Análisis y Evaluación de la Práctica Educativa en Ciencias
melissamataEnsayo14 de Enero de 2019
6.430 Palabras (26 Páginas)226 Visitas
ESCUELA DE GRADUADOS[pic 1][pic 2]
DE LA NORMAL SUPERIOR
``PROFR. MOISÉS SAENZ GARZA’’
MAESTRÍA EN ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS
ESPAÑOL PRIMER SEMESTRE
Análisis y Evaluación de la Práctica Educativa en Ciencias.
Responsable: Dr.Alfonso Ramírez Reyes.
Ensayo ‘’La docencia y los retos del siglo XXI ´´
NOMBRE: Melissa del Rocío Mata Martínez.
Contacto: melmatta05@hotmail.com
La docencia y los retos del siglo XXI.
El profesor mediocre dice. El buen profesor explica. El profesor superior demuestra. El gran profesor inspira. William Ward (1921 – 1994).
Inspiración. Inspirarse es dejar surgir las ideas, crear dentro y fuera del salón, hasta en el espacio que parece imposible. Es esta la clave del éxito en nuestro trabajo día con día, desde la hora en que nos levantamos de la cama hasta el último minuto que pasamos con nuestros niños, todo el tiempo incluso fuera del horario escolar cuando necesitamos realizar planeaciones, diseñar materiales, efectuar algún trabajo administrativo requerimos de inspiración para ser lo mejores posibles día a día y poder inspirar a nuestros alumnos a ser mejores personas. Para inspirar a nuestros alumnos hay que ser modelo. Dejar huella en cada uno de ellos y poner nuestro granito de arena para que ellos descubran el gran potencial que tienen.
Indagando en redes sociales me encontré con esta frase: “Los médicos tapan sus errores con tierra, los abogados con papeles y los arquitectos aconsejan poner plantas, pero los errores de los maestros acaba con la sociedad”, lo que nos lleva a reflexionar en la gran responsabilidad social que tiene la profesión docente y la incidencia que esta lleva en la generación de cultura y sociedad, así como lo importante que es ser un buen modelo a seguir por nuestros alumnos y una fuente de inspiración para que ellos sean mejores cada día.
Hablar de educación es un tema bastante amplio ya que no se trata de sólo de trasmitir conocimientos sino de enseñar a pensar a nuestros alumnos, enseñarlos a cuestionarse sobre los fenómenos o hechos que los rodean, enseñarlos a ser y todos los valores y actitudes que esto implica, y además de todo esto se necesita estar coordinados con los participantes de un centro de trabajo donde hay que rendir cuentas del trabajo que realizamos diariamente y los avances que van teniendo nuestros alumnos porque somos el foco del sistema educativo el cual constantemente está buscando respuestas sobre lo que hacemos los maestros en el aula, un sistema que para mi gusto tiene mecanismos poco acertados para conocer qué podemos y qué no podemos hacer, conocer los límites y posibilidades de nuestras competencias profesionales a efectos de determinar en qué áreas es necesario proveer de mecanismos de refuerzo o, en los casos que sea necesario, buscar una forma de reemplazarnos para que los estudiantes puedan contar con el servicio educativo al que tienen derecho.
Es bajo este marco que se elabora el presente trabajo pensando en el docente comprometido, competente, capaz de inspirar a sus alumnos quienes son su mayor reto. Las reflexiones que se abordarán son: sentido y valoración de la función docente a través del tiempo, el rol actual del maestro, competencias como tendencia educativa, los retos a los que se enfrenta el docente del siglo XXI enfocándonos en la evaluación docente.
Sentido y valoración de la función docente.
Desde hace ya muchos años el maestro ha sido uno de los protagonistas más importantes en la construcción y transformación de las sociedades, ya que a él se le ha otorgado la gran responsabilidad de llevar a la práctica ese proceso tan complejo del que venimos hablando llamado educación. A través de la educación las generaciones adultas transmiten su bagaje cultural a las generaciones jóvenes, siendo el maestro el responsable de difundir estas ideas además de propiciar la construcción de nuevos conocimientos y formas de pensar, acordes con la realidad presente y ajustándolos a las necesidades que le demanda una sociedad cambiante y en constante transformación.
Muchas veces escucharemos términos como maestro, profesor, o educador, entendiendo por esta función a aquella persona que es capaz de instruir y formar al alumno desde una perspectiva global, atendiendo a todas sus dimensiones, así como a su propio desarrollo personal e integral.
Es interesante detenernos a analizar cómo ha ido evolucionando el rol y la valoración de la profesión a través del tiempo ya que nos encontramos en un tiempo bastante difícil en el que cada vez pesa menos nuestra profesión ante la sociedad cuando debería ser todo lo contrario ya que somos quienes llevamos a cuestas su desarrollo y transformación, así como superación cultural.
