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DIA DE MUERTOS EN OAXACA


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2012  •  1.551 Palabras (7 Páginas)  •  509 Visitas

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En Oaxaca, que es “La reserva espiritual de México”, la Fiesta de Muertos cobra una significación muy profunda. Como en todo el Anáhuac, los panteones se llenan de “flor y canto”. El pueblo “vive la muerte” con pasión desmedida.

Tradición, colorido, música y un gran ambiente festivo enmarca las festividades en alusión al Día de Muertos en el Valle Eteco

Texto: Francisco RAMOS DÍAZ/Fotos

“Lo que no puede lograr la ciencia humana, lo puede crear la ciencia sobrenatural: el combate donde al final el muerto resucita”; esta representación se escenifica en la Villa de Etla con la tradicional comparsa o muerteada que recorre las principales calles de la población el 1 y 2 de noviembre en alusión al Día de Muertos.

Es la tarde del 1 de noviembre en el Valle Eteco; el sol en cuestión de minutos, entre inmensas montañas y nubes grisáceas, llega a su ocaso para que enseguida el manto nocturno cubra el territorio de esta bella zona de los Valles Centrales.

Llegada de la penumbra, es el aviso para que los habitantes caracterizados de seres inimaginables como brujas, calaveras, monstruos y vampiros salgan de sus guaridas y comiencen a invadir las calles y avenidas.

El reloj marca las 21 horas, y con ello cientos de personas se arremolinan en la explanada municipal de la demarcación para comenzar con el ritual que se lleva a cabo en alusión a los fieles difuntos.

Nativos se dan cita en la casa de la familia que proporciona la cena a la banda para comenzar el trayecto nocturno, en este año el recorrido partió de la calle Moctezuma con dirección hacia el Palacio Municipal, donde los organizadores suben al escenario para la presentación de versos.

A continuación, la multitud se dirige hacia la parte poniente de la Villa de Etla, hasta llegar más o menos a las siete de la mañana al panteón de la comunidad.

“Lo más importante es la música y sobre todo los versos o calaveras, abordando pasajes de la vida de algunos de nuestros pobladores: presidentes municipales, cabildo, o de gente que haya hecho una cosilla por ahí, de eso hacemos nuestros versos”, relata El Cura, uno de los organizadores de esta añeja celebración, quien junto con seis personas caracterizadas de doctores, brujos y muertos, dirigen el contingente que entre gritos, baile y algarabía comienza su travesía.

“Esta tradición ya tiene más de 70 años que se realiza en nuestra comunidad con una gran cantidad de disfraces de gente del pueblo que va desde caracterizaciones de personajes fantásticos, como pueden ser hombres lobo, vampiros y caricaturas o disfraces mexicanos tradicionales”, detalla El Cura Eteco.

Mientras la banda de viento ameniza este espectáculo sobrenatural, “en el recorrido que hacemos por la comunidad pasamos por algunas casas y donde nos abren ahí decimos nuestros versos”.

“Esto fue lo que pasó, nos lo vinieron a contar, que al grupo de danza lo mandaron a volar”, es uno de los versos que en forma de rima escritas de manera chusca, divertida sobre todo satírica, hace referencia a un asunto de interés general en la población.

Mientras la multitud entra en una de las casas de la Villa de Etla, la banda deja de tocar sus melodías, para que los seguidores escuchen atentos los emotivos versos.

Los organizadores, disfrazados de los personajes principales, protagonizan el siguiente acto:

-Un personaje yace en el piso, se acerca una mujer y lo intenta revivir… los esfuerzos son en vano y no logra resucitarlo…

Alrededor del cuerpo inerte, los curas, el doctor, el espiritista y el viejito, comienzan a recitar los versos...

“Sus hermanos lo regañaron, nosotros nos dimos cuenta…

…él quería hacer la fiesta en el cerro, y les iba a quitar la venta”.

“Ese pobre mequetrefe, estaba muy enojado, porque los que viven en el cerro, tumbaron su entarimado…

…mandó a recoger sus cosas, ya no supo decir nada, con la cola entre las patas, regresó a la explanada”.

-Con la risa invadiendo a los presentes, el personaje tendido en el piso cobra vida, abraza a la muerte que lo intentaba resucitar y enseguida comienzan las melodías de la banda de viento, para que los terroríficos personajes dejen el letargo e inicie el baile…

“Lo que no puede lograr la ciencia humana, lo puede lograr la ciencia sobre natural: el combate donde al final el muerto resucita, esto es nuestra escenificación y la importancia de nuestra fiesta”, dice con emotividad el personaje cubierto con una máscara de viejito, envuelto en una túnica aparentando escenificar a un Cura.

La gente ríe, canta, baila y el mezcal también hace su aparición, pasando de mano en mano por los seguidores de la Comparsa de Día de Muertos en la Villa de Etla.

Diablos, muertes, hombres lobo, calabazas,

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