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Tema: El mito de la educación como fabricación


Enviado por   •  20 de Junio de 2017  •  Tareas  •  1.880 Palabras (8 Páginas)  •  2.837 Visitas

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Instituto Superior del Profesorado Nº 2 "Dr Joaquín V. González"

Materia: Pedagogía

Profesor: Alejandra Tiraboschi

Tema: El mito de la educación como fabricación

Carrera: Profesorado de Historia

Nivel: 1er año

Estudiante: Paloma Miretti

Fecha: 31/05/17

Actividades:

1. Leer el libro “Frankenstein Educador”, de Philippe Meirieu:

1. a) ¿Por qué el autor sostiene que el "mito de Frankenstein" nos enfrenta a lo que se denomina el "núcleo duro de la aventura educativa"?

1. b) ¿En qué sentido la historia de Pigmalión permite acceder también, a la comprensión del "mito de la educación como fabricación"?

1. c) En cuanto a la historia de "Pinocho", la historia de este personaje y sus vicisitudes son tomadas por el autor para reflexionar sobre el proceso educativo. Extraer del texto al menos dos ideas en la cuales se expresen tales relaciones y reflexiones.

1.d) En síntesis ¿Por qué no hay que confundir educación con fabricación?

1.e) De las siete exigencias de la revolución copernicana en pedagogía, seleccionen las que crean más significativas y escriban una breve reflexión en torno a ellas.

2. Extraer del texto de P Meirieu "Educar en un mundo sin referencias" tres ideas que consideren relevantes a la hora de reflexionar sobre los desafíos de educar en los tiempos actuales. Fundamentar la elección. 

Respuestas:

  1. a)

El autor sostiene que el “mito de Frankenstein” nos enfrenta a lo que se denomina el “núcleo duro de la aventura educativa” ya que como educadores y como educados debemos saber la mejor manera de llevar esta aventura, de una forma adecuada para así evitar posibles monstruos como el de “Frankenstein”.

El educador de la novela, que no sabe lo que hace, consigue dar vida a un ser que se le parece lo bastante para que esté logrado y que, por ese mismo parecido, y porque se le ha dado libertad, escapa ineluctablemente al control de su “fabricante”. Éste en vez de ir a buscarlo lo deja libre, al azar del mundo, a educarse por sus propios medios, a crear su propia educación. Como ya sabemos se encuentra con seres humano y es rechazado, marginado y torturado por su aspecto; lo que convierte su bondad, con la que todo ser llega el mundo, en una furia diabólica.

Romper con el “núcleo duro” significa que como educadores no debemos confundir “educación” con “fabricación”. Si no acompañamos a el sujeto en el proceso de aprendizaje y lo vemos como un objeto vamos a estar cometiendo lo mismo que el doctor Frankenstein. Al mismo tiempo debemos saber soltar al sujeto, darnos cuenta cuando esté listo para poder enfrentarse al mundo, ser independiente. No podemos tomar posesión sobre él, no debemos creer que nos pertenece o que es una copia de nosotros mismos. Tenemos que darle la libertad, cuando creamos que está preparado, para empezar a crear su propia identidad y tomar sus propias decisiones, pero nunca dejar de acompañarlo.

Al mismo tiempo como educados, tenemos que saber soltar la mano de nuestros educadores, construir nuestra propia libertad con los derechos y deberes que esta nos supone.

  1. b)

La historia de Pigmalión permite acceder a la comprensión del mito de la educación como fabricación ya que éste quiere dar vida a lo que fabrica y desea un ser que no sea un simple producto pasivo, sino que exista por sí mismo y que incluso pueda darle las gracias a su creador. Como en la obra teatral de Bernard Shaw, este producto para ser no pasivo, que nos sea agradecido y que siga los pasos que deseamos para él, debe ser independiente y esta independencia da la posibilidad de que no siempre sus actos concuerden con nuestros deseos, los del creador. En el caso de la obra, Higgins -el creador- amará su obra y su éxito educativo, pero no podrá soportar que ésta se aleje de él.

Si analizamos este mito y lo tomamos como una analogía de muchos casos en donde se confunde educación con fabricación, podemos coincidir que los educadores-creadores quieren el poder sobre el otro y también a libertad del otro de adherirse a su poder. La ambición de dominar por completo el desarrollo del individuo es siempre una ambición perversa. Hay que honrar, en el ser que llega, la oportunidad que se nos ofrece de no encerrarnos en nuestro pasado sino, ser “superados” por éste.

  1. c)
  • “<< ¡Qué ridículo era cuando era un muñeco! ¡Y qué contento estoy de haberme convertido en un niño bueno! >> (Collodi,1881). Pero Pinocho no era tan ridículo cuando era un títere. Simplemente tenía problemas para vivir, para <> como decimos a veces, para <> no es fácil, en especial si se es un títere, un objeto fabricado por mano del hombre e ideado, precisamente, para ser manipulado.” (Frankenstein educador,1998, p. 37)

Con esta idea podemos entender que las aventuras y la lluvia de incidentes en las que se mete Pinocho no son resultado de ser un niño malo, sino que el problema era la falta de una identidad personal. La lucha entre lo que debía ser -lo que le decía el hada y su padre- en contraposición de sus propios caprichos, dicho de otro modo, darle el gusto a otro o dárselo a uno mismo. Al ser un “objeto” fabricado, Gepeto esperaba obediencia de él, pero lo que el creador no tenía en cuenta era que Pinocho, como un ser educado más, debía ser libre y tomar sus propias decisiones.

  • “Pinocho reencuentra por fin a Gepeto, en el vientre de un gran tiburón. El padre se cree prisionero para siempre de la boca tenebrosa. Apresado y condenado a muerte: los víveres y las velas que quedaban de un barco tragado por el tiburón se están terminando. Y Pinocho, con dulzura, dice a su padre: <>. Ya no hay una <>. Ya no es cosa de quejarse ni de entusiasmarse. Hay que calmarse. Hay que tomar la situación en mano. Hay que salir de ahí… del tiburón, y del aprisionamiento en el dilema de los gustos: <>. (Frankenstein educador, 1998, p.39)

En esta situación podemos ver con claridad que Pinocho ha crecido. No responde más a las expectativas de los adultos ni con los caprichos y miedos de todo niño. Escapa de las imágenes de niño bueno o niño desastroso. Toma una decisión que no le fue dictada por las miradas de los demás sino de sí mismo, un gesto que muestro y crea su verdadera identidad, su Yo real.

  1. d)

No hay que confundir educación con fabricación porque estaríamos repitiendo las tantas historias que pudimos analizar anteriormente. Debemos acompañar en el proceso educativo a nuestros niños, debemos guiarlos en sus aventuras, ayudarlos en sus miedos y fracasos, alentarlos en sus éxitos, pero nunca condicionarlos. Necesitamos hombres libres, que actúen y piensen por sí mismos, que luchen por sus deseos y por las injusticias, debemos ayudar a formar hombres conscientes, pero sobre todo independientes. Para ello el educador tiene la tarea de movilizar todo lo necesario para que el sujeto entre en el mundo y se mantenga en él. Necesitamos hacer que tome las preguntas que forman parte de la cultura humana, incorpore los saberes elaborados por los hombres en respuesta a esas interrogantes y los modifique con respuestas propias, con el anhelo de que encuentre posibles cambios para todo lo que daña al ser humano. Ésa es la finalidad de la empresa educativa: que aquel que llega al mundo sea acompañado al mundo y entre en conocimiento con mundo y no que sea moldeado y fabricado si no obra de sí mismo.

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