Delincuencia Juvenil Por Ausencia De Un Padre
and13s23 de Septiembre de 2012
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1.- Introducción
Sin lugar a dudas, la delincuencia juvenil es un fenómeno muy representativo desde el siglo pasado, la delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero; es una de las acciones socialmente negativas que va a lo contrario fijado por la ley y a las buenas costumbres creadas y aceptadas por la sociedad.
La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad pública de la sociedad, así mismo va contra las buenas costumbres ya establecidas por la sociedad.
La delincuencia juvenil es un fenómeno de ámbito mundial, pues se extiende desde los rincones más alejados de la ciudad industrializada hasta los suburbios de las grandes ciudades, desde las familias ricas o acomodadas hasta las más pobres, es un problema que se da en todas las capas sociales y en cualquier rincón de nuestra civilización.
En esta investigación se busca probar la teoría de que el padre afecta en el crecimiento del los hijos y la falta de uno en el hogar lleva al joven a comete actos delictivos, se trata de crear en los padres una conciencia acerca el abandono del hogar en este caso de los hijos, logrando de esta manera conseguir que sean implantados talleres o programas que estimulen la relación entre la familia en este caso padre-hijo. A lo largo de la investigación lograras ver algunos de los puntos que apoyan esta teoría, y podrá crearse una conciencia mas abierta de que aunque los mexicanos valoramos demasiado a nuestras adres quizás la figura principal en el hogar es el padre y muchas veces no le damos el valor que merece.
Te invito a que junto con nosotros descubras lo importante que es que un joven cuente con una figura paterna en su hogar y que es posible prevenir la delincuencia juvenil en el estado.
2.- Justificación de la investigación
Nuestro trabajo de investigación tiene como propósito analizar y con ello comprender la problemática de la delincuencia juvenil, esto es necesario para conocer la realidad y con ello saber las posibles causas en donde la ausencia de los padres puedan afectar la vida de un joven; esto no es muy seguro puesto que solamente conociendo la situación del joven que lleva como consecuencia a la delincuencia podremos llegar a conclusiones basadas en la realidad y con ello comprender las razón que originen dicho problema en la ciudad de Chihuahua.
3.- Delimitación
El problema en el que se centra esta investigación puede expresarse con la siguiente pregunta: ¿De qué forma puede afectar o repercutir la ausencia de un padre en la formación de un joven y por consecuencia llevarlo a la delincuencia?
4.- Objetivos
• Analizar e identificar las posibles causas de la delincuencia juvenil por ausencia de un padre en la ciudad de Chihuahua.
• Establecer los factores que influyen a la delincuencia juvenil por parte de la ausencia de los padres.
• Conocer las consecuencias que contraen la delincuencia juvenil en la sociedad por ausencia y/o por culpa de un padre.
• Dar a conocer las estadísticas de las encuestas realizadas a la sociedad sobre la delincuencia juvenil.
• Conocer cuales son los centros de apoyo que orientan a los niños y jóvenes para no caer en la problemática de la delincuencia juvenil.
5.- Hipótesis
La delincuencia entre los jóvenes de entre 14 y 21 años de edad de la cuidad de Chihuahua esta asociada al echo de que no tuvieron a su padre ni a una figura representativa de este en su niñez.
6.- Marco conceptual
Delincuencia juvenil La Delincuencia Juvenil se refiere a los delitos realizados por jóvenes o menores de edad. Un delincuente es aquel que reincide y comete crímenes repetidas veces. La mayoría de los sistemas legales consideran procedimientos específicos para tratar con este problema, como son los centros juveniles de detención. Hay multitud de teorías diferentes sobre las causas de la criminalidad, la mayoría de las cuáles si no todas pueden ser aplicadas a las causas de los crímenes juveniles. Los delitos juveniles suelen recibir gran atención de los medios de comunicación y políticos. Esto es así porque el nivel y los tipos de crímenes juveniles pueden ser utilizados por los analistas y los medios como un indicador del estado general de la moral y el orden público en un país, y como consecuencia pueden ser fuente de alarma y de pánico moral. .
Dolosos: engañoso, fraudulento, alguien que miente. Convencional: que resulta o establece por convenio o por acuerdo general. Repercusiones: trascendencia o importancia. Aras: Del verbo arar: (conjugar)
Aras es:
2ª persona singular (tú) presente indicativo.
Harás es:
2ª persona singular (vos) presente indicativo.
Confrontación: careo o enfrentamiento entre dos perdonas.
