Análisis sobre el manejo de casos de violencia intrafamiliar en servidores policiales
Rachel Allison Sobenis PonceEnsayo19 de Diciembre de 2022
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Análisis sobre el manejo de casos de violencia intrafamiliar en servidores policiales.
Analysis on the handling of cases of domestic violence in police officers.
Resumen.
La violencia intrafamiliar es una forma de actuar caracterizada principalmente por la forma agresiva que afecta a muchos hogares a nivel mundial en donde la clase social pasa a un segundo plano sin ser factor causante de tales hechos, deduciendo que tal conducta es dada sin considerar el estado de la persona, su situación económica, su tipo de trabajo o forma de educación. La violencia intrafamiliar dentro de las unidades de seguridad tales como la de orden público, incluyendo a la Policía Nacional, forman parte considerable del índice que se ha desencadenado a nivel nacional sobre las estadísticas de violencia lo que nos da a pensar sobre cómo considerar la seguridad ciudadana a un grupo de personas que trabajarían sobre un ejemplo de personalidad y de seguridad más que todo. Se pueden considerar muchos factores responsables de que un servidor policial sea el principal responsable de un caso de violencia en su hogar como, por ejemplo, relaciones disfuncionales como aquellas en donde la dependencia psicológica es notable, casos de convivencias forzadas, impactos emocionales externos y sobre todo la falta de valores éticos personales. La forma en la cual la Policía Nacional aborda estos casos, da mucho qué pensar, tomando en cuenta las realidades de caso que a medida que pasan los años se han conocido públicamente, y da mucho que desear con respecto a las medidas tomadas para evaluar y tomar en cuenta estos casos, aun así, determinaríamos una forma adecuada y conveniente de ser parte de una de las soluciones a considerar para que esta problemática pueda ir cambiando entre todos, más aún, entre el personal que debe brindar seguridad y protección, no miedos o inseguridades.
Palabras claves: violencia intrafamiliar, policía nacional, seguridad, integridad, acción penal.
Abstract.
Domestic violence is a way of acting characterized mainly by the aggressive way that affects many homes worldwide where social class passes into the background without being a causative factor of such events, deducing that such behavior is given without considering the state. of the person, their economic situation, their type of work or form of education. Domestic violence within security units such as public order, including the National Police, form a considerable part of the index that has been triggered at the national level on violence statistics, which makes us think about how to consider security citizen to a group of people who would work on an example of personality and security more than anything. Many factors can be considered responsible for a police officer being the main responsible for a case of violence in his home, such as dysfunctional relationships such as those where psychological dependence is notable, cases of forced coexistence, external emotional impacts and over all the lack of personal ethical values. The way in which the National Police deals with these cases gives much to think about, taking into account the realities of the case that have become publicly known as the years go by, and leaves much to be desired with respect to the measures taken to evaluate and taking these cases into account, even so, we would determine an adequate and convenient way to be part of one of the solutions to consider so that this problem can change among all of us, even more so, among the personnel who must provide security and protection, not fear or insecurities.
Key words: domestic violence, national police, security, integrity, criminal action.
* Rachel Allison Sobenis Ponce. Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales, Universidad Técnica de Manabí (Ecuador). rsobenis8629@utm.edu.ec
* Ana María Caiza Catucuamba. Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales, Universidad Técnica de Manabí (Ecuador). acaiza9360@utm.edu.ec
Introducción
Uno de los más grandes problemas que existe en nuestra sociedad, es la violencia intrafamiliar, la cual se dirige ya sea a los niños o a las parejas sentimentales, siendo esta llevada de forma que incluso, puede involucrar acciones que llevan a extremos riesgosos como poner en peligro la vida de quien es agredido dentro del hogar. La Organización Mundial de la Salud, asegura que al menos una quinta parte de las mujeres en todo el mundo es víctima u objeto de violencia en algún momento de su vida, presentando consecuencias como discapacidad, intentos de suicidio e incluso la mortalidad, comparando con la otra parte sobre la cual no padece este mal. Los más afectados en este caso, son los niños, los jóvenes, los cuales, van creciendo dentro de un hogar problemático, sin seguridad y sobretodo violento, lo que ocasionaría que existan cuadros de depresión y autoestima bajo por su ejemplo de falta de respeto. Si determinamos alguna causa que desemboque este problema en la sociedad se incluyen varios factores, como, por ejemplo, la falta de comunicación entre los integrantes del núcleo familiar, creando barreras de comunicación, falta de respeto verbal hasta el punto de llegar a la violencia física o psicológica, hechos que dan a notar muy claramente la falta de tolerancia, empatía y resolución de conflictos. Se considera que la familia básicamente es el núcleo de la sociedad en donde se construyen o se destruyen actitudes que afectan todo el entorno que rodea el hogar, incluso podemos incluir que la violencia es tomada más bien como un factor que en la actualidad, es dominante de las actitudes y que ocasiona que una simple conversación entre pares sea llevada a la complicación por causa de todas las vivencias que ocurren de generación en generación. Estadísticamente, se muestra un gran porcentaje de violencia en los últimos años, incluso, algo que podemos añadir es cómo esta problemática ha subido significativamente por factores externos, como el caso del COVID-19, ya que, la pandemia ocasionó que en el aislamiento muchos hogares pasen más tiempo juntos, pero de forma negativa se reconoce que quien es el atacante ha tenido más oportunidad de violentar dentro de su hogar debido al encierro causado, sin probabilidad de asistencia especial en estos y además aumentando considerablemente la violencia.
