Viegen De Sicarios

La novela de Fernando Vallejo La virgen de los sicarios se desenvuelve dentro de la ciudad natal del autor, Colombia Medellín. Fernando vuelve después de muchos años a su ciudad pero muchas cosas han cambiado, desde que él se fue, así que se encuentra en un ambiente de crueldad, asesinatos, venganza, chicos dedicados a matar a sueldo “sicarios”, delincuencia entre muchas cosas negativas ya que Colombia se ha convertido en una de las ciudades más peligrosas del mundo, donde el narcotráfico está en su más grande apogeo.

Los habitantes encuentran cadáveres y noticias de masacres como algo común, algo que ya es parte de lo cotidiano, Fernando se encuentra con uno de sus amigos de la infancia José Antonio, y es cuando conoce a un chico llamado Alexis que a la corta edad de 17 años ya es un sicario, sus manos han sido protagonistas de varios asesinatos, siendo el un viejo y Alexis apenas un joven, se enamoran.

El amor entre ellos fue creciendo poco a poco, Alexis estaba para complacer los caprichos de Fernando matando a quien se entrometiera o simplemente le molestara. Este joven sicario portaba 3 escapularios que tradicionalmente según las creencias en la ciudad de Medellín, son para siempre protegerlos, uno era para que saliera el negocio, para mejorar la puntería y el otro para que les paguen. Hacían viajes al Pueblo de Sabaneta donde los sicarios iban a pedirle a la virgen.

Alexis muere como todos los sicarios “el que a hierro muere a hierro mata” fue entonces cuando Fernando cae en depresión por varios días y sin más un día se baña y sale a despejarse, a buscar alimentos. Se encuentra con otro chico llamado Wilmar que por coincidencia también es sicario y el amor vuelve a crecer en Fernando volviéndose a enamorar.

Fernando comienza a pensar que todos los chicos guapos son sicarios como el lo decía ángeles exterminadores que no tendrían futuro y que tarde o temprano terminarían asesinados a sangre fría.

Se siente muy feliz con ánimos de vivir nuevamente hasta que por casualidad Fernando descubre que Wilmar es el asesino de su amor anterior Alexis, Fernando comienza a dudar, a sentir rabia y gran deseo de venganza por lo ocurrido con su Alexis, e intenta matarlo mientras Wilmar duerme, Fernando piensa y se da cuenta de que el no es nadie para hacer justicia por su propia mano, no tiene calidad moral para juzgar a alguien así que solo es producto de una sociedad enferma, llena de delincuencia venganza y asesinatos.

Se da cuenta de que se encuentra en una tierra sin ley y la única opción que le queda es la de otorgarle el perdón a Wilmar, olvidar todo si remordimientos y rehacer su vida juntos en un país distinto, huir de todo lo que los rodeaba, una ciudad violenta y vivir su amor sin complicaciones en otro lado.

Empiezan a empacar sus cosas arreglan maletas para comenzar su viaje, Wilmar se va a despedir de sus familiares, y a obsequiarles un regalo pero nunca regresa, Fernando recibe la noticia de que a Wilmar le habían asesinado y se encontraba en la morgue, fue víctima de un ajuste de cuentas, Fernando debe ir a reconocer el cadáver, comienza a resignarse y a penar que en ese país el amor y los jóvenes no tienen futuro, debe acostumbrarse a vivir en una sociedad llena de violencia que se dedica al narcotráfico y que hasta celebran con juegos artificiales cuando logran pasar un cargamento de droga a los Estados Unidos, debe aprender a vivir con lo cotidiano que sucede en los alrededores de Medellin.

Asume la realidad y actitud de todos los habitantes de Medellín que vienen y van sin saber por qué, y en un acto involuntario e inoportuno decide tomar un autobús sin importar el destino de este, a Fernando le da lo mismo y le da fin a su novela con una frase que dice “ Y que te vaya bien, que te pise un carro o que te estripe un tren”

La obra se desarrolla en la ciudad de Medellín en la década de los 90, un tiempo especialmente difícil en Colombia por haber sido el apogeo de la guerra entre y contra las mafias que tuvieron como principal figura al jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria. La segunda ciudad colombiana fue el principal escenario en el que las mafias quisieron doblegar las instituciones nacionales por medio de actos de terrorismo y la creación de un ejército de adolescentes provenientes de los sectores más deprimidos de la ciudad a los que se les conoce como sicarios.

Pablo Escobar, capo del Cartel de Medellín y creador del sicario, fue abatido el 2 de diciembre de 1993.

Los personajes de Vallejo retratan los nuevos grupos sociales emanados de la problemática de la droga y sus grupos de poder. Los sicarios son un grupo de asesinos que derivan de esta tensión, la mayoría muchachos que no saben hacer otra cosa que matar por el dinero ofrecido por la organización mafiosa para exterminar a aquellas autoridades que ponían en peligro su estatus y negocios sucios. Si las autoridades a doblegar no admitían el poder de la corrupción con dádivas, entonces entraba en escena el sicario que asesinaba a sus víctimas preferiblemente desde una motocicleta. La mafia, amiga de la religiosidad popular católica, que tenía respeto por devociones como María Auxiliadora, se ganó la simpatía de las clases menos favorecidas de la ciudad por medio de obras sociales como la construcción de viviendas para familias sin techo, campos deportivos, obras de infraestructura que contribuyeron a alejar más la presencia del estado en los barrios pobres y a aumentar su poderío militar y administrativo.

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