CASO “EVALUACIÓN DE LAS SECRETARIAS EN LA UNIVERSIDAD SWEETWATER U”

CASO “EVALUACIÓN DE LAS SECRETARIAS EN LA UNIVERSIDAD SWEETWATER U”.

Sin embargo, el presupuesto anual de la universidad no tenía fondos suficientes para financiar otro aumento anual “máximo” para todo el personal. Además, el presidente de Sweetwater sentía que la costumbre de ofrecer una retroalimentación inútil a cada secretaria en cuanto a su desempeño durante el año no era situación saludable, por lo que había pedido al nuevo vicepresidente que revisará el sistema. En octubre, el vicepresidente envío un memorándum a todos los administradores en el que les decía que en el futuro no más de la mitad de las secretarias que reportaban a cualquier administrador en particular podría ser evaluado como “excelentes”. Esta medida, en efecto, obligó a cada supervisor a empezar a clasificar a sus secretarias de acuerdo con la calidad de su desempeño. El memorándum del vicepresidente enfrentó inmediatamente una resistencia generalizada; por parte de los administradores, quienes temían que muchas de sus secretarias empezarán a irse en busca de empleos más lucrativos en la industria privada y por parte de las secretarías, quienes sentían que el nuevo sistema era Injusto y reducía las posibilidades que tenían de recibir un salario máximo. Un grupo de secretarias empezó a reunirse silenciosamente afuera de la casa del presidente en el campus universitario. El plantón, comentarios sarcásticos por parte de administradores molestos y los rumores de una inminente “disminución en el ritmo de trabajo” por parte de las secretarías (había aproximadamente 250 en el campus) obligó a Rob Winchester a preguntarse si había tomado la decisión correcta al establecer una clasificación forzada. Sin embargo, sabía que había unos cuantos expertos en evaluación del desempeño en la escuela de administración, por lo que decidió reunirse con ellos para comentar el problema.

A la mañana siguiente se realizó la junta. Winchester explicó la situación de acuerdo a cómo la veía: el sistema actual de evaluación había sido instituido cuando la universidad abrió sus puertas hacía 10 años, y la forma de evaluación fue desarrollada inicialmente por un comité de secretarias. Bajo este sistema, los administradores de Sweetwater llenaban la forma siguiente:

Excelente Buena Promedio Mala

Calidad del trabajo

Cantidad de trabajo

Creatividad

Integridad

Escala gráfica de calificación utilizada en Sweetwater.

Esta evaluación una vez al año (en marzo) había enfrentado problemas casi inmediatamente, debido a que quedó en desde el principio que los administradores variaban mucho en sus interpretaciones de los estándares para el puesto, así como en el detenimiento con el que llenaban las formas y supervisaban a sus secretarias. Además, los defectos de este procedimiento quedaron en evidencia al final del primer año cuando fue claro para todos que el aumento de sueldo de todas las secretarias estaba directamente vinculado con la evaluación de marzo. Por ejemplo, quienes recibían un “excelente” se hacían acreedores a un aumento máximo, los “buenos” recibían incrementos menores y los que no recibían calificación obtenían solamente el incremento estándar para compensar el costo de la vida. Debido a que las universidades en general, y la de Sweetwater en particular, han pagado a su secretaria sueldos un tanto inferiores a los prevalecientes en la industria privada, algunas empleadas dejaron la universidad ese primer año. A partir de ese momento, la mayoría de los administradores simplemente calificaban a todas las secretarías como excelentes a fin de evitar la rotación de personal, con lo que se aseguraba a todas un aumento máximo. En el proceso, se evitaban también los sentimientos provocados por las importantes diferencias en el desempeño que de otra forma eran detectadas por los administradores.

Dos de los expertos de Sweetwater accedieron a considerar el problema y en dos semanas volvieron con el vicepresidente con un conjunto de recomendaciones. Primero, la forma utilizada para calificar a las secretarias era completamente insuficiente. Por ejemplo, cómo estaba escrito, quedaba poco Claro que se entendía

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