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Centro De Estudiantes

Alegauna83 de Noviembre de 2013

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Una institución educativa es mucho más que aulas en donde se trasmiten conocimientos, es una organización compleja en donde interjuegan un conjunto de factores internos y externos para su correcto funcionamiento. Desde la experiencia en el paso por la secundaria uno solo tiene una acotada visión de la institución, la dimensión pedagógica en donde el conocimiento es trasmitido, aceptado y evaluado, pero para que esto sea posible otras dimensiones son necesarias y es aquí donde se analiza la complejidad de la escuela.

Cada institución se construye a partir de un primer contrato o contrato fundacional, este se establece entre la sociedad y la escuela y en él se le asigna un sentido a aquella o una misión dentro de una comunidad o sociedad determinada. La escuela es una institución atravesada siempre por dos tendencias: perpetuar el orden establecido, y modificar ese orden desde esta base se parte siempre.

Para el análisis de la institución educativa se plantean las siguientes dimensiones de la gestión educativa es necesaria analizarla por las dimensiones que la componen, la dimensión organizacional, administrativa, pedagógica-didáctica y comunitaria

La dimensión organizacional.

Los profesores y directivos, así como los estudiantes y los padres de familia, desarrollan su actividad educativa en el marco de una organización, juntos con otros compañeros, bajo ciertas normas y exigencias institucionales, y esto no solo incluye a lugares de aprendizaje como podría ser el salón de clases. Esta dimensión ofrece un marco para la sistematización y análisis de las acciones referidas a aquellos aspectos de estructura que en cada centro educativo dan cuenta de un estilo de funcionamiento.

En ésta dimensión es pertinente valorar el desarrollo de capacidades individuales y colectivas y la facilitación de las condiciones estructurales y organizativas para que la escuela pueda decidir, de manera autónoma y competente y sin perder de vista sus finalidades educativas, las transformaciones que requiere la evolución del contexto escolar. Este proceso implica una experiencia de aprendizaje y experimentación para quienes participan en él. Provocando la modificación consciente y autónomamente decidida, tanto de las prácticas y de las estructuras organizativas de la escuela como de las percepciones de los directivos, docentes y alumnos sobre sus roles, compromisos y responsabilidades en la compleja tarea de educar a las nuevas generaciones.

Lo fundamental recae en facilitar la consecución de los propósitos educativos a través del esfuerzo sistemático y sostenido dirigido a modificar las condiciones en el aprendizaje y otras condiciones internas, organizativas y de clima social. Por lo que es necesario hablar de perfeccionamiento, innovación, y mejora de los procesos educativos en las instituciones escolares, tomando como referencia el grado de consecución y práctica de los valores que consideramos educativos desde nuestra dimensión ética y profesional. En este sentido la reflexión sobre la organización, sobre su flexibilidad, sobre la dinámica del cambio organizativo debe estar situada en primer plano y no relegada a un segundo. Además, las organizaciones que educan requieren desarrollar características como la racionalidad y la colegialidad pero fundamentalmente la flexibilidad, la cual requiere de procesos de sensibilización a la necesidad de cambio, unas estructuras capaces de cambiar con autonomía y agilidad y más personas con actitudes abiertas para impulsar y llevar a cabo adaptaciones y concretar significativamente las intencionalidades educativas de las escuelas.

Los mejores diseños y proyectos curriculares, si no tienen en cuenta el contexto organizativo donde se van a desarrollar y si no se plantean las exigencias de cambio que han de llevarse a cabo en las organizaciones, no tendrán al mejoramiento y transformación .

• Composición e interacciones del equipo de conducción del establecimiento escolar.

El director y el vicedirector conforman un equipo, el cual puede estar previsto en el organigrama, pero además conforman una “unidad funcional” que supone una diferenciación de tareas y funciones como así también de responsabilidades.

Desde el punto de vista de la normativa, en algunas se observa ambos roles asignado al director la mayor responsabilidad en las dimensiones organizacional y administrativa, y al vicedirector la responsabilidad en los aspectos pedagógico.

