YOGA PARA TODOS

YOGA PARA TODOS

La propaganda en torno al Yoga es tan grande e insistente hoy en día que no hay estrella de cine o TV que se respete que no se ufano de hacer "su" hatha yoga. Se Menciona mucho a los jefes de estado de Israel, Egipto, India, Cuta, Indonesia, etc... que hacen yoga y están encantados, y surgen "maestros de sabiduría yoga" y nuevos "Institutos de Yoga” en mayor numero cada día, al extremo que de ser cierto, todo lo que pregona la propaganda, pronto la entera humanidad va a hablar sánskrito (en vez de hablar sola...) y convertirse éste pobre planetoide en circo para acróbatas megamítémanos nicrocefálioos, ex-homo sapiens.

No falta gente sincera en éste mundo, y si se conta con un hatha yoga elemental, con una insignificante gimnasia física, desprovista de misticirrao hindú, no corre grandes peligros, aunque on tales casos les aconsejaríamos que se dirijan a un gimnasio ordinario regentado por gente más bien normal.

Entre los aspirantes yoguis, no faltan desde luego quienes creen todo lo que la propaganda de los mercaderes charlatanescos del Yoga que pululan sobre todo en el occidente pregonan, y esperan *rejuvenecer en 3G días" como lo promete un autor alemán, o "perfeccionarse material y mentalmente" en 7 semanas según autores aser i canee, ó' aun ^alcanzar plena felicidad psíquica y espiritual" en 3 meses bajo la dirección de solñames embusteros de París, Londres y «'adras. Basta leer los títulos de las obras de yoga en las liberrías para realizar que la charlatanería y la impostura mística no tienen ni fronteras ni límites.

Consideren los lectores sensatos lo que ésto significa. Un medica tiene que estudiar unos seis o siete aíics e¡i facultades, para aprende* a

casado incapaz de un diggnosoico racional, iletrado, cínico badulaque, "santero", hierbatero o simplón indigesto de Kabala e Linduismo puede hacer fortuna en poco tiempo pontificando de Guía ocultista, de ‘maestro de sapiencia Divina’ o ‘sobrecargo de Dios’. Entre los mejor preparados charlatanes, es obvio, salen escritores que se aut opro ciarían "irsiructores de yoga" como si fuera nás fácil alcanzar tal categoría que un cátedra de filosofía. No queremos pecar de cínicos ni parecer demasiado criticones, pero francamente nos asustan éstos ’supersabios’ que surgen al escenario páblieo en menos tiempo que un médico concienzudo puede lograr un dia^nós- tico acertado.

Hemos conocido un periodista fracasado quien, atendiendo        serie

de conferencias nuestras sobre yoga, se impacientó a la octava, charla y nos pidió cuanto tiempo tenía que "sacrificarse" estudiando..... hasta llegar a ser yogui. Consuiaado beodo, mujeriego y estafador, abandonó el Curso para abrir un "Instituto de Toga occidental*..... Conocimos también una especie de sacristán con la manía de ser sacerdote. Creó su propia iglesia, se hizó proclamar obispo, luego se exaltó a sí mismo a la categoría de Arzobispo y Primado. Tomo unas tres clases de Yoga, y dejó de lado sus títulos para convertirse en "Maestro de Sabiduría Divina o hatha yoga? Cierta vez, le pedimos su currículum vi tea y nos presentó sus" <Ü«- piomas de Primado, firmado por él mismo, y su tarjeta de miembro de la Sociedad x'eosófica. En Suiza como en Inglaterra, Italia, Alemania, Sur y Norte América abundan los «aisixiiui autotitalados *Sabios Yoguis*, que encuentran seguramente más interesante y sobretodo más ventajoso mcretariamm te hacer éso que levantar horóscopos astrológicos, enseñar a párvulos o vender hierbas y talismanes "mágicos*.

