Como Interviene El Derecho Ambiental En La Humanidad

Como interviene el Derecho Ambiental en la humanidad

La crisis por la que atraviesa la humanidad tiene varios ángulos interrelacionados. Uno de ellos es el ambiental. Tres informes nos dan prueba de ello: el informe del Club de Roma de 1972, el Informe 2000, en el gobierno de Cárter, y Nuestro Futuro Común, de 1987, del Comité Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo. Ellos son unánimes en afirmar que el crecimiento posee límites que al ser sobrepasados colocan en peligro la vida en el planeta, y que el desarrollo, si no está acompañado de un aumento en la calidad de vida, deja el lastre del agotamiento de las materias primas, de la contaminación y de alteraciones irreversibles en los ecosistemas. Los desequilibrios globales y nacionales en la repartición de la riqueza y la desigualdad en los términos de intercambio, cada día son más funestos para el ambiente.

A su vez, la humanidad está amenazada por cinco peligros: la guerra nuclear, el aumento de la población, los grandes desequilibrios biológicos (cambios climáticos, debilitamiento del ozono estratosférico), el derroche de los recursos energéticos y la pérdida de los patrimonios genéticos.

Obviamente los problemas ambientales de los países centrales y periféricos difieren en causas y consecuencias. Tiezzi señala cómo "un ciudadano suizo consume lo de cuarenta somalíes" (Tiezzi, 1990:104). Ambas partes constituyen un problema. El suizo, por sus niveles y patrones de consumo, para los cuales se requiere la materia prima del "tercer" o el "cuarto" mundo. Rara los somalíes el problema ambiental se relaciona con la pobreza, porque ella frustra sus expectativas en relación con el tan deseado consumo, y con el número crecido de habitantes en estado de pobreza absoluta. El bienestar del suizo se realiza a costa de los recursos naturales renovables y no renovables de un país lejano, que quizá no imagina.

El tema ambiental no es neutral. El qué hacer en materia ambiental encierra intereses y derechos en ocasiones incompatibles, porque generan conflictos; por ejemplo, los intereses de una empresa petrolera contra los de una etnia ancestral; la necesidad de alimento del hombre y la necesidad de vivir de los animales y plantas; conflictos entre los que poseen las materias primas y los que venden bienes de capital, tecnología y ciencia; conflictos porque las operaciones de descontaminación tienen un costo.

No es casual que en la Cumbre de Río de Janeiro se presentaran tantas dificultades frente a la Convención sobre cambio climático global, ya que la adopción de medidas eficaces conllevaría medir las emisiones netas de gases termo activos por países, asignar derechos a una atmósfera limpia de contaminación y cuantificar los efectos de la contaminación por regiones y países y su impacto sobre el nivel de los mares. Obviamente esto chocaría con intereses económicos y políticos.

Las respuestas al qué hacer generan otros interrogantes: ¿Por qué hay que proteger a las plantas y a los animales? ¿Hay que proteger algunas especies o a todas?

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