Genocidio: Exterminio sistemático de un grupo humano por motivos de raza, religión o política. Inconstitucionales: No conforme con la Constitución del Estado. Impulsividad: Actitud del que se deja llevar irreflexivamente por sus impulsos. Pluralidad: Multitud, número grande de algunas cosas. Exculpado: del verbo exculpar, Descargar a uno de culpa o de responsabilidad. Prescindiendo: Omitir, no contar con algo o con alguien.
Menester: Necesidad de algo.
Abordaje: Roce o choque de una embarcación con otra
Arbitrariedad: Forma de actuar contraria a la justicia, la razón o las leyes, dictada por la voluntad o el capricho
7.- Marco teórico
1.- LA DELINCUENCIA JUVENIL
Daniel González Álvarez
Magistrado de Casación Penal
Profesor del Postgrado en Ciencias Penales, UCR
De muchas maneras las comunidades han denominado los grupos de jóvenes y adolescentes calificados en "riesgo social" por sus actitudes, costumbres, situación de vida. Esos nombres varían: pandillas, barras, huelgas, maras, chapulines, gamberros, hooligan, etc.; pero tienen en común dos cosas: por un lado la preocupación y la alarma social que provocan, y por otro la falta de distinción entre lo que constituye una actividad delictiva propiamente dicha y un comportamiento simplemente desviado de las costumbres y tradiciones, o lo que es peor, "desviado" por los condicionamientos socio-económicos en que se encuentran y la ausencia de una familia.
El problema ha alcanzado una magnitud tal que pretende motivar y determinar la totalidad de la incipiente política criminal referida a los menores de edad. Esto es grave en virtud de que el problema delincuencial es bastante más heterogéneo y además que muchas de las conductas y actitudes de esos grupos no son delictivas, lo cual debiera descartar la intervención represiva del Estado.
Hay un verdadero "estado de guerra" generado por la existencia y el accionar de los grupos juveniles, en especial los que se dedican a realizar hechos delictivos, y en esa misma proporción, como veremos, algunos llegan a justificar actuaciones estatales alejadas de los derechos humanos.
La situación se ha agravado porque los ciudadanos han sido culturizados hacia la solución represiva como único medio capaz de defenderse ante estos peligros para la seguridad.
Se trata de un "estado de guerra" provocado psicológicamente por una percepción distorsionada o exagerada de la realidad, en la que no hay concordancia con el verdadero índice de criminalidad.
Hay razón por la alarma social que provocan ciertos delitos que van en constante aumento, como los delitos contra la propiedad, sin embargo algunos de éstos provocan mucha alarma social, no obstante, su nivel es relativamente bajo de violencia, como ocurre con los arrebatos de bolsos y carteras, sólo porque son realizados por menores de edad organizados en grupos.
Paralelamente, hay delitos que han aumentado en forma exagerada en relación con años anteriores, que afectan derechos básicos como la vida, pero que no provocan una alarma social proporcionada a esa gravedad. Tal es el caso de los accidentes de tránsito o de la circulación, que generan una gran cantidad de muertos (en muchos países en cantidades bastante mayores que los homicidios dolosos) y sin embargo no provocan una reacción y preocupación equivalente con los resultados.
En igual sentido podemos citar los delitos no convencionales (ecológicos, abuso de poder económico y abuso de poder público) cuyos resultados tienen serias repercusiones en los derechos básicos de todos los ciudadanos, pero no llegan a provocar una reacción proporcional con esos resultados, a diferencia de los asaltos en las calles.
La criminología distingue entre delito (constituido por el volumen real de la criminalidad y sus repercusiones) y temor al delito (constituido por la percepción de la criminalidad y el riesgo de ser victimizado). La percepción de la criminalidad y el temor a ser víctima de un delito agiganta y distorsiona la realidad, con un efecto multiplicador desproporcionado, sobre todo tratándose de hechos realizados por grupos de jóvenes y adolescentes, lo cual aumenta la posibilidad de adoptar políticas equivocadas e inconstitucionales en aras de la prevención general.
De ahí entonces que haya un sentimiento generalizado en la ciudadanía para resolver el problema de la delincuencia infantil y juvenil por medio de la confrontación y el castigo.
Debemos aprender de la historia, la cual nos enseña que los sistemas represivos de esa naturaleza no constituyen un medio eficaz para disminuir la criminalidad y menos para proteger los derechos humanos. Por el contrario, ellos dieron ( y dan) espacio a un mayor margen de impunidad
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