UN NUEVO MODO DE EDUCAR

UN NUEVO MODO DE EDUCAR

Si se considera que la situación de crisis generalizada que se vive en la sociedad hoy, consecuencia de la visión reduccionista, segmentada y desarticulada de la realidad, encontramos que el sistema educativo, atraviesa también por un momento crucial que requiere una seria reflexión sobre el deber ser de la educación, como agente principal en los procesos de cambio y transformación continua que requiere y demanda la sociedad.

En cierta forma el sistema educativo ha sido partícipe y al mismo tiempo promotor de esta crisis y ante los clamores de una sociedad que reclama nuevos caminos, nuevas realidades, nuevas posibilidades, nuevas emergencias, necesariamente la educación se ve abocada a pensar en nuevas formas de visionar, planear, direccionar sus procesos, acogiendo el postulado de Einstein: “si no quieres los mismos resultados, no hagas siempre lo mismo”.

Si se mira al sujeto como un ser conectado a un universo en proceso constante de evolución, por la dinámica de cambio, flujo continuo que mantiene, se asume también que el ser de hoy no es el mismo de ayer y por lo tanto requiere formas nuevas, procesos nuevos, es decir un nuevo modo de educar que apunte a la formación del ser humano qque necesita el nuevo mundo que va surgiendo. En palabras de Brian Swimme, un nuevo modo de educar que apueste por reinventar al ser humano.

Un nuevo modo de educar, para el nuevo mundo que va surgiendo, en el que se propicie que cada persona se reconozca y se presente como ser original, singular, consciente de que su ser y estar en este mundo no es casualidad sino causalidad; orientar al ser al reconocimiento , valoración y despliegue de la capacidad creativa conque ha sido dotado, para asumir la el compromiso ineludible que tiene de aportar al crecimiento y cambio de la sociedad y del mundo que no se detiene en su proceso evolutivo.

Asumir un nuevo modo de educar, es entender que cada vez se deben asumir nuevas formas de abordar, confrontar y formar la personalidad que no es algo rígido y estático; es entender la existencia del ser, como una totalidad no fragmentada, conectada al mundo familiar, social y universal, realidades que se deben convocar e integrar en los procesos formativos; es entender la dinámica de la vida del ser humano, como un movimiento fluyente, no dividido; es privilegiar el reconocimiento de cada ser, fomentar las ideas originales, integrar las potencialidades de cada individuo; es formar para el trabajo colaborativo y no para la competitividad.

Cuando logra esto, la escuela se convierte en espacio de vida, donde se forma para la convivencia, el trabajo colaborativo, donde crean relaciones que posibilitan la convivencia que humaniza, la búsqueda de sentido, la construcción en común.

Este nuevo modo de educar debe apostar por en tejido de relaciones afectivas cercanas, que permitan al estudiante manifestarse espontáneamente, reconocer se y reconocer al otro en sus potencialidades y posibilidades; se deben propiciar experiencias que toquen la vida del estudiante, que lo preparen para afrontar y superar las situaciones de conflicto y caos tan comunes en nuestra época.

Un nuevo modo de educar, en el que el estudiante sea agente activo en los procesos, en el que se privilegie el ser antes que el deber ser que en muchos casos anula la singularidad del ser; en el que se abran todas las posibilidades para la comunicación, la libre expresión, la confianza, el respeto a la diferencia, en el que se reconozca y valore la riqueza de la diversidad como posibilidad de construir con otros nuevas realidades.; en el que se articulen los intereses, sueños y deseos de los estudiantes para convertirlos en apuestas y aportes efectivos en el proceso de construcción de nueva sociedad.

Procesos que evidencien el nacimiento de un nuevo paradigma educativo en el que se supere la tendencia

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