En Ecuador, podemos indicar tristemente que al menos vemos cada tres días una noticia pública sobre casos de femicidio, eso solo conociendo los casos públicos, pero, hay muchos casos que obviamente no son considerados en noticias, o incluso no son denunciados, sin embargo, ocurren en el día a día. Se indica que la poca importancia que se le brinda al caso de violencia intrafamiliar por parte de los operadores de justicia dentro de Ecuador, especialmente para entender qué es la violencia de género, lo que ocasiona que exista una confusión de conceptos que provocan que muchos casos queden prácticamente impunes (Anais Córdova, 2020). A todo este problema se le suma la forma en que el Estado no mantiene medidas que ayuden a prevenir o erradicar la violencia que existe dentro del hogar. Podemos adicionar la forma en la cual la Constitución reconoce como parte de sus derechos, el derecho de las mujeres a poder vivir una vida libre de violencia en todos los ámbitos. [1] Incluso, con la base dentro del marco legal para las mujeres en el país[2], hace aproximadamente un año la Asamblea Nacional pudo aprobar la Ley Orgánica Integral para la Prevención y Erradicación de la Violencia de Género contra las Mujeres, pues no podemos afirmar que las mujeres especialmente se encuentren protegidas. La forma de llevar la garantía de los derechos humanos dentro del país está atravesando por dificultades que incluye al presupuesto para las medidas que sirvan para combatir tal violencia e incluso, el poderío del machismo que provoca que las conductas de ataque y violencia intrafamiliar se ocasionen con más frecuencia. Varios organismos públicos, haciendo eco de las exigencias sociales han logrado que el Código Orgánico Integral Penal (2014) mantenga al femicidio como una acción penal autónoma.
En contexto latinoamericano, Illescas et al (2018), se comenta que en un estudio realizado en Ecuador sobre la violencia de género establece que 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia. Esto ha demostrado la existencia de diferentes factores que ubican a ciertas mujeres en mayor condición de vulnerabilidad como aquellas que tienen algún tipo de discapacidad, por ser indígenas, o aquellas que son miembros de hogares con bajos recursos económicos. De la misma manera, expresan que aquellas mujeres que tienen un nivel alto de educación son menos propensas a sufrir este tipo de maltratos, sin embargo, no excluye que alguna vez puedan ser sometidas a lo mismo. Esto deja ver que el machismo y la violencia a la mujer se encuentran arraigados en la sociedad. A manera de ejemplificar, se cree que la mujer solo sirve para criar hijos y quehaceres del hogar, no obstante, esto degrada su función en la sociedad, colocándola en una situación de vulnerabilidad. Es así como a nivel nacional como internacional se visualiza la lucha tanto de mujeres como de organizaciones para erradicar este mal.
En Ecuador, la Policía Nacional, es la institución encargada de recibir los casos de violencia de todo tipo, debido que busca “atender la seguridad ciudadana y el orden público, y proteger el libre ejercicio de los derechos y la seguridad de las personas dentro del territorio nacional” (Policía Nacional del Ecuador, s/f). Por esto, dicha institución se ve en la obligación de que los derechos de cada uno de los ciudadanos del territorio ecuatorianos se cumplan, en especial en este sentido o en el contexto de lo tratado, de abordar los temas de violencia intrafamiliar que se presenten. La Fiscalía General del Estado[3] nos dice que anualmente existe un promedio de al menos 190 casos de femicidio ocurridos por violencia intrafamiliar, sin embargo, desde el 2018 al menos el 20% de estos casos son causados por elementos del cuerpo de la Policía Nacional según los registros de la misma Inspectoría General de la Institución. La violencia intrafamiliar es reconocida como un fenómeno del cual en ninguna parte del mundo se considere libre de tal mal; de forma irónica podemos decir que muchos de los casos son hechos por el mismo personal que tiene el deber de controlar los niveles de violencia en el país, como lo es este análisis, el cuerpo de servidores policiales. En la actualidad, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, afirma que están tomando medidas sobre esta problemática y que se irán eliminando cabezas dentro de la Policía Nacional por causa de este tipo de actos. Rosandi López (2022) afirma que las mujeres tienen temor a denunciar por el poder del uniforme, de la Institución y del arma. Incluso, ella mismo afirma que al menos conoce de 25 casos que los relaciona directamente con los elementos de la Policía Nacional puesto que al menos de todas las denuncias hechas, no se alcanza ni el 30% que continue con la demanda por miedo o represalias de parte del agresor. El uso del arma y el uniforme efectivamente son factores que juegan con la parte psicológica sobre la cual, se intimida a la víctima y muchos de estos casos ni siquiera son tomados en cuenta dentro del sistema por el mismo “poder” que los servidores policiales denotan en la institución. El análisis conductual sobre el que podemos partir para describir al agresor y los posibles factores que ocasionen las reacciones agresivas nos hace llegar a un análisis profundo en donde se involucra a la relación entre la vida dentro del trabajo y dentro del hogar. Aun sabiendo que no es en gran medida el cambio anual que se produce estadísticamente por los casos, podemos llegar a considerar que los casos salen a la luz siempre y cuando exista el valor de enfrentar el caso y al agresor. Por otro lado, tenemos a bien saber que la mayoría de los policías implicados no admiten su comportamiento y que incluso se niegan a participar de la acción legal que se les impone. Desde aproximadamente el 2018 hasta la mitad del 2022, casi 2000 policías han sido apresados por delitos, sin embargo, al menos la mitad de ellos han sido puestos de vuelta a los cargos policiales o incluso en diferentes funciones, dando a evidencia la ineficiente depuración que ocasiona que un policía no reciba la corrección adecuada, gozando de una injusta impunidad de forma descarada ya que no existe a bien normas que impidan que los servidores policiales con denuncias sigan patrullando.
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