Tomás 8/Octubre/1989

TOMÁS.

8/Octubre/1989

Era un día como cualquier otro, yo estaba trabajando, yo soy el gerente de Panasonic una de las mejores empresas a nivel mundial, recibí una llamada de un número desconocido, contesté y me dijeron: -Estás triste? No deberías, pronto acabará tu tristeza. Yo asustado pregunte -¿QUIÉN ES? Y en ese instante se cortó la llamada, me puse a pensar en qué era una llamada de broma, me tranquilicé y continué con mi trabajo, al finalizar mi jornada de trabajo, salí de mi oficina y cuando iba llegando a mi auto vi la silueta de un hombre, era una silueta oscura, tan oscura como la muerte, me detuve y me quedé viendo fijamente, al ver detalladamente era un dibujo a blanco y negro de un hombre que estaba esperado a su hija, niña que mi auto estaba cubriendo, me acerqué al dibujo y lo toqué, la pintura estaba fresca, tan fresca como mi sangre que estaba hirviendo del miedo, me subí al auto y no encendía,  de repente me dio mucho sueño y me quedé dormido ahí, dentro del auto, cuando desperté eran las  11:45p.m, al darme cuenta que me había dormido por 5 horas, intenté encender el auto e inmediatamente prendió, fui lo más rápido que pude a casa, ya que mi esposa estaba esperándome para cenar, estábamos de aniversario, cuando llegué a casa, todas las luces estaban encendidas, cuando entré vi que la cena estaba servida y ella se había quedado dormida en el sofá, la alcé entre mis brazos y la llevé a la cama, me acosté al lado de ella, nuevamente me quedé dormido.

09/Octubre/1989

Desperté a las 5:30a.m ella no estaba en casa, pensé que había ido a trotar, era de costumbre de ella hacerlo, todo estaba normal, entré a ducharme, al salir me vestí para irme a trabajar, se suponía que a diario ella llegaba antes de que yo me fuera para despedirse, pero aún no había llegado, la esperé durante media hora, y no llegaba, así que tomé un papel y un bolígrafo y le escribí una carta qué decía: “Amor, sé que estarás enojada por lo que sucedió ayer, discúlpame, tuve un lío en la oficina, si podemos celebrar esta noche nuestro aniversario te agradecería un montón, no sabes cómo lo siento, con amor Tom” y me fui para la oficina, al llegar a estacionar el auto vi que el dibujo no estaba, y pensé que se había borrado por la fuerte lluvia que hubo en la noche.

Entré a la oficina y llegó mi jefe a decirme que había junta directiva, que por favor fuera que me necesitaban allá. Cuando fui todos se quedaron viéndome con una gran sonrisa en el rostro y comenzaron a aplaudir y allí estaba Julieta, y me sorprendieron tanto que se me salieron unas lágrimas de la emoción, Julieta me abrazó y me dijo: -Planeamos esto desde ayer, sabía que ibas a tener un día pesado, feliz aniversario amor mío. La besé y le dije: -Es una gran sorpresa, me alegra que mis compañeros de trabajo lo hayan hecho por mí, aunque no era para tanto amor, es más debería haber sido yo quien hiciera todo esto. –No te preocupes Tom, sé que te la pasas muy ocupado y que no tendrías tiempo para hacerlo, así que fui yo quien lo hizo, te amo tanto Tom. –Te amo mucho más Julieta… ¡MUCHAS GRACIAS A TODOS POR ESTO!

