ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Te escribo para contarte la experiencia que estoy viviendo en la universidad, el cambio y todos los hechos que esta aventura incluye.


Enviado por   •  6 de Mayo de 2018  •  Trabajos  •  1.479 Palabras (6 Páginas)  •  119 Visitas

Página 1 de 6

Querida madre:

Te escribo para contarte la experiencia que estoy viviendo en la universidad, el cambio y todos los hechos que esta aventura incluye.

Comenzaré narrándote desde el momento en el cual ingresé al avión. Allí empezó mi pánico. Sé que no demostré mucha nostalgia al partir, sin embargo estaba destruida por dentro. Al soltar tus brazos me di cuenta que entraría a un territorio totalmente nuevo, y lo peor de todo era la soledad. Era yo contra el mundo a partir de ese momento.

Al entrar por primera vez a un avión cruzaron muchísimos pensamientos por mi cabeza, de toda clase, pensé desde la falta tan inmensa que me harían, hasta un posible accidente aéreo. Al llegar al aeropuerto en Medellín, estaba temblando de la ansiedad, estaba nerviosa pero feliz, porque sabía que había tomado una decisión, aunque difícil, correcta. Tomé un taxi y me dirigí al lugar en el cual estoy viviendo actualmente, es muy cercano a la universidad, lo cual me favorece muchísimo. Aunque el lugar no es muy económico, considero que es un precio razonable, ya que incluye aseo y alimentación, y hasta ahorro un poco del dinero de la beca para ir a visitarlos. Cuando llegué, desempaqué todo, y me puse a organizar un poco la habitación, para sentirla más como mi nuevo hogar. Salí a conocer a los alrededores del lugar, pero no fui muy lejos, como sabes Medellín no es una ciudad muy segura, por lo cual decidí volver pronto. Jugué un rato en mi computadora, y por rato me refiero a varias horas, y cayó la noche, e intenté ir a dormir.

El primer día solo tenía una clase, era a las 8 de la mañana, y alrededor de las 6, yo ya estaba despierta. Creo que a lo sumo, dormí unas 2 o 3 horas, pues como sabes, a veces se me dificulta controlar mi ansiedad. Pasé la noche preguntándome si quería quedarme, me abordaban todos aquellos recuerdos con la tribu, contigo y con mi hermana, fue una noche bastante dura, sentía la necesidad de tu abrazo, quería poder levantarme e ir a tu cuarto, que me hicieras una de tus bebidas especiales para saciar mi angustia. Al ver cómo el cielo cambiaba su color, mis nervios aumentaban, no paraba de mirar el reloj, hasta que decidí levantarme, pasé unos 30 minutos pensando cómo vestirme, ya que las personas de la ciudad no se visten como nosotros, estaba muy asustada por lo que podrían llegar a pensar de mí, me conoces bastante bien y sabes que el qué dirán siempre ha sido algo que me importa demasiado, al final, sentí que se me estaba haciendo tarde, por lo cual terminé vistiéndome con la primera combinación de ropa que hice. Salí insegura del apartamento, demasiado, no sabía a qué me enfrentaría, mis cabeza estaba saturada de preocupaciones, tanto, que olvidé mi tarjeta de identificación universitaria. Ya iba tarde, y tuve que devolverme por culpa de mi desconcentración. Entré a la Universidad y me sentí perdida, no estaba segura de saber ir al lugar en el cual tenía clase, me atreví a preguntarle a un chico que iba pasando un poco afanado, pero no tanto como yo, me dio una explicación aparentemente fácil, le agradecí y proseguí el camino. Seguí cada indicación que me dio, y seguía sin encontrar siquiera el bloque. Eran las 8:01 am cuándo miré mi reloj, la preocupación se me notaba en la cara, tanto que una mujer que atendía en una caceta de café, me preguntó qué sucedía, le conté y ella muy amablemente me dio correctamente las indicaciones. Mientras iba al salón, no paraba de sentirme humillada, pensé que todos serían como aquel primer chico, insensibles con gente nueva como yo, estaba avergonzada y resentida. Al llegar, la clase no había comenzado, por ende, la calma volvió un poco a mí.

Ya en clase, el profesor hizo su presentación y proseguíamos los estudiantes, cada quién debía decir su nombre, edad, y el porqué de la elección de esa carrera. Había unas 8 – 9 personas antes de mí, mientras ellos se presentaban, yo trataba de crear un discurso en mi mente, pero al llegar mi turno me bloqueé y terminé diciendo de todo, a excepción de lo que quería decir. Mi día iba empeorando cada vez más. Cuando la clase teórica inició, me sentía perdida, habían muchos conceptos que no lograba procesar ni conectar con las ideas, se me dificultaba contextualizarme, de hecho, el profesor colocó un ejemplo local, sobre una pelea en un colegio o algo similar, y yo, desorientada. Pensé que me había equivocado, desde el primer día estaba frustrada, es algo raro en mí, lo sé, todos allá me conocen como la más optimista de la tribu y soy un ejemplo a seguir, pero esta vez, realmente quería rendirme. Me decía a mí misma, inténtalo, tú puedes, siempre has podido y siempre podrás, pero era el primer día, no quería imaginarme los siguientes meses.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.6 Kb)   pdf (61.4 Kb)   docx (13.5 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com