El Arte Del Buen Maestro
dami.gudu11 de Octubre de 2012
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Para los propósitos de este estudio concebiremos al sistema educativo nacional como un conjunto nacional y diferenciado de instituciones que parcialmente tienen una responsabilidad con el gobierno.
1. Las cualidades clásicas: vocación y moral.
La primera y más importante es la vocación, es un llamado, una predisposición que se define como innata, no adquirida. La segunda; las cualidades morales. Al enumerar las cualidades requerida para aspirar a la carrera normalista, señalaba que, a falta de vocación espontánea que es lo que siempre debiera ser bueno es la vocación adquirida mediante la reflexión y el esfuerzo de la voluntad.
La mujer era educadora moral por naturaleza, en efecto las cualidades de carácter de la mujer justifican la creencia en las mujeres son graciosas, dulces y puras; están dotadas de una aptitud infinita de emoción, y de amor.
Sherwell recomendaba al maestro debe emplear el lenguaje más puro que pueda haber. Las cualidades morales se expresan a través de la constitución física del cuerpo. En el cuerpo docente y en la escuela normal deberían exigirse ciertas condiciones en primer lugar la fortaleza física, fortaleza y energía, buena vista y un oído fino.
2. La cientifización relativa del oficio.
El discurso pedagógico moderno introdujo la necesidad de que el maestro además, tuviera instrucción preparación pedagógica esto es tuviera conocimiento científicos. El maestro no debe ser un sabio sino en asuntos de teorías y métodos pedagógicos. Los pedagogos se encontraban entonces ante la necesidad de legitimar este nuevo tipo de saber formal objetivado, se señalaba mucha pedagogía y poca ciencia. El predominio reivindicado por lo pedagógico lo es sobre el contenido y no sobre la vocación y las cualidades clásicas del oficio de enseñar.
3. La lucha por el reconocimiento social.
El maestro es prisionero de la definición social que se hace su oficio. Y es al mismo tiempo cómplice cuando el mismo comparte esta creencia. El magisterio ha sido desde su origen una profesión con bajo reconocimiento social. Es lógico pensar que ni la perversidad ni la ignorancia son los principales productores de la imagen social de maestro. Lucio tapia, hablando de la indiferencia y deprecio que le profesan al maestro, encuentra la causa de esta situación en el hecho de que muchos maestros no llenan las cualidades, los requisitos necesarios para ejercer tan noble cargo.
4. La lucha por la obligatoriedad del título de maestro.
El titulo y las profesiones. La constitución de un mercado profesional nacional, comienza a plantear la necesidad de un nuevo modo de control social de las habilidades individuales. Si el estado no vigila el aprendizaje, los exámenes y la expedición de títulos, la enseñanza será siempre incompleta, podrá ser muchas veces inmoral, y el ejercicio de la profesión respectiva llegará a ser, alguna vez, la ejecución de verdaderos crímenes. La conformación de un mercado nacional de títulos fue el resultado de un proceso lento y de avances parciales.
Maestros empíricos es maestros titulados. La discusión sobre la pertinencia del titulo permite reconstruir todos los esfuerzos instituyentes de una nueva legitimidad en materia cultural y educativa. Se trata de construir un campo de producción y de circulación de saberes pedagógicos con todo el efecto de distinción que esto implica. Las discusiones acerca del titulo para enseñar indican el paso de un legitimidad a otra, o bien, de un modo de legitimación a otro. Esto supone nuevos saberes y agentes de inculcación a otro.
La cuestión técnico pedagógica. En este plano se registra una lucha donde por un lado están los representantes de los intereses pedagógicos acerca de la educación y por otro están los representantes de la tradición poseedores de un conocimiento educativo empírico. Los primeros constituyen
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