Analisis de escenarios Medio Oriente

Pregunta base para el Análisis de Escenario:

¿Qué harían los actores si las nuevas negociaciones internacionales entre Rusia, Turquía, Francia y Alemania (cumbre de Estambul 2018) tratan de imponer una transición política para terminar el conflicto?

1. Contexto o introducción

Tras más de siete años de una revuelta contra el régimen de Bashar Al-Assad en Siria, el conflicto interno se tornó rápidamente en un asunto internacional debido a la lucha de intereses en juego en la región de Oriente por parte de las potencias regionales, al ascenso y difusión de ISIS (Daesh) en Europa y en Oriente, y a las miles de víctimas consecuentes de la guerra en Siria.

La abrupta transformación de Siria ha sido la de un jugador regional importante en un escenario en el que compiten una multitud de actores locales y extranjeros, el cual, ha influido profundamente en las nuevas dinámicas que se gestan en el ámbito internacional, concretamente en las acciones que han incurrido los Estados, las Organizaciones Internacionales y la opinión pública en torno a estos siete años de conflicto.

Estas dinámicas consisten en la intervención directa e indirecta por parte de los Estados, esencialmente de Rusia, Estados Unidos, Irán, Turquía, Francia, Gran Bretaña, Irak, Israel, Arabia Saudí, Alemania; de la misma manera organizaciones como ISIS y Hezbollah; y la sociedad civil, grupos militares y grupos de oposición al régimen.

A lo largo del conflicto se han suscitado acontecimientos que afectan las decisiones prontas de los actores involucrados, y que de alguna manera, esas mismas decisiones desencadenan en nuevas posturas y posicionamientos en torno al conflicto. Los últimos meses han sido claves para que hoy en día existan reuniones diplomáticas sobre un posible plan para terminar con la guerra en Siria. “En una cumbre inédita, los presidentes de Turquía, Rusia y Francia y la canciller alemana se concertaron el sábado en Estambul para impulsar una salida negociada después de siete años y medio de guerra en Siria. Tras refrendar el alto el fuego que Recep Tayyip Erdogan y Vladímir Putin sellaron hace un mes en la provincia rebelde de Idlib, Emmanuel Macron y Angela Merkel apoyaron también la vía de la transición política que prevé Naciones Unidas para el país árabe. En ausencia de Estados Unidos y de otras potencias regionales, como Irán y Arabia Saudí, la cumbre consensuó que el plan de reforma constitucional auspiciado por la ONU debe ser la hoja de ruta para la posguerra en Siria” (El País, 2018).

Esta reunión y decisión conjunta, que ocurrió el 27 de octubre de 2018, es de suma importancia para el desenvolvimiento de los actores involucrados en el conflicto sirio y las nuevas dinámicas que se presenciarán.

2. Identificar los actores que intervienen y sus posiciones históricas sobre el caso

• Siria (régimen): Bashar Al Assad ha gobernado Siria desde el año 2000. Años antes de que estallara el conflicto en 2011, el país se encontraba con altas tasas de desempleo, de extensa corrupción, falta de libertad política. La represión provocó protestas prodemocráticas, inspiradas por la Primavera Árabe, sin embargo, las fuerzas de seguridad respondieron abriendo fuego contra los manifestantes. Finalmente, el gobierno tiene a su disposición al ejército en su lucha contra el terrorismo islámico liderado por Tahrir al Sham, contra los grupos rebeldes moderados y seglares, y contra aquellos que se involucren y atenten contra los intereses del régimen.

• Irán: Teherán ha sido uno de los aliados militares más importantes del régimen de Assad, pues lo provee mediante financiamiento, armas, informaciones secretas, asesores militares y tropas. El posicionamiento de Irán se da por la participación de yihadistas suníes en la guerra civil, y tiene tiene 3 objetivos claros en conjunto según la fuente Deutsche Welle: a) limitar la influencia estadounidense en Oriente, b) debilitar a Israel, c) contener las aspiraciones iraquíes en la región. En términos estratégicos, Siria es para Irán un importante eslabón con el Líbano, donde Hezbollah tiene su núcleo.

• Rusia: En 2015, Rusia inició su apoyo militar directo al régimen sirio en la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, los ataques se están gestando hacia todos los opositores de Assad, no obstante, Moscú no pretende sólo apoyar a Bashar Al Assad. El conflicto le ha permitido al Estado ruso volver a la escena internacional tras la crisis en Ucrania, de esta manera está reafirmando su posición como potencia mundial y el interés nacional ruso es mantener un régimen en Oriente afín a sus intereses. La intervención rusa sirvió al régimen sirio para recuperar gran parte de territorio ocupado por grupos opositores, grupos terroristas y kurdos.