Es preciso reclamar algo de seriedad. No hacerle es ©divertirse en cómplices de la impostura y condonar la explotación de la ignorancia, las áütMSXaxmmTS eCT»7qtx a Jgvmi wr iaahmmamm y ( ♦ y vümAmi! aAwfciy        íftqai pmmrihe

En Brasil henos podido conpulsar obras por cierto wuy populares sobre hatha yoga, de renombrados autores teosófistas, educados en la India al parecer, uno de apellido Miranda y otro Herinogenes que son verdaderos poemas monumentales de lo que es la milenaria fisiología hindostánica y lo deirás del hombre, que entonces se vuelve irremediablemente desconocible. Según ellos, Brasil es el país más perfecto del mundo y la democracia ahí es un dechado de belleza "como la India", pues ahí como allá, el hatha y°Ra triunfa (2). Sin embargo, bien que las organizaciones de yoga prosperen, no vemos en qué benefician del hatha yoga, pues ni los aludidos autores ni la mayoría de sus 'discípulos’ son otra cosa que atados de nervios descontrolables cuando no son volcanes de pasiones, y en nada se nota la menor condición de salud física o de higiene mental. Todo ésto, lo decirlos sin ánimo de herir susceptibilidades sino tan sólo a manera de observaciones con sentido exclusivamente clínico, que por otra parte son susceptibles de comprobación por quien quiera hacer la experiencia.[pic 1]

STl TOCIH.CC>, ct 1101* El e dónde se reduce a da preferencia a los arudras o y Divinos. El culto se simplifica,

Inútil es insistir sobre éste particular" por cuanto cada autor' tiene "su" sistema. Luego, lo que se explota es sobretodo la palabra yoga. No se haría ningún nal a nadie, ciertamente, ensenando a nuestros superexitados y acomplejados congéneres civilizados, más queda por ver qué pueden enseñar a eso respecto los improvisados y autotitulados yoguis. Para muestra un coton: en Buenos Aires, existe una Academia de Autoexpresión, con sucursales en Rosario y Mendoza, en la cual el Isatha yoga teosofista cobra aspecto de "libre expresión/ psicopática" que deriva fácilmente hacía características de manicomios, Naturalmente, los "profesores" dan amenudo señales de ser mentalmente tan desequilibrados como los alumnos; pero ahí, no es posible mencionar al módico alienista, que es sin embargo lo que mas falta hace.

La variedad de hatha yoguis es al parecer infinita, pues en Franoia y Suiza hay una Eocuela Divina dirigida por un cínico charlatán que se dice encarnación de 3. arcángel Miguel, En Chile, hay otro que pretende representar a los Señores de Marte y Vonua, los mismos de los "platillos voladores", con quien está constantemente en contacto. En California, había en años pasados un célebre hatha yogui y teosofista, de axoellido Adamaki, fundador de la Real Spcieúad dél Tibet; pero parece que el negocio es mejor si hay "platillos voladores", así que se ha distinguido en ésa especialidad, llegando a afirmar que había hablado con los inarcia- ncs..... y naturalmente, los Americanos lo creyeron! Siempre en California, otra grán figura hatha yogui, oreó la Fraternidad Griente-Vccidente, haciendo aparecer al Señor Jesús Cristo como grán hatha yogui, y desde luego, no tardó en hacerse fabulosamente rico, aunque cayó una noche en asedio de un binado por la apoplejía, que al parecer no respetó al hatha yoga

sin esfuerzo: prácticas psicosomátioas, John Mumford,Barcelona,1963 (2) Octubre 1903.

las últimas esperanzas y la miseria humana (1). Naturalmente, el Yoga puede provocar salud, vigor, belleza,' silueta, entereza y muchas oosas más; pero hay que darle tiempo de madurar y fructificar. Una apreciación moderada y sensata no permite lograr efectos apreciables sino por lo menos tras de tres meses. Mucha gente se desespera al cabo de dos moses cuando no notan efectos apreciables, pero no realizan que el Yoga no es una gimnasia que tan sólo desarrolla músculos. Por otra parte, si se sigue un sistema de Yoga hindú, es natural que no corresponde a la idiosincracia ni a las condiciones y los ritmos de vida de los indolentes y supersen- suales nativos de la India. Pasaría de ridiculez quien intentase imitar aigual título a los hotentotes, los tibetanos o los siberianos sin salir de sus cómodas casas. Habría que empezar por vivir como ellos, con costumbres, clima, cultura, crocina, y todo.

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