Tipos de riesgo en la organización

Tipos de riesgo en la organización:                    (definición, característica y ejemplos de estos).   

Tipos de riesgo en la organización

Antes de comenzar a definir los tipos de riesgo que existe en una organización, es necesario definir qué significa la palabra “riesgo”.

• Riesgo (según la Real Academia Española) es: “1. m. Contingencia o la proximidad de un daño.”.

Según las definiciones básicas de accidentabilidad: “es toda acción o condición que propicie la probabilidad de generar una lesión o pérdida en el individuo expuesto, en equipos, materiales o ambiente que lo rodea.”1

Entonces, teniendo esto en cuenta, debemos proceder a definir los tipos de riesgo que se clasifican en cuatro y que se encuentran constantemente presentes en cualquier tipo de actividad y/o trabajo y dentro de cualquier tipo de contexto social: trabajos en lugares abiertos o de ambiente controlado, situaciones cotidianas, etc.  (según los actuales contenidos).

• Tipos de riesgo

-Riesgo puro: es aquel riesgo en el que no importa lo que suceda, siempre será en son de pérdida (la persona misma o alguien del entorno en el que se desarrolle la situacion. Es decir, en ningún caso, será una ganancia sustantiva para el que se responsabilice por lo sucedido.

Ejemplo: si una casa se destruye en un desastre, hay una pérdida grave que no puede ser compensada, aun cuando el mismo propietario pueda y se haga de una nueva casa, habrá de incurrir en gastos y arreglos necesarios para la compra de una nueva casa, probablemente en otro sitio, con nuevos materiales, nuevas ideas, obteniendo nuevos préstamos, creando nuevas deudas, las cuales podrían llegar a ser precariamente compensadas y o igualadas.

-Riesgos especulativos: son la clase de riesgos en los que no sabemos, por más que se especule, cuál será el resultado final (si de pérdida o ganancia).

Un claro ejemplo de esto, son las apuestas. Es bien sabido que en las carreras de caballos, en el fútbol, el casino y en la vida misma (como cuando optamos por un nuevo trabajo) no se sabrá (o no debería saberse) cuál sería el resultado final de la situación que se enfrenta. Este tipo de riesgo va incluso de la mano con la adrenalina de no saber qué sucederá. De hecho, convivimos con este tipo de riesgos a diario. (¿si apuesto a éste caballo, iré a ganar el total del pozo? O mejor será apostar a la siguiente vuelta? Ganaré a la primera o a la segunda?)

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