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Teórico nº 1. La Comunicación Pedagógica Como Transmisión


Enviado por   •  9 de Julio de 2014  •  4.461 Palabras (18 Páginas)  •  183 Visitas

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1. Introducción. Los modelos y sus presupuestos

Un modelo es una construcción abstracta, ideal, hipotética, que intenta explicar el funcionamiento de los fenómenos del mundo real. Los modelos científicos –el sentido común también construye los suyos, menos explícitos, coherentes y sistemáticos- se construyen a partir de establecer relaciones dinámicas (causa-efecto, correlación, oposición) entre los conceptos de la teoría. Cada uno de ellos “responden al estado de la disciplina en un momento determinado y al contexto sociohistórico y científico en que aparecen” (Contursi et. al., 1998), y, por ende, a los problemas planteados en las investigaciones que les dieron origen.

Aun los modelos más sofisticados constituyen una simplificación y es ardua la discusión filosófica que versa en la materia sobre el reduccionismo que el pensamiento científico hace de la realidad ; no obstante, es innegable que la modernidad industrial se ha erigido sobre estos modelos que están en la base de su entramado científico-técnico. La investigación científica tiene como finalidad, entonces, la construcción de modelos descriptivos o explicativos, que nos permitan ‘actuar’ en un marco de racionalidad sobre dichos fenómenos.

Cuando nos situamos en el campo específico de las Ciencias Sociales se hace menester dar cuenta de algunas características que les son propias. Los fenómenos sociales –la comunicación entre ellos- obedecen a una multiplicidad de causas y están atravesados por una gran cantidad de variables imposibles de aislar y controlar por los científicos en situación de laboratorio . Mediante métodos de encuesta y estadísticos podemos observar regularidades, proporciones y probabilidades que expliquen gustos, actitudes y elecciones, pero esos modelos ex post facto presentan debilidades predictivas y de intervención. Las regularidades sociales dan cuenta de la existencia de normas que ordenan la vida social, pero estas normas no tienen el mismo carácter universal de las leyes de la naturaleza. Pueden ser tanto transgredidas como cambiar con el tiempo o entre diferentes sociedades y grupos.

Más aún, podría decirse que la historia de la humanidad se desenvuelve entre la norma y la trasgresión. Las normas morales, estéticas, de convivencia, tanto aquellas que se encuentran explicitadas en el nomenclador legal como las silenciosas pautas consuetudinarias, representan un orden establecido y, a no olvidarlo, a un poder legitimado en ellas. La trasgresión puede ser reprimida o absorbida por el orden imperante, puede ser neutralizada, incorporada a las pautas del poder vigente o producir transformaciones profundas en el orden social y en las relaciones y jerarquías de los grupos. Los métodos histórico-comparativos facilitan en cierta medida comprender estas transformaciones, pero sigue siendo un desafío comprender la dinámica cultural que se desenvuelve a nuestro alrededor y de la cual somos parte.

Debido a su poca capacidad de predicción hay quienes achacan a las Ciencias Sociales no homologar el control de la naturaleza que han conseguido las ‘ciencias duras’. Sin embargo, si todavía es posible creer en los ideales humanistas de la ciencia, es dudoso que sea preferible conseguir ese dominio sobre la naturaleza humana, pues su finalidad no puede ser otra que la autonomía en detrimento de la dominación. En una entrevista, el sociólogo Zygmunt Bauman lo expresaba de la siguiente manera: “Los científicos no tienen que estar preguntándoles a los átomos y moléculas qué opinan acerca de lo que están escribiendo sobre ellos, y es raro que un electrón se sienta ofendido por lo que se publicó en un journal. A diferencia de los sociólogos y su objeto de estudio, físicos y átomos habitan mundos cualitativamente distintos y sin comunicación.” Las Ciencias Sociales se desarrollan en diálogo con aquellos a los que estudia y entreveradas en sus conflictos .

La multicausalidad de los fenómenos sociales y su dinámica creativa, sus múltiples aspectos, provocan la prácticamente imposible reducción a un cuerpo teórico unificado. Esa multiplicidad es la que alimenta la disciplina y la práctica social de la Educación y la Comunicación. Los modelos de comunicación que vamos a ver para pensar su aplicación al ámbito educativo ofrecen herramientas para la comprensión de las situaciones que nos tocarán afrontar como docentes, más propicios a favorecer el diálogo entre los actores intervinientes que ha brindar recetas fijas a implementar en todo tiempo y en todo lugar.

2. Modelos lineales de Comunicación

Los que hoy se engloban como ‘modelos lineales de la comunicación’ no constituyen meras miradas ingenuas ya superadas –como parecieran apurarse a diagnosticar algunos cientistas sociales-, sino herramientas cognitivas que en su momento tuvieron, y aún tienen en múltiples campos disciplinares, una aplicación fáctica.

• En ligüística estructural: la teoría de Ferdinand de Saussure y el modelo de Roman Jakobson.

• En ingeniería de los sistemas: Teoría Matemática de la Información, de Shannon; y la cibernética de Norbert Wiener

• En estudios de medios masivos de comunicación: la Mass Communication Research, de Paul Lazarsfeld.

Tanto el modelo de comunicación de masa de la Mass Communication Research, el técnico de Shannon y Wiener o los lingüísticos de Saussure y Jakobson, reciben el calificativo lineal por representar la comunicación como el pasaje de un mensaje o signo de un emisor a un receptor. El mensaje realiza el recorrido en un solo sentido, como un paquete cerrado e inalterable, salvo por la existencia de interferencias que deberá sortear.

El emisor, en el caso del modelo matemático, selecciona el mensaje de una fuente de información entre muchos mensajes posibles. En el caso del signo lingüístico de Ferdinand de Saussure, combina un significante (base material del signo, vg., su pronunciación) con un significado (base cultural). En los conceptos de Roman Jakobson, tiene una finalidad perceptible en la función sobre la que hace descansar a la comunicación. Como verán, el emisor pareciera controlar todo el sentido de la comunicación, está dotado de intencionalidad y de poder.

Por su parte, el receptor está ubicado en una posición pasiva, y, en la medida que los modelos intenten incorporarlo al estudio, se le irá reconociendo distintos grados de participación y autonomía. Para las primeras formulaciones, lo único imprescindible es que maneje el mismo código que utilizó el emisor para que la comunicación se haga efectiva; es decir, debe decodificar

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