Luego de tan dichosa celebración, recibí una llamada de un número desconocido, contesté y antes de que yo hablara dijeron: -Te acercas más al fin de tu tristeza. No pude ni hablar cuando habían cortado la llamada. Vi el número del que me habían llamado ayer y coincidía, la hora también coincidía con la anterior. A las 6:30p.m alisté mis cosas para salir e ir directo a casa, al salir de la oficina vi el nuevamente el dibujo en la pared al lado de mi auto pero esta vez el hombre estaba de rodillas y la niña estaba más cerca de él y tenía una sonrisa tan maquiavélica, fui y toqué nuevamente al hombre y la pintura estaba fresca, me subí al auto y hoy tampoco encendía, decidí dejarlo ahí e irme a casa caminando, mi casa quedaba a 2 horas de la oficina, cuando llegué la luz de la sala, la cocina y de la calle estaban encendidas, entré y vi en el comedor la cena servida, fui a la sala y allí estaba  Julieta, dormida en el sofá nuevamente, me senté junto a ella y me quedé dormido, había llegado cansado al haber caminado tanto.

10/Octubre/1989

A la mañana siguiente Julieta estaba junto a mí, frotándome sus suaves y delicadas manos por la cara,  viéndome a los ojos, esperando que despertara, cuando desperté, ella dijo -Buenos días amor mío. Lo dijo de una manera tan amorosa que me sentí alagado y no quería parecer un patán al no responderle así que le dije -Buenos días amor ¿cómo amaneciste? A lo qué ella respondió -Muy bien. Le dije -Pensé que no ibas a estar, que ibas a salir a trotar hoy, te espere ayer para despedirme de ti y no llegaste. -Sí, disculpame, me encontré con nuestra vecina y pues me quedé con ella trotando otro momento, cuando vi el reloj eran las  7:30 a.m y me despedí de ella y cuando llegué ya no estabas. -Es que salí temprano, ayer tuve un día muy pesado y al llegar ya estabas dormida y pues no quise despertarte. En ese momento sonó el timbre de la casa, yo bajé a ver quien era, al abrir la puerta vi que era la víbora de mi suegra y desagradablemente le dije: -Hola señora, pase, está como en su casa. -No vengo a quedarme, ¿está Julieta? Necesito hablar con ella. -Si claro, si está, ya le digo que venga, pero tenga el honor de pasar, no se quede ahí en la puerta. -¡Ya le dije que no Tomás! No vengo a quedarme, llamela por favor. -Bien, ya le digo. Ella se apartó de la puerta y yo la cerré, fui hasta la habitación y le dije a Julieta que su madre la necesitaba, ella bajó y yo me quedé en la habitación para ir a ducharme y luego ir a trabajar, cuando ya estaba listo fui  a la sala a despedirme de Julieta y allí estaba su madre luego de haberme dicho que no se iba a quedar, me despedí de ella y de su madre muy disgustado, cuando llegué a la puerta Julieta me llamó y me preguntó por el auto, yo le respondí que se había averiado y que lo dejé en la oficina y me fui, iba a irme caminando y vi que un taxi iba pasando y le hice la parada, al llegar a la oficina vi que el auto estaba allí y vi algo extraño... La pintura en la pared ya no estaba allí, y vi que el celador que se quedaba en las noches iba saliendo y le pregunte por aquella pintura tan extraña y él me dijo que no la había visto, de hecho que en esa pared nunca han habido  ningún tipo de dibujos o arte, así que le dije que por favor me mostrara los videos de seguridad, él accedió y me llevó a la habitación en la que estaban los disco duro y las computadoras de seguridad, me mostró los videos y vi que ahí estaba el dibujo en la pared y le dije vez! Ahí está el dibujo del que te hablé y el me dijo, -No señor Tom, ahí no hay nada, sólo está la pared en blanco, yo pensé qué el me estaba mintiendo y me salí de la habitación y fui a mi oficina, donde me estaba esperando mi jefe, noté que estaba algo enfadado y le pregunte, -¿pasa algo señor? -Sí Tom, has llegado muy tarde últimamente, sabes que una de nuestras reglas es la puntualidad y también sabes que fuiste tú quien puso esa regla, creo que por eso debo despedirte, así que por favor recoge tus cosas y marchate. -Pero señor... -No hay más de que hablar Tom.

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