El director debe constituirse en el coordinador general de la institución, y debe ocuparse y ser responsable por las cuatro dimensiones del campo. El vicedirector podría seguir ocupándose principalmente de la dimensión pedagógico-didáctica.

Un encuadre organizador del trabajo supone que el director y el vicedirector, luego obtener y ver en el otro distintos saberes, establecen acuerdos sobre las tareas de uno y otro, los grados de responsabilidad de cada uno, posibles delegaciones de tareas y determinación de la responsabilidad en el control de las mismas.

• Algunas funciones del equipo de conducción.

Son funciones del equipo: la toma de decisiones, la delegación de tareas, la conducción de equipos de trabajo, la conducción de la negociación y la supervisión.

 La toma de decisiones.

El problema que se le presenta a cada decidor es el de la racionalidad, porque interjuega diferentes racionalidades: la del decisor y la del sistema sobre el que se toma la decisión. De allí que se habla de modelo de racionalidad limitada. Estos modelos se caracterizan por que las decisiones racionales delineadas por todo decisor, se hallan permanentemente enmarcadas por limitaciones que condicionan esos criterios de racionalidad.

 Los tipos de decisión.

Se reconocen tres tipos de decisiones: las estratégicas, las de gestión y las operacionales.

Las decisiones estratégicas se caracterizan por el impacto que producen en las funciones sustantivas y en las finalidades de cada establecimiento.

Las decisiones de gestión hacen a la organización y a la estructuración de las acciones de la institución. Constituyen el modo de concretar en la acción las decisiones estratégicas sin perder la visión de la unidad del proyecto.

Las decisiones operacionales se toman cotidianamente y están constituidas por el cúmulo de decisiones que orientan las actividades de otros actores.

 El proceso decisional.

En la toma de decisiones, en el marco de un modelo de racionalidad limitada se reconocen seis etapas:

 Determinación del problema.

 Análisis de la situación.

 Definición de los objetivos y criterios de cada proceso decisional.

 Estudio de las soluciones alternativas.

 Elección de una de las alternativas.

 Evaluación de la elección.

Delegación de tareas.

Se pueden delegar funciones y autoridad, pero la responsabilidad nunca puede ser delegada totalmente.

La delegación puede ser concebida como un proceso en el que se reconocen tres fases:

 Asignación de tareas y atribución de poder.

 Creación de obligaciones.

 Sistema de control y evaluación.

La función de supervisar.

Las funciones de supervisar están incluidas con matices en el equipo de conducción de cada establecimiento. En ella de destacan dos aspectos: la evaluación y el asesoramiento o ayuda profesional.

La acción de supervisión supone un proceso, constituido por cinco etapas:

 Período preparativo o reunión previa.

 Período de observación.

 Período de análisis crítica de interpretación de lo observado.

 Período de retroalimentación

 Evaluación de la supervisión e sí misma.

Dimensión administrativa

En ella se analizan las acciones de gobierno que incluyen estrategias de manejo de recursos humanos, financieros y tiempos requeridos, así como el manejo de la información significativa que, tanto desde el plano retrospectivo como desde el prospectivo, contribuye con la toma de decisiones.

Esta dimensión se refiere a todos los procesos técnicos que apoyarán la elaboración y puesta en marcha del proyecto educativo, así como la rendición de cuentas ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Secretaría de la Contraloría.

La dimensión administrativa se vincula con las tareas que se requieren realizar para suministrar, con oportunidad, los recursos humanos, materiales y financieros disponibles para alcanzar los objetivos de una institución, así como con las múltiples demandas cotidianas, los conflictos y la negociación, con el objeto de conciliar los intereses individuales con los institucionales.

En este sentido, administrar implica tomar decisiones y ejecutarlas para concretar acciones y con ello alcanzar los objetivos. Sin embargo, cuando estas tareas se desvirtúan en prácticas rituales y mecánicas conforme a normas, sólo para responder a controles y formalidades, como se entiende actualmente a la burocracia actualmente, entonces, promueve efectos perniciosos que se alejan de sus principios originales de atención, cuidado, suministro y provisión de recursos para el adecuado funcionamiento de la organización. En este contexto, la dimensión administrativa,

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