Cuando nos sentamos a charlar con nuestros padres o abuelitos, seguramente más de una ocasión los hemos escuchado decir que recuerdan el nombre de sus profesores y también los golpes de regla en las manos, y los golpes en la cabeza con los libros y hasta los pellizcos o castigos que les imponían y tenían todo el apoyo de los padres de familia quienes se encargaban de reafirmar el castigo en casa.
Los alumnos tenían un respeto riguroso hacia los profesores, precisamente por este tiempo de comportamientos, los maestros no mostraban tolerancia en ninguno de los sentidos, en lugar de mostrar autoridad se convertía en autoritarismo. Cumplían sus objetivos al pie de la letra a base de que los alumnos aprendieran de memoria unos contenidos, se transmitían unos valores de la sociedad muy claros sin dar alternativa a los alumnos para que valorasen y reflexionasen críticamente sobre ellos. Simplemente se les imponía todo.
En cuanto a los contenidos que se impartían eran meramente contenidos conceptuales y actitudinales, los contenidos procedimentales no existían propiamente dichos, ya que no había una oportunidad de interacción del alumno o reflexión alguna sobre el proceso. El método que utilizaban en la enseñanza era basado en el profesor (charla pizarra), sin tener en cuenta las variables ni características de los alumnos.
Probablemente también hemos escuchado sobre los roles de los niños y las niñas en la escuela, es decir las niñas hacían unas cosas más enfocadas a las tareas de casa, y los niños se iban a jugar al fútbol o les enseñaban electricidad. Pero llego un momento en que esta distinción dejo de existir.
Pero nuestra sociedad está en constante cambio y con ello cambió radicalmente el papel y valoración de la docencia. Lamentablemente nos encontramos muy lejos de la descripción anterior. Nuestra profesión es una de las menos valoradas socialmente. En comparación con otras profesiones que demandan similares niveles educativos, los salarios docentes de muchos de nuestros países son bajos. Además, entrar a programas de formación docente es casi garantizado para cualquiera (sin importar sus habilidades y vocación) y el mérito muchas veces no es recompensado a lo largo de la carrera adecuadamente. Sumando a ello, muchas escuelas no cuentan con condiciones básicas para ofrecer un ambiente de trabajo agradable.
La desvalorización actual de la labor docente contrasta con su importancia para la sociedad, ya que como mencioné anteriormente, llevamos a cuestas a la sociedad y el deber de su transformación. Por otro lado cabe mencionar que muchos profesores aún están en esta etapa de adaptación donde no han podido adoptar el rol actual y no alcanzan los objetivos en el trabajo que realizan, muchas veces esto va perjudicando la imagen del docente.
Actualmente el profesor debe facilitar el aprendizaje y orientar el trabajo del alumno. Debe utilizar un modelo de enseñanza basado en el alumno, teniendo en cuenta las variables y características de los alumnos. El sistema educativo dice que no sirve transmitir a los alumnos unos conocimientos y que estos se lo aprendan de memoria, debemos enseñarle a reflexionar y valorar críticamente, en definitiva que los alumnos tengan una visión más amplia de los temas y adquieran una visión crítica.
Han cambiado los contenidos curriculares debido al surgimiento de una sociedad globalizada e industrializada, todo va de acuerdo con las demandas sociales y el campo donde se desea ejercer. Se pretende que los niños tengan materias como computación e inglés desde su formación inicial y muy recientemente hasta Educación Socioemocional, aunque no está de más mencionar que muchos centros no están preparados para impartir dichas asignaturas.
Los profesores deben enseñar a los alumnos a aprender a aprender, que evitará la desinformación ante los cambios que se proyectan, ofreciendo una formación continua. La enseñanza en la escuela no debe basarse en la memoria, sino que ésta debe ser significativa y comprensiva.
Antes el profesor tenía todos los derechos y el alumno deberes, ahora sucede lo contrario en algunos casos.
Debido a la fragmentación del trabajo del profesor suele haber una falta de tiempo para desempañar todas las funciones. Esto unido a la escasez de recursos materiales plantea obstáculos que el profesor debe superar.
Actualmente el papel del profesor a perdido prestigio y autoridad, y esta idea se transmite a los niños. De aquí nace la falta de respeto al docente. El alumnado tiende a pensar muchas veces, que si obtiene una buena nota es gracias a sí mismo y que si la nota es mala es culpa del profesor. Puedo haber casos donde sí sea culpa del profesor, pero no es lo normal.
...