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Conflicto Armado y Posconflicto en Colombia


Enviado por   •  18 de Agosto de 2021  •  Informes  •  1.839 Palabras (8 Páginas)  •  53 Visitas

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5400122 Diego Alejandro Cifuentes Alarcón

Conflicto armado y posconflicto en Colombia

Diego Alejandro Cifuentes Alarcón

Codigo:5400122

Universidad Militar Nueva Granada

21 Abril de 2016 Cajica



Está bien dicho que un conflicto es ocasionado por las contraposiciones entre dos entes ya sea por diferencias en su pensamiento, ideales, religión, aspecto gubernamentales cultura entre otras, dado esto los conflictos pueden conllevar a el uso de la violencia como arma principal y esto es lo que siempre ha sucedió en la historia colombiana. Como sabemos a largo de la historia Colombia ha sufrido una cruenta guerra que tiene sus orígenes desde la misma época en que nos independizamos de España, pues ese espíritu de independencia fue más allá, y no contentos solo con esto, también nos independizamos de nosotros mismos, dividiendo en partes a un solo pueblo hermano, truncando de esta manera el sueño de Bolívar de ver unida una sola nación, grande, poderosa y sobretodo libre. Podemos abordar el génesis del conflicto, partiendo del periodo denominado “la violencia” (1946 – 1958), etapa que tuvo como detonador al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, candidato presidencial de los liberales, el 9 de abril de 1948, hecho que desencadenó el Bogotazo, una serie de protestas y actos violentos en la capital del país; es también la época del enfrentamiento entre liberales y conservadores, caracterizada por ser extremadamente violenta, y donde se presentaron disputas y persecuciones por el control de los puestos públicos, ideología, religión, poder, tenencia de la tierra, además de los asesinatos, agresiones, persecuciones, destrucción de la propiedad privada y terrorismo por el alineamiento político, Salamanca, Manuel Ernesto (2007), con una cifras de 200.000 a 300.000 muertos y la migración forzosa de más de dos millones de personas, equivalente casi a una quinta parte de la población total de Colombia, que para ese entonces alcanzaba los 11 millones de habitantes, en realidad fue una guerra bárbara con bandadas y bandadas de muertos que se llevaba el río, este río que es Colombia, nuestro país, que sufre hoy como ha sufrido siempre.

El periodo comprendido entre 1948 y 1953: se caracterizó por el enfrentamiento armado entre campesinos liberales y campesinos conservadores, y dio origen a la formación de las guerrillas liberales que fueron denominadas “chusma” y el empleo de la policía que eran llamados los “pájaros”, como arma del conservatismo para contrarrestar a las primeras. Guerra, María del Rosario, Plata, Juan José (2012).

Más tarde entre los años de 1953 y 1957 y durante el régimen de Gustavo Rojas Pinilla, que había decretado e incumplido una amnistía entre los actores del conflicto que ya había iniciado; hizo que muchos campesinos liberales regresaron a las armas y a reunirse en grupos de autodefensas, ante la presencia del ejército en el campo.

En la década del 60, más exactamente en 1964, nace la guerrilla más antigua de Latinoamérica, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y desde entonces no han descansando un instante, con sus bombas, secuestros, enfrentamientos, y muertos, al punto que han desbaratado y agrietado el aparato estatal, han permeado sus gobiernos y el sistema contra el cual luchan bajo ideales Marxista-Leninista, ultrajadas hasta el cansancio solo como una triste excusa para dedicarse al narcotráfico, a la extorsión, la violencia, amedrentando al pueblo colombiano y de esta forma sostener la guerra que se inventaron.

Desde esta década de los 60 en adelante, todos los gobiernos han cimentado sus discursos, sus programas, sus políticas en relación a esta guerrilla y al conflicto, todos y cada uno; pero no han podido hacer nada en contra de este engendro cuya cabeza principal era alias Manuel Marulanda Vélez. En el gobierno de Álvaro Uribe se creó la percepción de que esta insurrección llegaba a su fin, pero no fue así, allí están “vivitas y coleando”, aunque cabe abonarle a este gobierno los grandes golpes perpetrados contra esta guerrilla, en donde cayeron varios integrantes del Secretariado y donde se mermó su influencia en muchos territorios y departamentos, pero pagando un precio muy alto, pues se realizaron en este gobierno algunas reformas, donde le recortó presupuesto a la educación, la salud, saneamiento básico,  para invertirlo en la guerra, en la compra de más armas y a la creación de más soldados. Junto con la guerrilla tenemos a los paramilitares, curiosamente creadas por Uribe por allá en el año de 1997, bajo el nombre de “Autodefensas” o las “Convivir”. Álvarez de la Ossa Alberto. (2014, Octubre 9).

Ahora bien en materia de desmovilización y despeje se ha visto la aplicación del Estatuto de Seguridad; la Diplomacia por la Neutralización, de las administraciones Barco y Gaviria, con múltiples acercamientos y rupturas, siendo la más fuerte la ruptura con las FARC y el asalto a Casa Verde, pero de igual modo se destaca la desmovilización y proceso de reinserción del M-19, EPL, Quintin Lame, PRT, CRS, así como la realización de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Luego tenemos la frustración y el fracaso producto de unas negociaciones para la construcción de una agenda, delimitación de un área de despeje para adelantar las negociaciones, cinco municipios, con una exacerbación de la confrontación armada, bajo la consigna de negociar en medio de la guerra (Rincón García, John Jairo) y la experiencia de la política de Seguridad Democrática del presidente Uribe, quien sometió a los paramilitares el camino de la desmovilización que empezó desde año 2003, y cuyo marco jurídico estuvo sentado en la ley 975 de 2005, o ley de justicia y paz. Fue precisamente esta decisión la que hizo que departamentos caribeños como Córdoba y Sucre antiguamente remansos de paz, se llenaran de una horda de desmovilizados, además, desempleados, que empezaron a delinquir especialmente en las ciudades capitales, porque lo que se logro con esta desmovilización es que el conflicto mutara, se trasladaran del campo a la ciudad transformando a los antiguos alzados en armas en bandas emergentes en el posconflicto, entonces empezaron en las capitales de estos departamentos a dispararse las cifras de atracos, de muertos, la delincuencia común llegó para quedarse. Álvarez de la Ossa Alberto. (2014, Octubre 9).  Dicho lo anterior, Colombia siempre ha vivido en un ámbito lleno de guerra e inmoralidad humana es por ello que el perdón por parte de la sociedad colombiana hacia las FARC y los grupos armados y o guerrillas es poco probable, por lo tanto ¿es posible reinstaurar una paz verdadera y duradera en Colombia?

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