella durmiente”, cuento que después conocí por que en ese instante me quedaba dormida y seguía soñando; nunca lo olvidaré; ¿saben por qué?, Porque mi mama siguió haciendo lo mismo con aquel libro mágico, los años pasaron, yo me hice grande y comprendí que así era la vida porque algunas veces aquellos relatos eran alegres, otras tristes, a veces llenos de amor, otras indignación, que algunas veces estamos enojados, otras cariñosos y otras veces sentimos miedo y queremos huir; con todas estas historias que mama me contaba cuando tenía miedo y corría a su habitación y le decía: “Mami, no puedo dormir, tengo miedo ¿Me puedo quedar contigo”, entonces ella para que me sintiera protegida me hacia un huequito, sacaba su libro de la cajita y me contaba una bella historia… Yo me quedaba dormida mientras la escuchaba… Me olvidaba del miedo; su relato se confundía con mis sueños.

Mamá: con todas estas historias, simplemente me preparaba para vivir, lo comprendí después de muchos años cuando

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