Como es visto el maestro en algunas perspectivas

INSTITUTO
CUINCACALLI[pic 1]

Lic. Pedagogía

“COMO ES VISTO EL MAESTRO EN ALGUNAS PERSPECTIVAS”
(Ensayo)

A L U M N A:
Karla Cristina Meza Robles
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M A E S T R A:
Irma León

M A T E R I A:

 EDUCACIÓN E IDENTIFICACIÓN DOCENTE

 Martes 26 de Enero del 2016

I N T R O D U C C I Ó N.

Hoy hablare sobre el maestro, pero más que eso como es visto en las perspectivas que hemos estado estudiando a lo largo de nuestra carrera. Si bien, pensar en un maestro rápidamente se nos viene a la mente una persona muy bien vestida, con un maletín donde cargue las herramientas más esenciales que puede ocupar durante una clase, que son libros, plumones, lápices, plumas y muchas cosas más. Pensamos más que eso, que un maestro es una persona que lo sabe todo, que no hay error intelectual en él, y cuando nos topamos con un maestro que no cumple la perspectiva que tenemos de ellos, pensamos que son malos y que no saben. Realmente un maestro no es un ser perfecto intelectualmente, pues creo que nadie lo somos, y si lo somos seguramente no somos un ser vivo. Un maestro puede equivocarse y mejor es,  si sigue aprendiendo en sus clases, aprendiendo de sus propios alumnos.

El ser maestro, es una tarea difícil para el que ejerce la profesión por comodidad, pero hacerlo por amor y vocación cambia todo, desde la manera en que se enseña y en cómo perciben los alumnos este aprendizaje.

No todos los maestros son iguales, algunos son más empáticos con los alumnos, y otros más simplemente se enfocan en dar la clase y punto. No hay un maestro que se parezca a otro, todos tienes sus propias características y una forma peculiar de enseñar, pero de algo estoy segura, así sea un maestro muy enojón y no nos guste, o un maestro muy buena onda, siempre aprenderemos algo.

Como ya lo mencione antes,  “el maestro no cumple nuestra perspectiva” y es que hay distintas maneras de ver al maestro ante un grupo de alumnos, y eso es de lo que estaremos hablando el resto de este ensayo.

A N T E C E D E N T E S.

En las pláticas que hemos tenido con los maestros, hemos escuchado muchas formas de ser  del maestro de antes, y es que muchos dicen que el maestro cambio mucho, cuando en realidad todo cambio. El pasar los años cambia todo de alguna manera, y  en esta cuestión han cambiado los libros, las escuelas, los programas, los padres de familia, los niños; y claro está: los maestros.

La función del docente ha tenido un largo transcurso, su comienzo fue con las primeras sociedades primitivas. La pedagogía por otra parte, se originó también en épocas antiguas, creando grandes antecedentes, pero sólo fue reconocida como un movimiento histórico en el siglo XIX.

En sus inicios, no eran llamados maestros, simplemente eran las personas encargadas de enseñar a los varones y solo a ciertas mujeres a leer y hacer cuentas. Mientras paso el tiempo las personas con mayor autoridad como el gobierno, se dieron cuenta de lo importante que hacían ellos, y fue así como comenzaron a moverse, para que tuvieran una licenciatura y fueran  personas con estudios para dar clases. Es ahí donde se crearon las normales, y para entrar ahí, no era necesario cursar la preparatoria.

Los maestros de antes tenían más reconocimiento social y una autoridad indiscutible. Tenía un lugar en la sociedad por el papel salvador que se le asignaba a la educación y a la escuela. En un momento en el que todas las instituciones y sus actores tenían una consideración y un gran prestigio. El fundamento de ese prestigio era el rango vocacional, casi sacerdotal que le otorgaba una misión casi sagrada, pues tenían un gran compromiso con la sociedad, y era el enseñar al alumno, prepararlo para nuevos conocimientos, ir formándolo para crear un hombre libre. En el maestro era fundamental el sacrificio, la ejemplaridad, la entrega desinteresada, el papel del redentor laico que contribuía a civilizar a los que estaban sumidos en la ignorancia. Lo vocacional y sagrado conllevaba mayor grado de respeto y reconocimiento.

Hoy en nuestros días la imagen del maestro se ha venido mucho abajo, no se le tiene el mismo respeto a un maestro como en los tiempos de antes, y este no tiene la autoridad que solían tener antes. La profesión de maestro tiene lado oscuro y luminoso, en cuanto a los oscuros como un ejemplo podemos decir el sueldo tan escaso que tienen.

“….Ser maestro hoy tiene afortunadamente otros rasgos que se inscriben en su lado luminoso y se descubren cuando logramos trascender las pequeñas miserias de la cotidianidad y recuperar lo esencial, lo que alguna vez nos atrajo como “vocación”: el amor a los niños y a los jóvenes, el deseo de ayudarles, de abrir sus inteligencias, de acompañarlos en su proceso para llegar a ser hombres y mujeres de bien….”

Pablo Latapí Sarre

D E S  A R R O L L O.

Cuando decimos que cada maestro es diferente, es porque realmente lo es, así tengan el mismo método de enseñanza, cada uno lo pone en práctica de manera diferente, y por consecuencia, los alumnos tienes una perspectiva diferente de ellos.

La escuela tradicional, es la más conocida por toda la sociedad, aun sin saber que así se le llama, ellos la identifican por tener un maestro “como en los tiempos de antes”. Esta apareció en el siglo XVII en Europa con el surgimiento de la burguesía y como expresión de modernidad.

Su finalidad es la conservación del orden de cosas y para ello el profesor asume el poder y la autoridad como transmisor esencial de conocimientos, quien exige disciplina y obediencia, apropiándose de una imagen impositiva, paternalista, autoritaria, que ha trascendido más allá de un siglo y que existe hoy día, por lo que se le reconoce como Escuela Tradicional. En la actualidad todavía existen este tipo de maestros, y se piensa que son los que más saben, y sea verdad o mentira, se crea esa imagen de ellos por la manera en que son comportados durante las clases pues, no hay experiencias vivenciales y no hay opinión de los alumnos, los contenidos son muy exactos y la clase se vuelve muy concreta.  Casi no hay actividades donde el alumno ponga en práctica sus conocimientos, simplemente es enseñar y evaluar.

 En una perspectiva conductista, el maestro requiere una aceptación social de sus alumnos (estímulo positivo) y para lograrlo preparará bien sus clases, se esfuerza por actualizarse y trata de llevar un orden en el momento de transmitir sus conocimientos.  Es aquí donde él es quien enseña y el alumno aprende, mediante un estímulo, para que exista una respuesta, que siempre se espera que sea favorable o positiva. Él tiene el poder, la autoridad y la toma de decisiones en el salón de clases. En resumen, el maestro es el que enseña o dirige el aprendizaje. El estudiante aprende aquello que le confronta a una situación novedosa, experimenta una necesidad y produce un cambio en su personalidad.

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