Tema- Estimulación temprana.

Edades

Características del área Afectiva

1 mes- poco mas de 4 semanas

El momento de la alimentación es muy importante, sea amamantamiento o mamadera, dado que comienza el dialogo corporal entre madre e hijo. La madre o sustituta (siempre que aparezca el término madre debe pensarse también en sustituta) debe estar abocada a esta tarea. Es importante que sostenga al bebé de manera de poder ver su rostro y entrecruzar miradas. Respetar el ritmo de alimentación del bebé (para no frustrarlo antes de tiempo).

Cuestiones generales más allá de la edad del bebé: Cada movimiento de la madre con el bebé debe ser firme y seguro para brindarle seguridad y protección a este mismo.  La voz tenue, caricias envolventes, sonrisas cómplices harán más segura e integrada la subjetividad naciente.  

Debemos observar que fije la mirada en el rostro de la madre.

Winnicott: momento de la Ilusión

Mahler: Fase autística

3/4 meses-

Los juegos de contacto, de alejamiento y acercamiento corporal provocan ansiedades en el niño que manifiestan con su cuerpo y con su cara. Sentimientos tales como asombro, alegría podrán ser interpretados por el adulto. La sonrisa será la respuesta social más importante. Ante la sonrisa del bebé la respuesta deberá ser sonreírle también, haciéndolo participe de un código social.

Debemos observar que sonría ante la sonrisa del adulto,  dando respuesta.  

Winnicott: progreso en el camino hacia la desilusión.

Mahler: Fase simbiótica

5/6 meses-

Comienzo de la incorporación de alimentos sólidos, la madre deberá seguir abocada a la tarea alimentaria sin interrupciones y respetando los ritmos del bebé entre bocado y bocado. No es recomendable la introducción abrupta del alimento dado que se barre con el surgimiento de la subjetividad del niño, al no respetar su incipiente “deseo”. El momento de la alimentación al principio suele ser frustrante para el adulto (quien espera que el bebé coma bien) y estresante para el bebé dado que es una nueva experiencia. Se recomienda, a fin de transitar este periodo de manera más relajada para ambos, permitírsele al niño que experimente: juegue con la cuchara, mordisquee trozos de pan o galletitas, juegue con la comida conociendo nuevas sensaciones al tacto. En este periodo sobretodo es enriquecedor que se permita al niño jugar con su cuerpo desnudo y acompañar los movimientos con caricias, esto le ayudará a comenzar a reconocer las partes del cuerpo como propias. Reconocen estar separados de la madre, estar solos y esto no les agrada, reclamarán la presencia materna con gritos y llantos, es importante el responderle con palabras.  

Debemos observar que  juegue con su cuerpo, ría y balbuceé.

Winnicott: progreso más marcado en la desilusión.

Mahler: Fase de Separación-individuación. 1° Subfase Diferenciación.

7/8 meses-

El lactante espera ver en el rostro de otros el rostro de la madre, comienza a  identificar a las personas conocidas y siente temor ante los extraños, por este motivo se angustia y llora. Sabe distinguir entre si mismo y otro. La madre es el “objeto amado” tanto en niñas como en niños. Es importante que en momentos de angustia y llanto las demostraciones de afecto de la madre sean más marcadas (abrazos, caricias, palabras tranquilizadoras emitidas con voz tenue) esto permitirá aumentar la seguridad del bebé y posibilitará la sensación de sentirse protegido. Generalmente dado que los niños se saben ya separados de su madre, es un buen momento para ofrecerles (si es que ya no lo han adquirido por si mismos) un objeto de transición (aunque algunos pequeños adhieren a fenómenos transicionales en su lugar o a ambos).  Disfrutan de los juegos de escondites, del reencuentro con la madre en cada aparición.

Debemos observar que exprese temor o desconfianza ante extraños, que festeje y se regocije en el encuentro con su madre.

Winnicott: objeto-fenómeno transicional.

Mahler: Fase de Separación-individuación. 2° Subfase Ejercitación.

11/12 meses

Con  el desarrollo de la locomotricidad podrá acercarse y separarse según su deseo, aparecer y desaparecer a voluntad, dando lugar a manejar los sentimientos de amor-odio. Comienzo de la independencia. Comienza a tener lugar el juego simbólico y con él la palabra. Exponer expresiones y exclamaciones ayudará a que identifiquen sentimientos (uuhhh!!!-algo malo/ bien!!! algo bueno).  Los niños intentan imitar gestos y acciones de sus adultos significativos, es importante dar lugar a que esto se establezca posibilitando el control sobre sus movimientos y haciendo propio su cuerpo. Aquí se marca más rotundamente lo placentero y lo displacentero para el niño dado que tiene la posibilidad de expresarlo, su registro y comprensión ayudarán a conocerse así mismo. Es necesario limitar accionares peligrosos de manera firme pero no agresiva. Acompañar el NO con expresado con una acción corporal limitante, para evitar el sentimiento de desasosiego.

Debemos observar que se den expresiones sociales y simbólicas.

Mahler: Fase de Separación-individuación. 2° Subfase Ejercitación.

