¿Un profesor no nace, o se hace?

INTRODUCCIÓN

¿Un profesor no nace, o se hace?

A mi consideración creo que solo una minoría nace con ese don, ya sea porque viene de familia en donde casi todos son maestros, y la mayoría se hace en el trayecto de la vida académica y otros porque no había de otra, o por ende del destino.

Este presente trabajo es sobre mi práctica docente que llevo a cabo en la Escuela Primaria Jaime torres Bodet, turno matutino y escuela de tiempo completo, enfatizando que la práctica es lo que nos lleva acabo, como nuestro plan de clase, la relación con nuestros compañeros y los padres de familia.

Ser docente implica más que solo ser el aplicador de técnicas de enseñanza en el salón de clases, es una práctica de donde intervienen diferentes aspectos, que implican reflexionar sobre la gran tarea de ser maestro, es tener siempre una actitud de disposición para poder tomar las decisiones conjuntas con todos los miembros involucrados con la práctica educativa, y así poder orientar y facilitar el conocimiento de los alumnos, y posteriormente formarlos como individuos competentes para la vida.

Ser docente es ser partícipe de las culturas de tus alumnos, es participar con la comunidad con ellos, aventurarte en una cultura diferente, es organizar los eventos sociales de las fechas especiales, es calificar exámenes aun fuera de tu horario de trabajo, es buscar estrategias de aprendizaje para los alumnos, con diferentes formas de adquirir conocimiento.

DESARROLLO

Mi razón particular para ser maestra es que ningún alumno o alumna crea que no es bueno. Intentar darle a cada uno las herramientas adecuadas para que aprendan. Lo que quieran, como quieran.

Es así que el reto más fuerte al que me he enfrentado en mí experiencia como docente fue al llegar a la Escuela Primaria Jaime Torres Bodet del Sector 05 de Educación Indígena con Clave 21DDPB0837O y centro de trabajo en la colonia Vista Hermosa de la ciudad de Tehuacán Puebla cuando llegué el primer día de clases a enfrentar mi realidad en mi aula designada, me pare frente a 34  niños y niñas los cuales cuentan con 9 nueve años de edad, y son niños que por su edad son muy inquietos y siempre tengo que estar al pendiente de ellos.

Desconociendo como empezar a interactuar con ellos, que actitud asumir, cómo empezar a trabajar, esto causó en mí una preocupación, ya que la escuela pertenece al medio indígena y aunque es poco el tiempo que llevo laborando con ellos, es gratificante tener niños tan participativos aunque no dejan de ser inquietos y ya que solo el 30% de la población estudiantil habla la lengua indígena que es el náhuatl me di cuenta de que ser docente no es fácil, se necesita saber sobre la pedagogía y además todo lo relacionado a la cuestión educativa, fue aquí precisamente donde me vi en la necesidad de buscar las herramientas necesarias para desempeñar mi labor docente con calidad. Desde mi punto de vista cada uno de los docentes que se paren frente a un grupo de estudiantes lo debe hacer con responsabilidad, comprometiéndose con su trabajo, y contando con las herramientas necesarias para asumir esta importante labor.

Ya que en la escuela se encuentran los futuros ciudadanos, aquellos que decidirán el destino del pueblo y por lo tanto el país, y por eso la escuela y nosotros como docentes cumplimos el rol de formarlos aportándoles los conocimientos y las habilidades, intelectuales, físicas y morales, para que la sociedad del futuro se enriquezca con las nuevas generaciones.

Y es así en que como nosotros los docentes  de la lengua indígena debemos de tener iniciativa propia, enseñar realmente porque nos gusta nuestra labor, ayudar aquellos niños que no pueden recibir una buena educación, muchas veces pensamos que todo va a ser perfecto que saliendo de la carrera nos espera un trabajo con un salón de clases bonito, con un súper sueldo y con niños muy buenos con los cuales no vamos  batallar, la realidad no es así muchas veces tienes que empezar en escuelas con bajos recursos en los cuales tú tienes la tarea de convertir tu salón de clases en un espacio de armonía en el cual el niño quiera estar, todo depende al amor que tú le tengas a lo que haces, la dedicación que le ponemos a las cosas, el empeño con el que lo hacemos, el gusto por estar donde estamos, siempre esperando superar las expectativas, poniéndonos metas y siempre superándola.

...