• Arabia Saudí: Desde el inicio de las protestas en Siria en 2011, el Estado árabe ha apoyado masivamente a la oposición siria con el objetivo de derrocar al régimen de Assad en instaurar uno más conveniente para los saudíes. Ha habido conversaciones entre el ministro de Exteriores de Arabia Saudí con Washington sobre envío de tropas árabes al este de Siria. En una entrevista al antiguo asesor de la Administración Bush, James Jeffrey, afirma que “los saudíes y emiratíes quieren una política enfocada en enfrentarse a Irán y trabajar contra Assad; luchar contra ISIS no es una prioridad”.

• Turquía: La posición de Turquía ha sido inestable. Rusia e Irán mantienen una postura más cercana, y sobretodo un sentido común en el desarrollo y transcurso de una hoja de ruta para liberar a Siria. La estrategia de Turquía ha venido con un giro de posicionamiento, primero con la coalición internacional y ahora de la mano de estos dos países, por los resultados positivos que están dando. Cuando estalló la guerra civil siria Turquía apoyó a la oposición siria y en el intento de derrocar a Assad, a través de Turquí fluyeron suministros de tropas y armamento destinadas a ISIS. Actualmente, el posicionamiento turco es que quiere tener peso en la formación del nuevo orden sirio tras las guerras, quiere ser una potencia regional de Oriente; aunque eso implique entrar en conflicto con Estados Unidos, aliado de la OTAN.

• Israel: Israel teme que la milicia libanesa Hezbollah se haga fuerte en los Altos del Golán, frontera sirio-israelí; y que, desde allí, el Estado árabe dispare misiles a territorio israelí. Por esta razón, Israel ha lanzado decenas de ataques aéreos en Siria para prevenir además el movimiento de armas avanzadas de Irán a Hezbollah. El beneficio neto para Israel de la caída de Assad sería el “debilitamiento ideológico, político y militar del frente rechazista liderado por Irán, cuya influencia en el Levante ha exacerbado los temores israelíes sobre su programa nuclear”.

• Estados Unidos: Los Estados Unidos han liderado una coalición internacional de casi 60 países dirigida contra ISIS y otros grupos extremistas desde finales de 2014. En el transcurso de la guerra civil en Siria, el país norteamericano ha evitado en gran medida al conflicto directo con las fuerzas pro-régimen Al Assad, pero en abril del presente año, el presidente Donald Trump ordenó ataques contra una base aérea siria en respuesta a un ataque de armas químicas del gobierno contra civiles. Asimismo, el compromiso estadounidense en la región se ha limitado a la presencia de fuerzas especiales desplegadas junto con las Fuerzas Democráticas Sirias que luchan contra grupos terroristas cerca de la frontera con Irak.

• Alemania: El gobierno alemán de la canciller Angela Merkel ha señalada, en repetidas ocasiones, que una solución pacífica en la guerra siria sólo puede darse sin Assad. Alemania no tiene participación militar directa en la guerra siria, parece ser un actor de poco peso, no obstante, ha recibido miles de refugiados. El plan de la cumbre es, además de la transición política, el retorno de los refugiados.

• Francia: París asumió un papel activo en el conflicto sirio a finales de septiembre de 2015, con una serie de ataques aéreos contra Isis y amplió su participación y postura tras ataques terroristas en París y en Europa. Las prioridades francesas son mejorar la ayuda humanitaria, la lucha contra el terrorismo y el retorno a las negociaciones de paz. El país apoya a la oposición moderada y aboga por una solución política en Siria.

• Rebeldes: Los rebeldes se agruparon bajo el nombre de Ejército Libre Sirio el cual, progresivamente, fue dando paso a facciones que van desde rebeldes sin afiliación religiosa hasta grupos islamistas. Cuando la primavera árabe llegó a Siria, el movimiento estaba dispuesto a derrocar al Gobierno. En 2012, el conflicto se estanca entre los rebeldes apoyados por Turquía y los países occidentales, y el régimen. A la entrada de Rusia al conflicto en 2015, y con el apoyo armamentístico al gobierno de Assad, los grupos rebeldes retrocedieron varias zonas. En los últimos meses las zonas insurgentes de Alepo, de Guta, Idlib y Deraa han sido escenario de mayores tensiones.

• Yihadistas: Las dos principales fuerzas yihadistas rivales son ISIS y el grupo Hayat Tahrir al Sham. ISIS conquistó grandes extensiones del territorio sirio y proclamó un califato en 2014, no obstante, hoy en día ha perdido fuerza por el sometimiento de múltiples ofensivas del régimen y de una alianza kurdo-árabe apoyada por Washington. Hayat Tahrir al Sham sigue controlando la mayor parte de la provincia de Idlib.

• Kurdos: Las Unidades de Protección Popular (YPG), su principal milicia armada, forman el núcleo duro de las Fuerzas Democráticas Sirias apoyadas por la coalición

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