Edades

Características del área Psicomotora

1 mes-4 semanas

Tiempo de los movimientos reflejos involuntarios. Los niños en este periodo estando acostados “boca abajo” suelen tener la pelvis levantada y la espalda encorvada, postura que va a ir perdiéndose luego de los 18 meses. Es importante que desde recién nacido el niño pueda estar por momentos libre de ropas, para que se mueva libremente y acariciar en estas ocasiones suavemente la superficie de su cuerpo. Esto ayudará a que comiencen a establecerse los prerrequisitos para el futuro reconocimiento de sí mismo.  Cambiarlo de posición mientras el bebé esté acostado, previene deformaciones de las estructuras óseas en crecimiento. Estando boca abajo, llamar su atención con diferentes sonidos lo estimulará para que eleve su cabeza. Provocar la prensión masajeando las manos, haciendo que estas se abran y tomen un objeto colocado en las palmas.

Debemos observar que eleve la cabeza estando boca abajo y que el niño cierre la mano al colocar un objeto en su palma (reflejo de prehensión).  

3/4 meses

El niño debe comenzar en estos tiempos a tener erguida su cabeza, para esto estando acostado boca arriba puede ser tomado de sus axilas y elevado lentamente hasta llevarlo a estar sentado, acompañando esta actividad con exclamaciones y gestos. Pasear por diferentes lugares al niño sosteniéndolo de manera erguida y acompañando con una mano su cabeza, para que la misma no caiga bruscamente despertará más su interés por la exploración. Ubicar al niño boca abajo apoyándolo en sus antebrazos con el fin de que sienta el peso de su propio cuerpo. Acostado boca arriba juntar las manitos del niño para fomentar la coordinación y la prehensión. Mantener sentado al bebé con su espalda erecta, sea entre almohadas o sobre nuestro propio cuerpo ayudará a que experimente los comienzos del equilibrio.

Debemos observar que mantenga la cabeza erguida al menos por un momento y que atine a agarrar un objeto que tenga a corta distancia (exploración)

5/6 meses

Estando el niño boca arriba es positivo estimular los movimientos de todo su cuerpo (mover sus extremidades). Tomándolo de las manos levantarlo suavemente con el fin de que se siente, hacer que el propio niño se esfuerce progresivamente a querer sentarse.  Sentar al niño en diferentes ambientes de la casa estimulando ésta posición y la exploración/investigación. Sentarlo en posición trípode, fomentará el equilibrio y que experimente su propio peso. Es positivo apoyar la panza del bebé en una pelota blanda o en un almohadón,  que pueda mover su cabeza de un lado a otro, la pueda elevar y eleve su pecho.  Incitar al bebé, estando boca arriba o abajo a que se ponga de costado. Sostenerlo desde las axilas y dejarlo caer sobre sus pies logrará que comience a sentir su propio peso/cuerpo. Con el fin anterior también es positivo pararlo, tomando con una mano las rodillas y con la otra el pecho, hacer que se incline y vuelva a pararse.

Debemos observar que pueda girar su cuerpo y que pase objetos de una mano a otra.

7/8 meses

Sentado en posición trípode estimularlo para que libere sus manos y logre mantenerse sin apoyo. Buscar que mantenga su equilibrio estando sentado moviéndolo de lado a lado. Propiciar el gateo, boca abajo flexionar una de sus piernas e impulsarlo hacia delante, ofrecerle objetos delante de sí animándolo a que se desplace, elevar sus caderas sujetándolas con nuestras manos dejándolo apoyado por sus extremidades. Dejarlo de pie apoyado a algo firme. Estimular la prehensión masajeando las manos, pasando objetos de diferentes texturas por sus dedos, fomentar a que tome objetos pequeños.

Debemos observar que el niño pueda mantenerse sentado sin apoyo unos instantes al menos y que pueda agarrar o intentar agarrar un pequeño objeto con dedo el pulgar y el índice (pinza).

11/12 meses

Ubicar al niño parado de espaldas a la pared con el fin de que logre mantener el equilibrio, animarlo a dar pasos mientras la persona significativa esté cerca, esto brindará mayor seguridad. Estando parado, soltarlo momentáneamente entre exclamaciones de ánimo. Agarrado o apoyado de una mano, incitar que con la otra tome un objeto del suelo, haciendo que se agache y retome la posición erecta nuevamente. Acompañar la caminata tomando al bebé desde las axilas. Para fomentar la caminata se pueden recurrir a diferentes técnicas, Ej. estando el niño en el centro de un aro (del tipo hula hula), tomar al mismo desde atrás, dejar que el pequeño se agarre e impulsarlo para que camine. Con un palo de escoba, hacer que el bebé se tome de un extremo y mover dicho elemento estando el mismo a la altura de la cintura del pequeño. Cuando intenté la caminata y tenga golpes no es favorable que escuche exclamaciones de temor, alentarlo a seguir sería lo ideal. Es importante que pueda moverse con mayor independencia, utilizar pelotas o globos para que se desplace y dé rodeos hasta alcanzarlo, pudiendo de esta manera experimentar su independencia corporal. Continuar fomentando la prehensión tipo pinza intentando que tome objetos pequeños que estén dentro de algún recipiente, hacer que pase hojas de libros y que tome cosas por el mango (tazas, sonajeros, lápices, palos…).

Debemos observar que el niño estando parado pueda mantener el equilibrio sólo por unos instantes, que tome un crayón y haga una marca en una hoja, imitando al adulto y coordinando esquemas (visión-movimiento). Que pueda poner y sacar de dentro de un recipiente pequeños objetos (espacio-tiempo). Observar que adapte sus posturas en el momento de la vestimenta y que responda a su nombre.